Ocho

340 39 44
                                    


- Ah, Joa-Joaquín - Gimió Emilio al sentir la erección de Joaquín entrando en él con cuidado.

Emilio estaba en acostado en la cama mientras Joaquín estaba frente a él sosteniendo las piernas del rizado y terminando de entrar en él, habían estado varios minutos en medio de prólogos, besos y caricias bajo las sábanas.

- ¿Estás bien? - Preguntó Joaquín con su voz entrecortada.

- Bien - Respondió Emilio - Perfecto.

Joaquín terminó de entrar en Emilio y se detuvo para que el rizado se acostumbrara a él, acarició el cabello del ojinegro y besó sus labios.

- Te sientes tan bien, Emilio - Dijo Joaquín - Tan bien.

Emilio cruzó las piernas en la cintura de Joaquín y éste comenzó a embestir al rizado con suavidad.

- Oh Dios, sí - Gimió Emilio - Te sientes tan bien dentro de mí, Joaco.

Joaquín se sostuvo de los hombros de Emilio para poder entrar y salir de él, tenían que ser cuidadosos y muy silenciosos.

- Tan apretado, Emi, tan jodidamente bueno.

Joaquín se enderezó y sostuvo las piernas de Emilio para embestir con más facilidad, el rizado mordió su labio silenciando los gemidos que amenazaban con salir, el ojinegro arqueó su espalda cuándo la erección del castaño chocó con su próstata.

- Oh Dios - Dijo Emilio - Justo ahí, Joaco.

Joaquín deslizó sus dedos por la erección de Emilio, tan dura, tan húmeda.

- Tan hermoso - Dijo Joaquín agachándose para poner su mano en el cuello y alzarle el rostro para poder apoderarse de su boca - Tan mío.

Emilio gimió al sentir la boca de Joaquín sobre la suya, tan posesiva, tan deseosa, la lengua del castaño entró en su boca probando lo más que podía.

- Ah, Joaco, sí.

Emilio dejó caer su cabeza en la almohada, Joaquín bajó su boca al cuello del rizado para besar a su antojo, chupó un poco dejando algunas marcas notables, mordió suavemente su mandíbula sintiendo la calidez del ojinegro aprisionarlo.

- ¿Te gusta, Emi? - Preguntó Joaquín - ¿Te gusta cómo te follo, mi amor? ¿Cómo mi pene entra duro en ti? ¿Te gusta?

Emilio gimió y puso sus manos en la cintura de Joaquín acercándolo más a él.

- Me gusta, me gusta - Respondió Emilio - Me gusta mucho.

Fueron largos minutos en dónde sus cuerpos se llenaron de sudor mojando las sábanas, el calor reinó en la habitación y las cobijas cayeron al suelo, las estocadas eran más fuertes y los besos más húmedos.

- Me voy a correr, bebé, me voy a correr dentro de ti, te voy a llenar de mí, ¿Eso quieres, cielo?

Emilio cerró sus ojos y llevó la mano hasta su propia erección, pero Joaquín la alejó y él mismo masajeó la dura erección del rizado sintiendo el pre-semen deslizarse por entre sus dedos.

- Joaco, no puedo... ah.

- Vamos, mi vida, córrete, córrete para mí, Emilio.

Emilio enterró sus uñas en la espalda de Joaquín y se corrió con un fuerte gemido, el castaño se corrió dentro de su chico mientras mordía su hombro ahogando un gemido.

- Mi Dios - Dijo Emilio.

Joaquín llevó su mano con semen de Emilio en ella y pasó su lengua.

Oportunidad // Adaptación Emiliaco Where stories live. Discover now