°•.˜"*°• ℂ𝕠𝕝𝕠𝕣 ℝ𝕦𝕤𝕙•°*"˜.•° Jinson

second chances✒

Abrió los ojos, se encontraba en una habitación pequeña, las paredes eran claras y había una mesa pequeña a su lado con unos frascos de pastillas. Apenas estaba abriendo los ojos. Volteó para revisar en donde se encontraba, había una mujer sentada a su lado mirando por la ventana. Bom.

—¿Tía? —dijo bajito—.

Bom volteó para encontrarse con Jinyoung con los ojos entreabiertos y con expresión confundida, aún medio adormilado.

—Jinyoung, Jin. Mi nombre. ¿Cuál es mi nombre? —preguntó algo nerviosa—.

—¿Estoy vivo? —preguntó bajito, su tía no llegó a escuchar—. Park Bom ¿Por qué me preguntas eso? —Se sobó los ojos—.

Bom suspiró. —Para ver si ya volviste, estuviste despertando medio inconsciente varias veces los últimos diez días Jin.

El chico miró a su alrededor por unos segundos antes de volver a voltearse hacia su tía. Se sentó como pudo con algo de ayuda de Bom. —¿Fuiste tú... quien me salvó?

—¿Creíste que no me lo imaginaba? Jinyoung, no es porque seas mi sobrino, pero eres una de las personas más buenas que conozco, se que no querías lastimar a Jackson ni a nadie. Por eso imaginé que algo así podría pasar. Te conozco Jin -el chico solo la miraba-. Desconecté tu celular -dijo tomando la mano de su sobrino-, ya tengo los documentos para que te transfieras de escuela y estoy vendiendo la casa. No te preocupes, no pasará nada. Ya acabó, solo concéntrate en recuperarte.

Jinyoung asintió con la cabeza.

—Bien, por cierto ¿dónde estoy? No recuerdo que así sean los hospitales.

—No te preocupes por eso, estarás mejor aquí, te ayudaran —el chico la seguía mirando—. Solo yo se que estás aquí.

Pareciera como si le leyera la mente y supiera en quién está pensando.

Jackson.

Pasaron algunos días, Jinyoung solo salía al patio de ese lugar, tomaba las pastillas que le daban, comía y dormía. Su tía no estaba con el todo el tiempo pero sí la mayoría, aún tenía que trabajar pero intentaba hacerlo por teléfono. Se sabía el número de Jackson de memoria, pero intentaba olvidarlo porque pensaba que en cualquier momento agarraría su nuevo celular y lo llamaría.

¿Lo extrañaba? Claro que lo extrañaba, extrañaba también a Jaebum, a Youngjae. En ese lugar se dio cuenta de varias cosas, sí consideraba a los tres chicos sus amigos. Obvio que sí. Aunque se repetía que él no tenía amigos y que estaba mejor así, esos tres chicos no lo juzgaron ni lo dejaron incluso después de que él mismo les dijo que no tenía amigos y que estaba bien así.

Estaba sentado en su cama, el cuarto era pequeño y de no ser por la ventana se sentiría sofocado, habían pasado cuatro días desde que despertó. Dos semanas en total de que no sabía nada de nadie. Youngjae le había dicho que el cumpleaños de Jaebum era en octubre ¿habría pasado ya? No le pudo ni enviar un mensaje.

Suspiró, su tía decía que así estaba mejor. Entonces ¿por qué no se sentía mejor?

Escuchó un ruidito por la ventana y se giró para verla, no había nada así que regresó a ver la pared. De nuevo el sonido, se levantó y se acercó para ver que era.

—¿Estoy imaginando? —susurró mirando hacia abajo—.

—Ayúdame —murmuró el castaño estirando su mano—.

Jinyoung tiró del brazo del menor para ayudarlo a subir y logró entrar. Jackson solo miraba a Jinyoung para ver su expresión y él sintió que se le formaban pequeñas lágrimas en los ojos, se acercó rápido a Jackson y lo abrazó. De verdad estaba ahí.