KOROLEVA |+21| |En proceso|

PRÓLOGO

La venganza se sirve crudo y con sangre. La venganza satisface los deseos más oscuros. Un beso dulce puede ser el comienzo de la destrucción. Las miradas queman cuando la pasión se vuelve eterna. Esa pasión de sus labios pasa por mi piel haciéndome delirar.

Él tuvo el poder sin límites sobre mi cuerpo. Él era todo lo que pensaba día y noche. Y su traición negó su entrada a mi paraíso personal en un infierno.

Los felices por siempre deben existir, más no para una mujer de este mundo.

Permanece el patriarcado, machos alfas que necesitan una pizca de su propia medicina. Rebajan el esfuerzo de una mujer porque tienen miedo de ser desplazados. La realidad es que, por el hecho de ser mujer, creen tener el poder de criticarnos. Una mujer exitosa no se tomará en cuenta en los noticieros. Una mujer ambiciosa será tomada por ganarse al mejor postor. 

Si fuera un hombre, me alabarían y besarían mis pies. El mundo me ama porque creen lo que ven de mí. El mundo funciona por ver quién es el primer ganador.

Mi piel arde en llamas, dirán que hago cosas malas, dirán... dirán... se dirán muchas cosas de mí y en ninguna acertarán. No lo verán venir porque creen que soy una carita de ángel, una mujer hermosa.

Pobres ilusos.

Existen miles de problemas en mis mundos, pero la espina que quiero destrozar es aquella donde cometen actos viles y repudiables. Será doloroso para esos asquerosos, lo peor está por llegar.

Me encanta saborear el poder, mi captor apretó el botón de la entrada a mi infierno. La escoria que se juntó con él pagará cada cicatriz. Se colaron en mis sueños de infancia, se burlaron de mí, jugaron conmigo, mataron mis ilusiones.

Basuras andantes, miren lo que me llevaron a hacer. La muerte soy yo y estoy deseosa de llevarlos al infierno. No quieren de líder a una mujer en el infierno. No quieren de líder a una mujer en diferentes ámbitos empresariales. 

Usaría mis armas y si era necesario, la artillería pesada. ¿Quién desconfiaría de una mujer que realizaba un crimen perfecto?

En cualquier lado me encontrarás con el mentón en alto, jamás agacharé la cabeza por nada ni por nadie. Murmurarán a mis espaldas, me criticarán, y todo eso poco me importará. Todos conocerán quién soy, en mis dos mundos me respetarán. 

No soy una villana ni un héroe, simplemente soy Amanda Lebedeva, la Koroleva.

***

Año 2003

Esas manos me recorrían el cuerpo, estaban tocándome sin mi consentimiento. Krum se reía al ver mis lágrimas bajar por mis mejillas. Asustada de lo que iban hacerme fijé mi mirada en la oscuridad del pasillo de la casa donde tantas veces jugué con él.

—Mi gente se divertirá contigo —susurró cerca de mi rostro—. La pequeña Lebedev se hará mierda porque ha sido su culpa la desaparición de mi hermano.

—Yo no hice nada...

—¡Cállate! —golpeó mi rostro y solo pude cerrar los ojos.

Me tenían atada a una mesa de metal mientras hacía cortes a mis piernas con sus navajas y buscaba golpearme con cualquier objeto.