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Varios días habían pasado, el pobre Gyuutaro solo podía pensar en esa rubia, era esto acaso amor a primera vista? Es siquiera correcto etiquetarlo como amor? Ni el lo sabía, ni siquiera planeaba intentarlo, su fealdad y lo que hacía tras bambalinas ya le ha sentenciado a la soledad desde hace mucho tiempo

Y sin embargo en su tiempo libre, sobre el papel de sus dibujos listos para tatuar, dibujaba girasoles, campos completos de girasoles que no podía dejar de ver, y pensaba una y otra vez en esos ojos que se veían tristes, y ni siquiera sabía por qué

-Oh~ que bonito~

-Tu cállate maldito imbécil que a ti te gusta tu maestra!

-Ugh! No era necesaria tanta crueldad

Y ese, era Akaza, lo de su maestra era real, la señorita Kyoko Rengoku era una mujer amable y sencilla con un cuerpo bastante sensual, Akaza se flechó con ella en el momento en que la vio y ella le trataba como un alumno normal, otro alumno más de la universidad en la que daba clases, porque a pesar de también ser tatuador, Akaza aspiraba a tener una carrera que pudiera servirle en caso de aburrirse de su arte

-Ya dime, quien es quien te tiene dibujando florecitas, porque no creo que sea tu hermana

-Eso no te compete

-Oh vamos, yo te dije lo de mi profesora, tu puedes decirme esto, o que, es menor y crees que te llevaré con el FBI?

Gyuutaro lo miró por un momento, y es que quizá no sea mentira, para ese momento la chica debía tener unos 17 años

-Oh, es verdad? Jaja! Lo sabía, bueno, espero que puedas vivir bien en prisión-

-Ni siquiera soy tan mayor imbécil, tengo 23, por qué me tomas!? Son solo cinco malditos años que exagerado en la mierda eres, o qué a sus 17 no tiene el pensamiento adulto para procesar lo que es el sexo? Que en cuanto apagas la vela de tu pastel aprendes todo eso de golpe!? No seas absurdo tarado!!

-Cielos! Cálmate!! Solo dije una frase! Mierda quien te hizo tanto daño!?

-... Mira, lo más probable es que tenga 17, y solo crucé palabras con ella una vez y en este momento debe estar pensando que soy lo más horrible que ha visto así que no importa mucho, además, quien sabe y ya tiene novio

-Uff ... Bueno, pero si yo te aconsejaría que no perdieras eso de vista, si la quieres y te tiene así, es porque el destino hará algo para que suceda

-Tu crees?

-Si, bueno, ilusionarse está mal y todo pero, se vale soñar, yo por ejemplo se que mi oportunidad con Kyoko es baja pero no me rendiré en invitarla a salir, quiero que me vea como un hombre y no como su alumno

-Ah... Entonces... La invitas a salir en medio de la universidad?

-Emm... Si?

Gyuutaro lo miró con rostro serio, mientras Akaza empezaba a sentir algo de vergüenza

-... Nunca dejaras de ser solo un niño para ella

-Oye! Tu no conoces a Kyoko, te juro por dios que será mía, y ese día, te juro que te-

-Diculpen!

Ambos miraron a la puerta del estudio, quedando mudos por completo, pues en la puerta se hallaba una linda rubia tímida que se veía nerviosa mirando su alrededor, y Gyuutaro sonrió al verla con la linda falda de la escuela

-No esperaba tu visita, piernitas~

Akaza parpadeó un par de veces, al parecer, el y su amigo tenían en común el gusto por las rubias, así que levantó sus cosas dispuesto a salir

-Los dejo, y tú no le hagas caso, el es un mentiroso

-Hey! Métete en tus asuntos cara de basketball

-Para de decirme así!!

Con ese grito él se retiró y ella se rió un poco, y al irse se miraron, Gyuutaro estaba nervioso, hablar con una mujer nunca fue su fuerte por su fealdad, menos por una tan linda y que sospechaba que le gustaba

-Y? Que trajo al par de piernas más bonito a mi local de tatuajes

-Oh, B-Bueno yo... Amm....

Mierda, ni ella tenía una razón, así que se inventó lo primero que pensó

-Me quiero tatuar

Gyuutaro feliz por eso le sonrió levantándose de su lugar para estar frente a ella, y esa diferencia de tamaños, nuevamente, la hacía mirarle a los ojos nerviosa, ya no de la amenaza, sino de su altura, hasta que él le tomó la mano

-Acompañame princesa, veremos los detalles~

Ella dudaba de tomar sus manos, pero a pesar de su rostro, confiaba en sus ojos, pero aún no sabía que hacer

-Se que no luzco para nada como un príncipe pero... Alguna vez has visto Shrek?

Eso hizo reír a la rubia, que le tomó la mano, y juntos entraron al estudio, dónde ella miró su habitación llena de dibujos, y en medio de sus fotos y diseños, un pequeño rayito que estaba tatuado entre los pechos de una chica

-Algo en particular piernitas?

-Amm... Podría ser éste?

Piernitas (GyuuZen) (Zenitsu Fem)Where stories live. Discover now