Declaración

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Narra Øystein

No podía creer lo que estaba haciendo, ni siquiera fue planeado pero, no me resistí. Ese beso fue lo más hermoso que me ha pasado desde que me rompieron el corazón.

Separé mis labios de los de Pelle y solté sus muñecas, no sin antes quitarle la gasa con la que iba a curar mi labio.

No necesitas esto -dijo Øystein aventando la gasa-

Pelle estaba en una especie de shock, aunque reaccionó a los pocos segundos y llevo ambas manos a su boca.

Øystein, ¿Qué hiciste? -dijo el rubio incrédulo-

Øystein: Acabo de besarte

Pelle: ¿Por qué?

Øystein: ¿No te gustó?

Pelle: ¡¿Eh?!... Bueno, yo...

Øystein: ¿Ajá? -estaba riendo de nervios-

Pelle: Es que yo no...

Øystein: Si no te gusta, me lo puedes devolver

En cuanto el noruego dijo ésas palabra, volvió a besar al sueco.

Narra Pelle

No supe cómo reaccionar, pues fue mi primer beso, y además, robado. Se supone que es mi amigo pero, ¿Por qué me siento tan raro?.

No debería sentir esto, no... ¡No puedo!
¡Joder! ¡Por Lucifer!... ¿Qué hago? No debo dejarme llevar ¡NO!

¡Maldito Øystein! ¿Por qué haces esto?. La verdad es que me gusta su manera de besar... ¡Mierda! No puedo más...

El rubio ya no pudo resistirse y se dejó llevar, el beso se volvió tan apasionado que a Pelle se le escapó un gemido, lo que hizo que el pelinegro se detuviera.

Tú decides si me detengo o continuo -dijo el pelinegro-

Øystein, ¿Puedes decirme por qué haces esto? -dijo Pelle muy confundido-

El pelinegro se puso de pie y ayudó a su amigo para que hiciera lo mismo.

Øystein: Si quieres saberlo te lo diré... desde hace algunos días siento algo que no sé cómo explicar. Te besé porque no me pude resistir, esa es la verdad.

Pelle: Ese fue mi primer beso -dijo el sueco sonrojado y mirando hacia el suelo-

Øystein: ¡¿Qué?!

Pelle: Si vas a burlarte, no me importa -se le salieron las lágrimas-

Øystein: No voy a burlarme. Me parece increíble que haya sido tu primer beso, eres muy hermoso y juraba que...

Pelle: ¿Qué? ¿Que ya ni siquiera soy virgen?

Øystein: Sí -le miró con las mejillas ruborizadas-

Pelle: Pues sí lo soy, jamás he tenido un novio o una novia. Me enamoré una vez pero, él no me amaba... El imbécil sólo quería acostarse conmigo. Nunca lo besé porque supe a tiempo sus verdaderas intenciones y me alejé.

Øystein: Lamento escuchar eso, yo también amé a alguien que sólo jugó conmigo y me cambió por otro -abrazó al sueco-

Lo lamento -dijo Pelle-

Øystein: Per, ¿Por qué me seguiste la corriente con el beso?

Pelle: Porque... -se separó del noruego y mordió su labio inferior-

Eres todo lo que quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora