𝐑𝐀𝐈𝐍. ❪ 𝐇𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 ❫ ✓

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 17

Caire se sentó en la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, o mejor dicho, Artes Oscuras con la cabeza gacha. Desde que el profesor Dumbledore había fallecido y los mortífagos se habían apoderado de la escuela, todo era diferente.

"¡Tú! ¡Santos!" Amycus Carrow, el profesor de Artes Oscuras gritó. Asterio levanto cuidadosamente la cabeza.

"Estamos practicando la maldición Cruciatus. Me gustaría que la demostraras. Lánzala sobre la chica Wood", gruñó el profesor Carrow. Asterio jadeó y abrió la boca para protestar, pero Claire lo agarró de la muñeca por debajo del escritorio y negó con la cabeza.

"Sólo hazlo", susurró ella. Asterio la miró con incredulidad en su rostro. Sin embargo, no debería haberse sorprendido. Por supuesto que Claire le obligaría a hacerlo; si no lo hacía, sería él quien saldría lastimado. Y Amycus Carrow no era de los que mostraban piedad.

Las manos de Asterio temblaron mientras levantaba su varita hacia Claire lentamente. Arabella observaba desde una mesa de distancia, con lágrimas amenazando con derramarse de sus ojos. Claire asintió hacia Asterio, cerrando los ojos.

"Cru-"

Asterio fue interrumpido por la puerta grande y pesada que daba al salón de clases. Todos dejaron escapar un suspiro de alivio, agradecidos de no tener que ver torturar a otro de sus compañeros de clase. Se había vuelto bastante normal durante el año escolar, pero aún dolía profundamente.

"El profesor Snape quiere a todos en el Gran Comedor. ¡Han visto a Harry Potter en Hogsmeade!" chilló un estudiante de tercer año. La habitación estalló en los sonidos de susurros silenciosos. Los ojos de Claire se agrandaron, su corazón comenzó a latir a un ritmo acelerado. El profesor Carrow gruñó cuando el estudiante desapareció de la puerta.

"¡Todos! ¡Al Gran Comedor!" el ordenó. Todos comenzaron a salir del salón de clases con entusiasmo. Arabella agarró la mano de Claire mientras se alejaban de la multitud de estudiantes, dirigiéndose a la Sala de los Menesteres. Compartieron una mirada esperanzada. Harry era el faro de esperanza de todos. Después de que no regresó a Hogwarts a principios de año, la gente estaba aterrorizada, pero el fiscal del distrito lo sabía mejor.

Neville Longbottom, un estudiante de séptimo año en Gryffindor había dado un paso al frente, recibiendo muchos castigos de los Carrow para poder proteger a otros estudiantes. Ginny Weasley y Luna Lovegood también ayudaron, restaurando el E.D.

Claire y Arabella entraron en la Sala de los Menesteres y se encontraron con algo que no esperaban.

Fue como si el tiempo se ralentizara cuando los ojos de Claire se posaron en su novio, de pie al otro lado de la habitación, sus llamativos ojos verdes encontraron los de ella. Inmediatamente corrió hacia él, echándole los brazos al cuello. Harry envolvió sus brazos alrededor de su cintura, hundiendo su rostro en su hombro.

"Merlín, te extrañé, princesa", susurró. Claire dejó escapar un sollozo cuando lo apretó aún más contra su cuerpo. Ella se apartó de él, sus manos fueron a los lados de su rostro. Ella pasó sus manos por su cabello negro, mordiéndose el labio para evitar que otro sollozo escapara de su boca. Harry le sonrió con tristeza mientras pasaba sus manos por su cintura lentamente.

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Claire y Harry entraron al Gran Comedor, con las manos entrelazadas y la cabeza gacha.

"Muchos de ustedes seguramente se estarán preguntando por qué los he convocado en este momento. Me ha llamado la atención que más temprano esta noche, Harry Potter fue visto en Hogsmeade. Ahora, si alguien, estudiante o personal, intenta ayudar al Sr. Potter, será castigado de manera consistente con la gravedad de su transgresión. Además, cualquier persona que tenga conocimiento de estos hechos y no se presente, será tratada como igualmente culpable. Ahora bien, si alguien aquí tiene conocimiento de los movimientos del Sr. Potter esta noche, los invito a dar un paso al frente. Ahora", dijo el profesor Snape, caminando dramáticamente entre las filas de estudiantes.

Los dedos de Harry le dieron un último apretón a Claire antes de revelarse a Snape. Todos jadearon cuando dio un paso adelante, con una mirada de orgullo en su rostro.

"Parece que, a pesar de sus exhaustivas estrategias defensivas, todavía tiene un pequeño problema de seguridad, director", afirmó Harry. Las puertas del Gran Comedor se abrieron de golpe cuando los miembros de la Orden del Fénix entraron con sus varitas en alto.

"Y me temo que es bastante extenso," continuó Harry. Se volvió hacia Snape enojado.

"¡Cómo se atreve a pararte donde él estaba! ¡Cuenteles cómo sucedió esa noche! ¡Cuénteles cómo lo miro a los ojos, un hombre que CONFÍABA en ti y lo mataste!.

El rostro de Snape se desplomó. Sacó su varita, listo para lanzar una maldición a Harry. Los estudiantes jadearon, pero la profesora McGonagall se paró frente a Harry de manera protectora. Disparó hechizo tras hechizo al director de pelo grasiento. Bloqueó todos los hechizos antes de despegar en una nube de polvo negro.

"¡COBARDE!" exclamó la profesora McGonagall. Se volvió hacia los estudiantes, quienes estallaron en vítores mientras encendía todas las velas en la habitación en penumbra. Claire sonrió, tomando la mano de Harry una vez más.

Su alegría duró poco cuando una voz de serpiente llenó los oídos de todos. Múltiples estudiantes gritaron, agarrándose las orejas.

"Sé que muchos de ustedes querrán pelear. Algunos de ustedes pueden incluso pensar que pelear es sabio. Pero esto es una locura. Denme a Harry Potter. Haganlo, y nadie saldrá lastimado. Denme a Harry Potter y yo Dejaré Hogwarts intacto. Denme a Harry Potter y serás recompensado. Tienen una hora.

El susurro de serpiente se detuvo, dejando un silencio conmocionado en el Gran Comedor.

"¿Qué están esperando? ¡Que alguien lo agarre!" Pansy Parkinson chilló, señalando a Harry. Claire se paró frente a Harry con enojo, su varita apuntando a Pansy. Gruñó, sus ojos desafiando a la chica Slytherin a intentar algo. Los miembros del E.D y los miembros de la Orden se unieron a Claire, rodeando a Harry.

De repente, Filch entró corriendo en la habitación, abrazando a su gato, la Sra. Norris, contra su pecho. "¡ESTUDIANTES FUERA DE LA CAMA! ¡ESTUDIANTES EN EL PASILLO!" el grito. La profesora McGonagall puso los ojos en blanco y dio un paso adelante.

"¡Ya sabemos que están afuera de la cama idiota !"

Filch dejó de gritar, luciendo un poco avergonzado. "Oh," murmuró.

"Da la casualidad, Sr. Filch, que su llegada sea muy oportuna. Me gustaría que, por favor, sacara a la Sra. Parkinson y al resto de la Casa Slytherin del Salón", ordenó la profesora McGonagall, dando un paso adelante.

"¿Exactamente a dónde los llevaré, señora?" preguntó Filch.

"A las mazmorras".

Los estudiantes (excepto la Casa Slytherin) estallaron en aplausos, lo que hizo que Claire se riera un poco.
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Se acerca el final......