capítulo 29 : Historias...

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Mirko

Me di cuenta que algo en mi actitud o en mi comportamiento mudo.
Si antes tenía un efecto hipnotizador en las mujeres, ahora el efecto era más notable; y con eso quiero decir que, Minerva me enseñó a manipularlas mucho mejor.

Con la ilusa idea de que tienen elección a estar o no conmigo o a mi lado. Jajajaja....
Claro que hablo de Celeste...
Tengamos presente que el entrenamiento militar y ser el primero en su vida tuvo su granito de arena...
Unas palabras más y unas miradas y pamm!! Cayo.

Ahora vamos de viaje en su auto y contando con su total devoción, la cuál ya llegará en momento de comprobarla mejor.

Carolina, en cambio está más distante. Pensativa. Debo tener sumo cuidado de que no intenté huir de mí.
Estabamos llegando al control en Zárate cuando recordé algo importante; el pasaporte de Carolina. El mío lo llevaba encima y la milico obviamente también, pero... Y el pasaporte de Carolina.

-Der'mo! Der'mo!-grite pegando por el volante de la camioneta.

-¿Qué pasa?-preguntó Carolina.

La otra pego un brinco y observó a su alrededor con su mano en las botas, seguramente lleva un arma, la vi por el espejo.

-no tienes pasaporte Dolli!-dije pegando nuevamente al volante.

-mierda!-dijo Celeste pegándose por la frente.

-ahh-dijo ella pensativa- y esos es un problema o problemon!?-

-ehh!?-pregunto-Obviamente que el un problemon chiquilla!-dijo Celeste pasándose los dedos velozmente por sus cabellos.
Yo me tiré a la banquina antes de llegar.
Había llamado a Tatiana para que le ubique a Sergey, hora y media antes de salir me contestó que ya le avisó que ibamos de camino a Buenos Aires con Carolina.

-Y ¿dónde lo tenían por última vez?-Preguntó Celeste.

-En el puente- conteste pasando mis manos por el rostro completamente frustrados.

-Y llamale a ese tal Sergey y pregúntale si no le entregaron cuando llegaron sus abogados representantes ese día en el control del puente, pues..

-Es que no será nada fácil explicarle que cometí otro error más-conteste completamente furioso conmigo mismo.

Carolina volvió a hablar...

-¿ Y si le pregunto yo?.

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Sergey

Después de lo ocurrido en el puente, la huida de Mirko llevándose a Carolina, logramos reducirlos a los que estaban dentro de la sala de chequeo y llamé a mis abogados, los que me asesoran acá en Bs As. Y para la noche estuvimos ya en la ruta rumbo a la capital.

Tratamos de ubicarlos en lo que quedo de la tarde; pero conociéndolo a mi primo, es muy difícil rastrearle luego de una huida...
Es un maestro del camuflaje.
Sólo me quedó esperar a que se contacté con Tatiana, para saber de su paradero.
Llegamos a la madrugada a San Telmo.

Fui directo a mi edificio en Defenza y chile. Subi me duche y los chicos se acomodaron en el dep de enfrente y Nikita en el siguiente.
Al ser dueño del edificio sabía cuáles estaban ocupados y cuáles libres; de los cuáles solo eran alquilados en temporada de turismo.

Al otro día, por la tarde dio noticias Mirko. Tenía a Carolina, consiguió que alguien los traiga, salían a las 10 pm. de la noche, viniendo rápido llegarian en unas siete u ocho horas, más o menos a las seis y media aproximadamente de la madrugada.

A las cinco y media recibo una llamada desconocida a mí nuevo movil.
Dejé sonar hasta que colgó. A los minutos volvió a llamar, arrojé las sabanas y tomé el celular de la mesa de noche.

-Da!-contesté y escuché su voz austada.

-Danila!!- dijo- Somos nosotros-estamos a metros del control en Zárate y...-bajo más la voz como si la pudieran escuchar y continuó-No tengo pasaporte!-susurró.

-No te preocupes Dolli- contesté.-Diles al encargado tu nombre y que vienes a verme y te dejaran pasar. Ok. -digo en ruso-ya me comunicó con ellos.
Y corte la llamada.

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Deudas de Sangre (Completa)#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora