VI. your necklace is hanging from my neck
Una de las actividades del campamento era un taller de manualidades. Empezaron con origami. Soleil era muy meticulosa en cada pliegue, y a Logan no le suponía ningún tipo de problema, pero Raven parecía estar batallando con las grullas y los comecocos y se estaba poniendo nerviosa. No era muy paciente, y no se le daban bien las actividades que requirieran de calma.
—¡Joder!
Louis le tapó la boca. Harry lanzó una sonrisa incomoda a todos los presentes, los niños horrorizados, los niños divertidos, los padres relajados, los padres jueces y los monitores sorprendidos.
—No se dice eso, lo sabes —reprendió a su hija.
—¡Pero esto es una basura! ¡No me gusta, no me gusta, quiero irme! —gritó, cruzándose de brazos y dando patadas al suelo.
—Raven... Ya eres mayor para estas rabietas —dijo Louis.
—¡Pues no, no lo soy!
Antes de que ni Harry ni Louis pudieran evitarlo, Raven salió corriendo de la cabaña. Harry hizo ademán de seguirla, pero Louis le puso una mano en el pecho.
—No te preocupes, ya voy yo.
—No, quiero ir yo.
—Cuanto más discutáis más difícil será encontrarla —canturreó Logan.
Harry bufó.
—Vale, ve tú.
Entonces fue cuando Harry oyó un claro, cristalino susurro. Un «Si es que son un caos, lo que le hace falta a esas niñas es una madre». Harry apretó los labios y puso una mano en el hombro de Logan. Ninguna de las dos parecía haberlo oído, así que decidió callarse la boca y no contestar a esa asquerosa señora, resistiendo la tentación de clavarle una maldita grulla en el culo.
—¡Mira, papá! —Soleil le enseñó con una gran sonrisa un conejito que había hecho con papel rosa.
—Impresionante, Soleil —la felicitó una monitora —. Esa figura es muy complicada, tienes talento.
Harry sonrió con suficiencia. Sabía que no debía atribuirse a sí mismo los éxitos de sus hijas, pero había sido una semana dura y el día no empezaba bien, que le dieran un respiro.
—Estupendo, cariño —le dijo, dándole un beso en la cabeza.
De todas formas, estaba bien separarse un poco de la atosigante presencia de Louis. No era que fuera pesado. De hecho, mantenía las distancias y era muy respetuoso. Pero Harry era consciente de él todo el rato, con intensidad, como si fuera hierro caliente presionando contra su piel.
Parecía estar en todas partes. Sus ojos azules mirándole cuando despertaba, su torso desnudo apareciendo de repente cuando Harry quería ir al baño, sus manos rozándole sin querer y haciéndole temblar. A veces, Harry hasta se quedaba un poco embobado mirándole hablar con las niñas o pasarse la mano por el pelo. No había cogido el teléfono ni una sola vez desde que habían venido al dichoso camping. No recordaba haberle visto tanto tiempo despegado de él.
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out of the woods ; ls
FanfictionCuatro años después de divorciarse, Harry y Louis quedan atrapados en una cabaña en el bosque por culpa de una niña obsesionada con las ranas.