Noche en Chicago.

Te amo.

3 de Agosto 1977

-Familia Jackson-Jennifer exclamó sorprendida observando a toda la familia en el patio.

-No se preocupen-Se apresuró a decir la señora Katherine.

-Cualquier problema que tengan no nos incumbe, nos veremos más tarde, cuídate nena-Joseph se despidió y salió acompañado de sus hijos y esposa.

-Yo...

-No te preocupes Michael, estaré bien.

El moreno aún con la mirada dudosa se fue retirándose lentamente de la escena.

-Cariño, nosotros...

-¿Que hiciste mamá?-Sus ojos se llenaban de lágrimas poco a poco.

-Tienes que saber que esto no tiene que afectarte en nada hija-Habló Duncan.

-¿Que cosa?,¿Que está pasando?-Al borde de la desesperación TN se sienta sobre el concreto.

-Tu madre a decidido tomar rumbo con otro hombre, parece que no importamos más en su vida.

-No Duncan no lo hagas parecer así!

-Es que así son las cosas!

Los adultos comenzaron una nueva pelea y es que ambos estaban al borde de la locura.

Duncan después de buscar a su esposa para tratar de hacer las pases con ella la vió besándose muy animadamente con un hombre fuera del mismo restaurante donde él la había citado.Con el corazón roto comenzó una pelea entre los tres donde aquel tipo simplemente se fue y ellos dos terminaron armando un escándalo hasta la casa.

-Como sea Jennifer, te amo, enserio lo intente pero ya no puedo, si quieres librarte de mi solo te daré el divorcio y ya está pero eso lo arreglamos más tarde-El señor Obrian partió molesto hacia la entrada de la mansión.

-Ma-má.

-Tranquila pequeña-La mujer se arrodilló hasta tomar el rostro de su pequeña-Todo va a estar bien, ya no llores-De manera triste limpiaba todas las lágrimas de su hija-Ya no llores.

~ • ~

20 de Agosto 1977

Los veo llegar con los ojos rojos a la casa.Esta mañana han ido a firmar los papeles de divorcio mientras me dejaban empacando mi última maleta, papá no a tenido el corazón para correr a mamá, ella se quedará aquí, nosotros nos iremos.

La mañana es nublada tiñendo el cielo de un color gris, raro aquí en California.Esto que está pasando es algo melancólico pero de alguna manera me tranquiliza, no ver más peleas, no más gritos, no más llantos, no más dietas, no más golpes.

Supongo que después de todo es lo que tenía que pasar, mamá no estaba feliz y papá no podía vivir engañado.

-Nos vamos en 30 minutos cariño, arregla todo-Papá me anuncia con una pequeña sonrisa forzada.

-Saldré un rato-Ignorando la morada de mi madre cruzó la puerta y me dirijo hacia el pequeño bosque que divide las mansiones.

Una vez fuera de la casa doy dos pequeños golpes hacia aquella puerta de madera, al abrirse se asoma justo la persona que estaba buscando.

-Puedes salir un momento?

-Claro-Puedo escuchar lo mormado em su voz, sin embargo, sale de la casa y me toma de la mano.

Comenzamos a caminar hacia aquel bosque, su ropa abrigadora lo hace lucir tierno, sobre todo por qué es muy friolento y este parece ser un clima mortal para él.