prólogo

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Prólogo♡

Dong Yang-min es una alumna becada, vive sola ya que su madre vive en otra ciudad junto a su nueva familia. Ella es la tipica chica callada que no se mete en los problemas de los demás, ella es conciente del constante abuso que hay por parte del grupo de bravucones hacia los grados menores, nunca le importo esto hasta que empezaron a meterse con ella. Habian empezado a molestarla con cosas menores como, tirarle los libros, reirse de ella y ponerle apodos, la joven no decidio no darle tanta importancia ya que no ocurria muy seguido y era algo soportable, pero, ese día...

Yang-min estaba de camino a su casa, era tarde porque le toco trabajar horas extras por el aumento del recibo de la luz. La joven iba tranquila pues no se esperaba que contaria con la mala suerte de encontrarse a los bravucones del colegio expesificamente bastante tomados, lo que significa más peligro ya que no estarian en todos sus sentidos.

-Valla, miren nada más que tenemos aqui- dijo el lider de el grupo interponiendose en el camino de la chica- y justo cuando los perros tienen hambre...

Mordio descaradamente su labio inferior mirando de arriba a abajo a la joven que estaba muerta de miedo aunque no lo demostraba, Yang-min trato de alejarse y seguir con su camino pero dos chicos más aparecieron prohibiendole el paso, mientras otro de ellos que reconocia con el nombre de Gwi-nam estaba aparentemente sobrio y indiferente a la situacion.

-alejense de mi!- grito la chica en cuanto los tres hombres empezaban a acercarse más de lo debido- ayudenme!

Los hombres rieron porque sabian que era una calle muerta, asi que nadie la podia escuchar.

Los dos hombres sujetaron a la pobre chica de los brazos dejandola sin oportunidad alguna de escapar.

El lider de ellos desabotono la blusa de la joven empezando asi a tocar sus pechos por encima del brasier, esta seguia gritando y lloraba rogando que la dejaran.

Gwi-nam quien estaba indiferente empezo a agobiarse, el puede ser un bravucon y de más pero no iba a permitir que abusaran de una chica inocente, por lo que agarro una botella de vidrio y la impacto en la cabeza de su jefe dejandolo inconciente, luego hizo lo mismo con los otros dos, no le preocupo lo que pasaria despues porque estaban tan ebrios que es obvio que no recordarian nada al despertar.

Rapidamente tomo a yang-min de la muñeca y corrio con ella hasta estar lo suficientemente lejos del trio de idiotas.

Yang-min quien aun estaba temblando del miedo empezo a botonarse la blusa de nuevo con nerviosismo, en cuanto lo hizo tomo aire intentando recuperar el aliento y el color mismo.

Cuando ya estaba más tranquila, Gwi-nam le dio un empujon haciendo de chocara con una pared de concreto que estaba ahi, luego acorralo a la chica contra ella agarrandola del cuello de la camisa.

-escuchame bien, pequeña mierda, ni una sola palabra de esto a nadie, esto nunca paso- le dijo el asiatico a la aun más asustada joven- entendido?!- ella asintio entre sollozos, luego la solto con brusquedad.

Yang-min no sabia si podia irse, estaba tan asustada que no sabia que hacer, sus pies no obedecian lo que su cabeza ordenada, definitivamente fue un infierno para la pobre.

Gwi-nam se quito el chaleco que cargaba y lo puso sobre los hombros de ella, dejandola confundida ante su accion.

-estas cerca de tu casa?- le pregunto el chico en un tono frio y neutro, ella nego- eres estupida? Como se te ocurre caminar sola a estas horas de la noche?- resoplo- increible.

Ella agacho la cabeza sin saber que decir, entonces el golpeo leve su espalda indicando que caminara a su casa, la joven hizo caso y extrañamente el la siguio con las manos metidos a los bolsillos.

El la acompaño hasta su casa sin saber por que, solo lo hizo, en el camino se pregunto porque estaba haciendo todo esto por ella si solo es una estupida chica, se hubiera ahorrado tantas molestias si la hubiera dejado a su suerte con el jefe.

-parece que ser estupida es parte de tu naturaleza pero no puedes caminar sola a estas horas, idiota- le reprocho mientras la joven abria la puerta de su apartamento. Ella no dijo nada y en cuanto abrio entro rapidemante cerrando la puerta de un estrellon- perra desagradecida....


Tenias que ser tú... [Yoon Gwi-nam]Where stories live. Discover now