𝐋𝐎 𝐐𝐔𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐒𝐓𝐑𝐔𝐈𝐌𝐎𝐒 ‹ 𝗁𝖺𝗋𝗎𝗄𝗂 𝗁𝖺𝗒𝖺𝗌𝗁𝗂𝖽𝖺 (pah)︐

- III -

No creas que no valió la pena
No creas que no eres importante
Al contrario, yo te amé con toda el alma

No habías despertado y las constantes acusaciones de tu padre seguían causando una gran inseguridad en él, haciendo que se prendiera una llama en él al querer buscar venganza contra la pandilla causante de tu malestar.

Su corazón nunca perdonaría aquello que te hicieron, así que por lo mismo volvió a hablarlo con Mikey antes de iniciar la reunión. Durante un tiempo se contuvo; sin embargo, vio a un chico al que no dudo en ir a enfrentar, aunque los demás lo detuvieron.

── No empieces una pelea con el invitado del presidente. ──

Claro que lo enojó y por eso Pehyan lo tuvo que ayudar, se disculpa también su amigo por él. Y de nuevo le recordaron lo que te sucedió al explicarle Takemichi, solo lo lastimada, ya que añoraba tanto tu amor.

── El líder de Moebius, un chico llamado 'Osania'. Se peleó con el hermano de su novia por una estupidez, así que los miembros de Moebius violaron a la novia de Pah frente a su hermano. Lastimaron mucho a los dos, sin embargo, ella se llevó la peor parte. ──

Los sentimientos lo invadieron luego de volver a escuchar aquello; se acercó a Mikey, quien ya lo esperaba sentado en un escalón.

── ¿Qué vas a hacer Pah? ──le preguntó.── ¿Quieres hacerlo? ──de nuevo le cuestionó refiriéndose a planear una nueva pelea.

── Son mayores que nosotros y touman no puede permitir que sigan con esto. ──mantuvo su cabeza agachada, trato de ser fuerte.── y esto le causaría muchos problemas a todos, pero... es Frustrante Mikey. ──su firmeza cayó al lagrimear un poco, quería sentirse útil.

── Eso no es lo que te estoy preguntando. ──lo miró con seriedad mientras alzaba su mirada.── ¿Quieres hacerlo? ¿O no? ──

──Mordió su labio y luego tomó un poco de aire para poder gritar... ── ¡QUIERO HACERLO! ¡QUIERO MATARLOS A TODOS! ──

── Eso es lo que pensé. ──

── No puedo creer que Pah salga con una chica tan linda. ──dijo Baji con sus brazos cruzados. No estaba enojado, más bien lo contrario, aunque él no tenía a nadie; sin embargo, tampoco quería. Era muy raro lo que consideraba y no sabía muy bien como expresarse.

── ¿Ah? ──soltó confundido.── Ni siquiera la conoces. ──

── ¿Cómo supones que no vamos a conocer a la chica de la que hablas? Ella es muy conocida. ──

── No lo sé, yo antes de ser su amigo no la conocía. ──

── ¿¡Fue por ti que se cambió a esa escuela!? ──

── No/Sí. ── Haruki y Ryohei contestaron respectivamente.

Pehyan tuvo que explicar cómo sucedió todo y era una historia muy normal. A él lo molestaron por su físico y de casualidad habías pasado tú por ahí: claramente acompañada de un guardaespaldas. Al ver aquello le pediste al hombre que fuera a ayudar al niño, si bien al principio no quiso ir se vio obligado a ir porque tú fuiste. Nada salió bien, pero quisiste seguir viendo a ese niño para que no lo molestará más.

── Pensé que era por algo más interesante. ──

Llegaron al lugar donde se iban a encontrar. Te presentaría a sus demás amigos, ya conocías a Pehyan, pero faltaban los demás.

Un bonito vestido blanco alzaba tu belleza, adornando tu cabeza se encontraba una diadema de perlas.

Lamentablemente, volvió a la realidad después de sentir como cayó en uno de los hombros de su amigo Manjiro, ni siquiera peleando logró poner tu integridad de pie.

En todo el pequeño lapso de tiempo que trató de golpear a su oponente se la pasó pensando en ti. Iban y venían los recuerdos de aquellas ocasiones tan hermosas que pasaron juntos, pero la ira lo cegó una vez sus ojos lo vieron entrar y desde ese momento peleo con tus recuerdos en su mente.

── Soy una decepción... ──

Escuchó las palabras de aliento del rubio y aquello lo calmó, un poco... todo por un momento se volvió negro.

Lo ibas a odiar, porque hizo algo que seguramente nunca ibas a perdonar. Había quebrado aquello que le habías dicho nunca hacer...
No encontró otro camino.