LUJURIA/ Marcos Llorente y Eric García

Capítulo XXVIII

POV ARIADNA

Llegué a la habitación y por lo vista el canario prefería una sesión de videojuegos con Ferrán que compartir tiempo conmigo. Lo entiendo la verdad, pero mi ego no me permite aceptarlo.

Unos golpes en la puerta me desconcentraron y pensé que era Eva, la imbécil no me deja ni ducharme tranquila.

-Eva, ¿no tienes persona a la que molestar?- Abrí la puerta y no era Eva, sino Marcos.

Cuando fui a cerrarle la puerta en la cara, fue más rápido y puso su pie en medio entrando en la habitación con total confianza.

-Oh entra, como si fuera tuya vamos.-Dije irónicamente.

-Ari, quiero comentarte algo.-Se sentó en el sillón que acompañaba la ventana.- Es que... Quiero disculparme por lo que te dije, sé que no quieres a Pau, pero me aterra tanto perderte que mi mente me lleva a tomarme las cosas como no son.- Me miró a los ojos mientras yo me sentaba en la cama.- Me gustas mucho, rubia.

-¿Mucho?- pregunté tontamente, obviamente mucho, te lo acaba de decir él, idiota.

-Tanto que quiero que seas mía, quiero que seas mi novia Ari.- Se levantó para arrodillarse enfrente de mí.- Y que pueda decirle al mundo entero que estás en mi vida para hacerla mucho mejor, porque eso consigues en mí, haces que mis días a tu lado sean los más increíbles que he visto nunca.- Acarició mi cara.- Porque tú eres la mujer más increíble que he visto nunca.

-Marcos...-Estaba totalmente impactada por su confesión.

-Tranquila, no hace falta que respondas ahora, entiendo que...-Le interrumpí con un beso.

El mejor beso que he dado en mi vida, simplemente con recordarlo ya se me ponen los pelos de punta. Ese momento marcó un antes y un después en mi vida, porque Marcari acababa de cumplirse y no solo en mis sueños.

Marcos se sentó a mi lado en la cama y el beso fue subiendo de tono, así que mientras sus manos ya estaban en la parte baja de mi espalda, las mías ya estaban en el borde de su camiseta intentando quitarla. Mi top ya estaba en el suelo y me encontraba encima del rubio besándole con total desesperación.

-Ari, ya estoy aquí para...-Pedri cortó nuestro momento y yo casi salgo corriendo a matarle.- Lo siento, ya os dejo solos...- Se tapó los ojos y volvió a salir de la habitación.

Marcos y yo nos miramos y nos empezamos a reír, sin duda era una putada que el canario nos hubiera cortado todo el rollo, pero su cara toda roja y sus nervios merecían ser vistos, la verdad.

-Creo que ya puedo volver a instalarme en tu cuarto.- Marcos asintió y nos vestimos rápidamente para recoger y llevar las cosas a Villa Llorente.

POV EVA

Nos despertamos pronto por la mañana para ir a Madrid, solo estaríamos un día allí para viajar a Londres, esta vez.

Los chicos estaban muy ilusionados por la semifinal, y no es para menos, nadie daba ni un duro por esta selección y ha demostrado ser una de las más grandes de este continente.

-Eva, ¿en qué piensas?- Eric me sacó de mis pensamientos.

-En que me debes una cita.

-Te juro que tengo algo listo, pero es sorpresa.- Pasó su brazo por mi hombro acercándome más a él.

-Me gustan las sorpresas.- Sonreí.- Pero me gustas más tú.

-Eso pensaba.- Reímos.

Una vez habíamos recogido, nos dirigimos al aeropuerto y en poco tiempo ya estábamos todos en el avión.

-Atentos todos los pasajeros.-Cogió el micro de la cabina Jordi.- Queríamos dar una cálida bienvenida a nuestras chicas favoritas, que van a acompañarnos a Londres, ¡PORQUE SOMOS SEMIFINALISTAS DE ESTA EUROCOPA!

Todos aplaudimos, ya no solo por nuestra reincorporación al grupo, sino por el hecho de que esta selección estaba llegando muy lejos.

-Eva por favor, te llevamos a Barcelona con nosotros, no aguantamos a Eric sin ti.- Dijo esta vez Pedri.

-¡Si solo ha sido un día!- Dijo contraatacando el gafitas que estaba sentado a mi lado.

-¡Suficiente tiempo ha sido!- Le dijo Ferrán esta vez.

-Están todos en mi contra.- Me susurró el catalán y yo reí.

Sin duda el cambio de Eric era muy notable, vivía amargado el pobre y sus compañeros estaban un poco cansados ya de su malhumor, y no me extraña, hasta yo lo odiaba.

-Tranquilo, yo no estoy en tu contra.- Le sonreí.

-Menos mal.- Me dio un corto beso y apoyó su mano en mi pierna.

-En cinco minutos aterrizamos.- Anunció Lucho.

Madrid, ahí vamos otra vez.

Fue un día divertido, los chicos estuvieron en la piscina casi todo el día y no me extraña, un poco más y me derrito al salir a la calle. Pero lo mejor no era eso, lo mejor era ver a veintitrés futbolistas en bañador. Vale, sí, lo siento, estoy muy salida, pero en mi defensa diré que cualquiera quisiera estar en mi posición.

-¿No te bañas?- Se acercó mi catalán a preguntar.

-mmm no, estoy muy bien aquí.- Le sonreí y me recoloqué la parte baja de mi bikini.

-¿Me estas insinuando algo?- Dijo bajando su mirada donde estaban mis manos.

-La verdad es que no.-mordí mi labio.- Pero si quieres sí.