Suelta un suspiro mientras deja caer su mochila al suelo. Se recuesta en la cama observando el techo
Los trabajos y estudiar para los exámenes le tenían agotado. Sin embargo aquello no era lo que le pasaba en la mente en estos momentos
Sonrió como un tonto al recordar como aquel pelinegro había entregado su libreta, la cual ya la había dado por perdido. Se notaba nervioso cuando se acercó a el y aquello no pudo evitar hacerlo sonreír. Aunque claro, el otro no lo vio pues tenía su mirada en cualquier otra parte menos en el.
Al pensar en ello formo un pequeño puchero con sus labios, muchas veces sus miradas se habían cruzado así que se sintió desilusionado cuando en esta ocasión no pasó.
Dejó de pensar en ello, y mejor se puso a estudiar para el examen de mañana. Se levantó y tomó su mochila para sacar de ahi la libreta que le había sido entregada
Se dispuso a repasar todo lo que había visto en clases y al llegar al último apunte se dio cuenta de que había algo más escrito en la siguiente hoja
Luego de aquel incidente deje de buscar mirar aquellos ojos cafés. Aunque no me servía de mucho pues en mi mente siempre aparecían
Aun conservaba su libreta pero no me sentía con el valor de acercarme a hablar.
Unas cuantas veces nuestras miradas se encontraron en los pasillos dejando nuevamente plasmado aquellos dulces ojos en mi mente.
¿Que me hiciste Ryeowook? Para que con una simple mirada no pueda olvidarme de ti
–¿Quien escribió esto?
Pregunto para si mismo y la respuesta no tardo en llegar. Puesto que solo una persona había tenido su libreta este tiempo
Con una amplia sonrisa leyó más de una vez aquella nota escrita por aquel pelinegro, sin embargo otra pregunta cruzo por su mente
¿Cual fue el incidente que causó que ahora tratara de olvidarlo? Debía averiguarlo, pero antes...
–Querido diario... Yo tampoco puedo olvidarme de esos lindos ojos oscuros.
