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𓏲 Las cosas comenzaban desde ceros, las cosas fluían demaciado bien ahora que incluso daba miedo, los que sabian el secreto de Takemichi podían presentir cuando esté volvía al pasado y regresaba en un futuro, como en este casó.
Chifuyu y draken interrogaban a Takemichi quien lloraba levemente por su gran alegría mientras les platicaba las cosas que sucedieron y como mikey por fin fue derrotado para traerlo al buen camino, un futuro donde todos están juntos y sobretodo todos son felices haciendo lo que les gusta, pero lo que más les sorprendió a todos fue el regreso de cierto pelinegro, Shinichiro Sano, el estaba devuelta, ahora draken era su asistente y no era dueño de la tienda junto inupi quien seguía desaparecido.

Cada persona que murió fue traída de regreso, a excepción de kisaki, quien fue la gran amenaza de Takemichi y Hinata, sus vidas personales eran hermosas y eso están bien, mikey ayudaba a shinichiro o a su abuelo con sus trabajos, takemichi por fin planeaba su boda con hina, otra vez, el trio estaba contentó en la tienda de mascotas, aún que Chifuyu también estudiaba para realizar su sueño de ser Piloto, draken y Emma estaban en una relación formal, al principio mikey y Shinichiro se rieron pero lo tomaron a bien...

Solo KoKo e inupi quedaban, lo único raro era que koko seguia secuestrando a inupi y pasaba lo mismo, pero está vez fue diferente, como ya no era parte de ninguna pandilla cuya existencia desapareció cuando takemichi regreso pues tenía a inupi en su propia casa.

En aquella habitación se encontraban los dos hablando de todo lo que pasó hace meces, el por qué lo hizo KoKo, el por qué inupi lo dejo de amar ...
Era más que obvio que Hajime no dejaría a inupi regresar con draken, no le importaba si era solo su amigo no lo quería cerca de el por miedo a perderlo, su pequeño trauma del azabache.

— Y entonces ... ¿ Dices que me vendrás a visitar si te dejo libre ? — alzó la ceja y miro al rubio que estaba sentado frente a el

— Si — dijo simple

— Es mejor que te quedes a vivir, aquí, inupi, conmigo no te faltará nada prometo cuidarte — recargo su cabeza en sus manos y lo miro

— Si no me dejas ir escaparé y olvídate de volver a verme — gruño

— ¿ Y como piensas escapar ? —rio y saco la punta de lengua — Estás demaciado seguro aquí. —

— Eso crees, sabes bien que soy más astuto que tú — apretó su puño

— Por eso mi casa es segura — tomo un poco del refresco — Además,aquí estas bien, tienes comida, ropa, zapatos, techo, no te hace falta nada —

— Si idiota pero necesito salir llevo 5 putos meces aquí encerrado y nisiquiera por las malditas ventanas puedo asomarme —  golpeó la mesa

— Es por tu bien — se levantó de la mesa — Por eso no es bueno confiar en las personas —

— ¿ Y eso que tiene que ver idiota ? — bufo

— No se — saco la lengua y se fue de ahí para irse a cambiar

— Pues yo sí — dijo rápido antes de golpear al otro con una silla y dejarlo inconsciente — Me veré débil y estúpido pero soy más de lo que tú crees — sonrió

Rápido inupi comenzó a buscar entre los bolsillos de koko las llaves para poder salir de aquella casa que era más una prisión, al encontrar las llaves corrió hacia la puerta hasta que por fin abrió, sin importar que estuviese descalzo y en pijama salió corriendo de ahí.
Por fin sentía el aire fresco y los rayos de sol golpear su cara, era libre al fin de koko, y sobre todo si se alejaba de el podría olvidar sus sentimientos hacia el.

Aún que suene extraño, inupi siempre tuvo sentimientos hacia Hajime, lo miraba más que como a un amigo o colega, pero siempre oculto esos sentimientos y juro nunca decirlos ya que también estaba algo traumado gracias a qué el pelinegro lo comparará con Akane-san, lo amaba y mucho pero sabía que eso no era excusa como para no golpearlo y recuperar un poco de su libertad, en cierto punto de sentía bien, se sentía feliz de que sus sentimientos se hayan correspondido, por otro lado inupi también odiaba a Hajime, quería golpear y gritarle demasiadas cosas por secuestrarlo y tocarlo sin su consentimiento.

Su respiración estaba agitada y sus pies le dolían pero no le importaba en lo absoluto, solo siguió corriendo hasta que por fin vio la tienda de motos a los lejos donde draken y Shinichiro estaban reparando una moto pero antes de llegar un carro se atravesó en su camino impidiendo su paso.

— ¡ Sube al auto o te subiré yo ! — dijo Hajime en un tono molesto

— ¡ Obligame ! — respondió molesto, estaba tan cerca de por fin ser libre pero no, Hajime volvió a interponerse

— ¡ Entra ya ! — ordenó


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   © B O T E N. 




No es necesario explicar que sucedió si fue lógico.
Inupi estaba nuevamente encerrado en casa de Hajime con las manos atadas, encerrado en aquel cuarto, hablando con Hajime quien solo se mantenía callado escuchando sus gritos molestos en protesta a su libertad.

— ¡ Ahh ! ¡ Koko ! — dijo haciendo berrinche

— ¡ Ya cállate ! — golpeó el mueble que ya hacía a su lado haciendo caer algunos libros

— ¡ Dejame ir ! ¡ Déjame ir ! — pataleo

— ¡ Cállate ya ! — se acerco a el y tapo su boca con su mano — Solo guarda silencio, déjame hablar —

— mh ... —  bufo molesto y lo miro

— Inupi — llamo — yo no puedo dejarte ir, tu me perteneces, eres solo mío no me gusta compartir lo mío — se acerco más a el — Tengo miedo a que te alejes de mí, otra vez no quiero dejarte ir — quitó su mano de  boca del rubio y acaricio su mejilla con delicadeza — Te amo demaciado, no quiero dejarte ir, quiero enamorarte pero tú te niegas, ¿ Por qué eres tan difícil ? —  suspiro  y lo miro a los ojos

— KoKo ... — llamo sin dejar de mirarlo a los ojos

— Dime — respondió

— También me gustas, pero odio estar atado, sabes bien que no era necesario que me tocarás sin mi consentimiento, que me hicieras todo eso, ya te perdone por ello pero debes dejarme ir ... — dijo mientras buscaba las palabras correctas para continuar

— No se cómo iniciar ahora — rio levemente con algo de nervios — yo solo, no quiero alejarme de ti, se que ahora será más difícil para mí hacer que me ames de nuevo y con un verdadero sentimiento —

— No hagas todo más complicado, déjame ir, yo diré que me decidí ir con alguien para que no seas arrestado —

El silencio pronto gobernó aquella habitación, ambos se miraban a los ojos, algo en su interior pedía a gritos besar al otro.

De un momento a otro solo se dejaron llevar por el ambiente que en cualquier momento podría llegar a ser incómodo, koko se acercaba poco a poco al azabache de ojos esmeralda mientras cerraba sus ojos, era un momento único para ellos dos, sus labios se juntaron y comenzaron a moverse lento y con dulzura, sus labios eran dulces, suaves y cada vez se tornaban de un rojo más intenso.

𝐌𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬    • ᴋᴏᴋᴏɴᴜɪ •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora