𝐌𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬 • ᴋᴏᴋᴏɴᴜɪ •

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— ADVERTENCIA —
Contenido +18 y narración
explícita

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𓏲 Solo se dejaban llevar por el movimiento de sus labios los cuales estaban inchados y rojizos, las manos atadas de inupi se encontraban abrazando el cuello del mayor que dejó caer el cuerpo del otro con delicadeza a la cama mientras el se acomodaba arriba suyo y no hacer que el ambiente no se torne incómodo.
El sabor de sus labios y la sensación que tenían al besarse era extrañamente adictiva, sus lenguas pronto se unieron al beso comenzando una lucha de lengua en la cual Hajime ganó sin demaciado esfuerzo, cada rincón de la boca del rubio era explorada por la lengua de Hajime y los ahogados gemidos de inupi hacían presencia, todo era tan perfecto en su mundo sin preocupaciones o importarles lo que pasó en el pasado.

— mgh ~ — apretó un poco el cuerpo de koko que estaba en medio de sus piernas

— ah ... — tomo aire cuando el beso se rompió por la falta de aire

Las manos de Hajime acariciaron las piernas de inupi quien sentía un cosquilleo por todo su cuerpo, con la otra mano KoKo desataba y liberaba las manos de inupi de su agarré para que esté también pueda tocarlo.

La luna comenzaba a brillar dejando rayos de luz entrar a la habitación donde la pareja se encontraba haciendo que el ambiente sea un poco más romántico, sus pieles blancas era descubierta mientras se quitaban la ropa y la aventaban por ahí sin dejar de besarse.
El pelinegro rompió el beso y comenzó a bajar al cuello de su contrario para dejar algunas marcas o simplemente dejar pequeños besos por la zona.

— Mh ~ — mordió levemente sus labios mientras sentía como su cuerpo ardía y era complacido por hajime

Las manos de Hajime se posaron sobre la cintura del rubio y comenzó a depositar pequeños besos por su cuerpo hasta llegar a la zona baja donde dio un beso por encima de la tela del boxer del peli-blanco y luego levantó su vista para ver el rostro de inupi quien solo prestaba atención a sus movimientos con un muy notable sonrojo.

Con delicadeza la última prenda de inupi desapareció de su cuerpo para dejarlo completamente desnudo a vista del azabache, se sentía nervioso como si fuese su primera vez, sentía como su cuerpo se tensaba cuando Hajime tocaba la punta de su miembro que tenía alguna gotas de líquido preseminal, cada toque se sentía como una nueva experiencia y eso lo ponía algo nervioso.

— Ah ~ KoKo espera — jadeo

La cabeza de Hajime hacia movimientos de arriba hacia abajo, metiendo y sacando el miembro del menor, una experiencia nueva para ambos, al pasar unos minutos Hajime saco el pene del otro de su boca y tomo aire para besar a Inupi nuevamente mientras con su mano lo masturbaba, supo que el menor se correría en su mano cuando sintió como este ahogaba un gemido y ponía duro su cuerpo; aquel líquido blanquecino, espeso y cálido manchaba la mano de Hajime quien sonrió levemente sacando la punta de su lengua.

— lamelos — ordenó el azabache antes de comenzar a besar su cuello nuevamente hasta dejar pequeñas marcas y mordidas por sus hombros

Inupi lamía aquellos tres dedos para lubricarlos bien con sus saliva, una vez haber mojado bien aquellos dedos abrió bien su boca y dejar salir su respiración agitada.

— Esto dolerá un poco — dijo KoKo algo agitado mientras miraba al menor que se notaba nervioso

— Solo besame — respondió y abrió un poco sus piernas

A petición del oji-esmeralda KoKo lo beso y espero un momento para poder meter por fin el primer dedo haciendo que inupi se tense y ponga su cuerpo duró, con el primer dedo dentro Hajime daba pequeñas embestidas hasta sentir como el otro relajaba un poco su cuerpo.

Al meter el segundo dedo la acción se repitió y Hajime hacia movimientos de tijera o daba pequeñas embestidas para acostumbrarlo.

Cuando metió el tercer dedo inupi dio un pequeño grito que fue ahogado en aquel beso, los tres dedos se movían en forma circular, entraban y salían de su interior, ambos chicos estaban exitados y buscaban atencion urgente en sus cuerpos haciendo que correspondan al llamando.

El pelinegro se quitó su último prenda y saco los tres dedos, abrazo a inupi dejando su cabeza en su hombro mientras este lo abrazaba por la espalda.
Su miembro del mayor se adentraba poco a poco en inupi para no lastimarlo mientras esté arañaba su espalda por el dolor al igual que soltaba algunos gemidos y lágrimas de dolor, una vez dentro esperaron unos minutos para que el cuerpo delicado de inupi se acostumbré.

— Muévete — hablo con timidez inupi

— Me dices si te duele para detenerme — respondió la delicada voz de Hajime para calmar al otro

Se reincorporo y tomo al otro por la cintura para comenzar a dar leves embestidas.

— ah ~ ma-más rápido — apretó la sábana

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   © B O T E N. 

El sonido de sus pieles chocando gobernaba en aquella habitación, los gemidos de inupi y uno que otro gruñido de Hajime también se escuchaba.

Las embestidas comenzaban a ser más profundas y rápidas, ambos olvidaban su pena y nervios, solo se dejaban llevar por el momento sin importar nada más, ahora eran uno solo y eso les gustaba.

— Ah ... mgh ~ ah ... — gemía el rubio con marca en el rostro

— Aún estás muy apretado ... — dijo con la voz ronca

Koko volteo a inupi y lo posicionó en cuatro para seguir embistiendo, cada vez eran más profundas sus embestidas, inupi se sentía en el cielo cada que el pelinegro lo embestía y llamaba, las lágrimas que salían de sus ojos esmeralda eran más por placer que por el dolor que sentía en esos momentos.

— Ah ~ ! — gimió en alto cuando sintió aquel punto ser embestido

— Lo encontré — dijo agitado con una sonrisa orgullosa

Por fin aquel punto dulce fue encontrado por koko, cada que el tocaba ese punto inupi sentía un cosquilleo  que le ponía la piel chinita, solo quería atención en aquella zona.

— Más ~ ! Ah ~ más rápido — jadeaba mientras comenzaba a masturbarse para llegar a su orgasmo alado de koko

— oh mierda ~ — gruño

Salio de inupi y se levantó de la cama, jalo las piernas de inupi hasta dejarlo en la orilla y ahora volver a meter su miembro de golpe, las embestidas eran salvajes y rápidas, cada movimiento cada palabra, todo hacia gritar como loco a inupi.

— ah ~ — soltó un largo suspiro KoKo mientras hacia su cabeza hacia atrás y comenzaba a eyacular a Seishu

Inupi se corrió en su pecho y solo jadeo alto, sus manos se aferraban a las sábanas de la cama y su espalda de arqueaba el líquido de koko era caliente y espeso, podía sentirlo bien en su interior.

Ambos cayeron rendidos en la cama e intentaban regular sus respiraciones mientras se miraban con una sonrisa.

Aquella noche donde dos amantes volvieron a unir su cuerpos para hacer un acto un tanto impuro, una noche donde la luna brillo con fuerza y era testigo de sus actos.