romance

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La cantidad de historias románticas que leí me hicieron llegar a la conclusión de que, aunque sea solo una vez, tenemos que perdernos en el amor. Tenemos que naufragar en aquel océano tormentoso donde nadie logra salir con vida.
Los romances nos hacen creer que la vida es imposible sin nadie al lado o, por lo menos, más amarga de lo normal.
No lo creía hasta que llegué a conocer tu sonrisa y me perdí en ella para siempre. Tu sonrisa me transportó a ese océano y no quiero salir de él. Quiero que entre hasta lo más profundo de mi e inunde cada pequeño centímetro de mi alma. Quiero sentir que si esa sonrisa no se encuentra en mi vida, me voy a morir. Quiero tenerte en mis brazos y sentir como nos fundimos el uno al otro. Quiero sentirte, aquí, conmigo.
Pero aquella sonrisa tenía otros planes. Le gusta ser maravilla para todos y no pertenecer a nadie. Le gusta crear océanos en cada espacio de la ciudad e invitar a todos a nadar.
Maldita sea ella y su afán por dejarte libre. Pero más que nada, maldita sea ella y sus ganas de dejarte indomable y sin compañía en un mundo donde estar solo, te hace la vida más cuesta arriba.

El paso de una poeta enamorada de la vidaWhere stories live. Discover now