Tres besos [Camren]

Parte 2

SEIS AÑOS DESPUÉS

Lauren y su familia desaparecieron sin más. En el instituto decían que quizás los habían deportado de vuelta a Cuba, o tenían problemas con la mafia, o quizás había muerto en un accidente.

Camila ignoraba los rumores, había buscado durante horas en internet en busca de cualquier información sobre Lauren, Clara o Michael Jauregui, pero no había encontrado nada. Camila sospechaba que sus profesores sabían algo sobre el paradero de Lauren, pero por mucho que insistió nunca encontró respuestas a sus preguntas.

Los años pasaron, pero Camila nunca se olvidó de Lauren. Había perdido la esperanza de volver a verla, pero por alguna razón cuando se cruzaba por la calle con unos ojos verdes, su corazón se paraba unos segundos, nunca era Lauren.

Seis años después de su último encuentro en su jardín, Camila paseaba por la playa pensando en ella. Aquella era su parte favorita de Miami, el mar. Era 27 de junio, el cumpleaños de Lauren, hoy cumplía veintidós años, donde quiera que estuviese. Camila venía cada año a la playa y se permitía pensar en ella durante unas horas. Sus amigas se metían con ella por seguir haciendo esto cada año, pero no lo podía evitar.

Camila había tenido varias parejas en el pasado, pero una parte de ella nunca pudo superar aquellos besos robados por una joven de ojos verdes cuando tenía quince años. Quizás era por la falta de respuestas, por la constante duda sobre qué había pasado con Lauren, sobre porque la había besado, porque había desaparecido. Pero lo que más atormentaba a Camila era el no saber que habría pasado si Lauren no se hubiera marchado, ¿Habrían salido juntas? ¿Habrían ido juntas al baile del instituto? Nunca tendría respuesta a estas preguntas, pero eso no evitaba que la mente de Camila las repitiera en su cabeza de vez en cuando.

Cuando se cansó de caminar se sentó en la arena mientras miraba como el sol descendía frente a sus ojos y el cielo se volvía naranja, rosa y amarillo. Era un atardecer precioso. Feliz cumpleaños Lo, pensó y cuando el sol tocó el mar en el horizonte se dejó caer sobre la arena tumbándose y cerrando los ojos. Camila, eres patética, pensó ahora, seis años y sigues pensando en ella.

La joven se quedó allí tumbada unos minutos más. Cuando abrió los ojos miró una vez más al horizonte, feliz de que el universo le hubiese regalado un atardecer tan bonito a Lauren el día de su cumpleaños. Se preguntó si la otra mujer estaría disfrutando del atardecer en algún lugar. Pasó sus dedos sobre la arena mientras contemplaba aquella belleza.

El sol había desaparecido casi por completo así que se levantó y sacudió la arena de su vestido y cogió sus sandalias que descansaban a su lado. Dedicando una última mirada al horizonte se giró para seguir su camino por la orilla.

"¿Ca... Camz?"

Camila levantó su cabeza muy rápido cuando escuchó aquella voz. Allí estaba, a unos metros de ella. Lauren Jauregui. No dijo nada, se quedó congelada. Temió estar teniendo una alucinación, pero parecía real.

Lauren tenía el pelo más corto, y ya no era negro, ahora era de un castaño natural precioso, los ojos... los ojos eran los mismos. Los mismos que la habían dejado confusa en su jardín hace seis años.

"Wow" Dijo Lauren rompiendo el silencio "No... no esperaba verte aquí hoy"

Camila salió de su trance, no sabía cuánto tiempo llevaba ahí parada mirándola. Lauren estaba delante de ella y una sensación de enfado se apoderó de su cuerpo. Había imaginado cientos de veces este momento, que haría si volviese a ver a Lauren. Pero ahora que estaba ocurriendo, lo único que quería hacer era gritar.

Camila cerró su puño en el que no sujetaba sus sandalias y miró a la otra mujer a los ojos.

"Feliz cumpleaños" Dijo con los dientes apretados. Después se dio la vuelta y comenzó a caminar hacía su coche a paso rápido. La rabia recorría sus venas, nunca habría esperado esta reacción, pero no podía controlar su enfado.