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[Pov jules]

Mire como la chica a mi lado se preparaba para el entrenamiento, no tenía intenciones de hablar conmigo por lo que veo, si soy honesta yo tampoco quería hablar con ella. Lo único que demostró fue que quería mi puesto a toda costa y que hará  cualquier cosa para obtenerlo.

-¿Quieres un poco?-pregunte extendiéndole un polvo para que el guante no te de picazón y no te sude la mano.

-no la necesito- responde de manera brusca alejándose de mi.

-sabes, creo que empezamos con el pie izquierdo-me levanté para ganarme frente a ella-hola soy jules.

-tatiana-con desinterés estrechando mi mano.

-te vi el otro día, eres buena.

-gracias, tú también eres buena-habla sin mirarme-me hubiese gustado quedar como lanzadora. Sin saber que decir solo le sonreí falsamente, ¿Que se supone que le diga?

-tal vez la próxima-hable con temor, no sabía si mis palabras llegaría a ser una ofensa para ella.

-aun tengo tiempo de sacarte el puesto- contesta con una voz neutra.

-¿Disculpa? -levante ambas cejas mirándola, sin duda ese comentario logro hacerme enojar.

-escucha, no voy a mentirte eres buena pero tonta, te distraes con facilidad y ni siquiera cambias tus tácticas, sería muy fácil estudiarte y vencerte sin siquiera hacer el esfuerzo.

-en los años que llevo aquí nadie logro vencerme en el puesto-habla mirándola mal.

-eso es por qué no hacían pruebas, ahora Alex las hizo y tú puesto corre peligro.

Sin más se va al campo, ¿Quién se creía que era para hablarme así?

[…]

-gano el premio a mejor lanzadora tres años seguidos- informo amber mirando la foto.

-yo tengo más premios que ella.

- jules, conoció a Pedro Martínez.

-¿¡Que!?-pregunte arrebatándole el teléfono para verla en una foto con el mejor lanzadora de las grandes ligas de béisbol-carajo.

-tranquila, no se trata de quién tiene más premios o quien conoció a quien.

-tienes razón, no se trata de eso, si así fuera le ganaría por qué tengo quince premios a la mejor lanzadora del pueblo y gane diez torneos.

-ella ganó once torneos-habla mirándome.

-cierra la boca amber...

[…]

Mi casa no era opinión para estar en un momento de duda existencial, no tenía ganas de responder las preguntas de mi madre o a mi padre intentando animarme. Quería estar sola, necesitaba acomodar mis ideas, era un hecho que a esa tan Tatiana no lo caía bien. No era como si me importara, es más literalmente no me importa pero ella quería mi puesto, no podía permitir eso.

-¿Por qué esa cara Wilson?- pregunta con burla acercándose a mi, no había notado cuando es que vino hacia mi o cuando salió de su casa.

-no estoy de humor para tus estupideces Henderson- gruñí moviéndome a un lado para evitar su presencia.

-wow tranquila- rie con gracia, se coloca frente a mí campo de vista, se agachó un poco para que pueda verlo a la cara -solo intento ser amable.

-¿Tu, amable conmigo?, déjate de bromas Henderson- conteste con molestia, este suspiro sentándose a mi lado-¿Que haces?- intenté alejarme de el-  Sabes aveces cuando las personas se sientan en la oscuridad fuera de su casa es por qué quieren estar solas, sin nadie.

-¿me dirás lo que te pasa o no?-sin importarle lo que dije hace un segundo el me miró.

-claro que no-este solo echa su cabeza hacia atrás y ríe-¿de que te ríes?

-de ti- me apunta, sin entender volteo a mirarlo con mucho más enojo.

-¿De mi?- pregunté ofendida.

-eres muy terca para contarle a los demás que te pasa- comenta.

-no, solo no eres a alguien que le contaría mis problemas.

-entonces tienes problemas-afirma.

-no te interesa si tengo problemas o no, solo quieres saber que me ocurre para atormentarme con eso hasta que muera.

-¿quien me crees Wilson?, No soy tan idiota.

-en mi mundo lo eres- sonreí falsamente, el se toca el corazón como si le hubiese dolido lo que le dije.

-vamos, estoy intentando ser bueno contigo pero tú no cooperas- dice entre risas.

-no entiendo que haces aquí la verdad- cuestione su presencia, niega para levantarse y tenderme su mano, sin entender a que quería llegar examine su mano.

-no voy a matarte si es lo que piensas- dice al ver como no tomaba su mano y lo miraba de una forma no tan agradable.

-fue exactamente lo que pensé- hable sarcástica, este ríe y tiende de nuevo su mano.

-se me cansa el brazo- con su otra mano se agarra el brazo empezando a moverlo con aburrimiento. Rodé los ojos para agarrar su mano y levantarme, este tira de mi para llevarme detrás de su casa.

-¿Que hacemos detrás de tu casa?-pregunte confundida.

-guarda silencio no queremos que el perro de angus empiece a ladrar.

Asentí para guardar silencio, el perro de angus podía parecer tierno pero era el mismísimo monstruo, Jaden subió a el árbol que tenía detrás de su casa para entrar a la casa que tenía en el árbol.

-sube- se aparece por la ventanita de la casa, al ver que no le hice caso solo suspira- ¡que subas!

-tengo falda-hable señalando mi falda.

-¿y eso que?- cuestiona con gracia.

-puede romperse.

-no creo que seas tan niña rica como para preocuparte por eso, anda sube- golpea con sus manos la madera apurando me.

empezar a subir por las minis escaleras soltando gruñidos y cuestionando me el por qué de hacerle caso, al llegar arriba Jaden me ayudó a subir del todo, ambos nos sentamos frente al otro en los almohadones que habían en el suelo.

-no recordaba que este lugar fuera tan grande- mire mis alrededores.

-¿recuerdas esto?-muestra las figuras de acción con los que jugábamos cuando éramos niños.

-como no recordarlo-hable riendo mientras agarraba las figuras-tu eras el caballero y angus el villano que resguardaba a  la princesa-hable señalando cada figura.

-tu eras la princesa-aclara mirándome-yo te rescataba.

-eran lindos momentos- solté la figura de acción para agarrar otra y admirarla.

-si que lo eran- susurra.

Narra en tercera persona:

Jules estaban tan atenta en mirar las figuras que no se dio cuenta de la mirada de Jaden sobre ella, este miraba cada rasgo de la joven, desde sus ojos hasta su mentón. Encontraba tan delicado cada facción de ella; Sus ojos eran color miel, sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, sus labios eran pequeños y su cuello era tan delicado que juraba que podía romperlo si tan solo lo tocabas.

-¿Tengo algo en la cara?-pregunta asustada jules.

-no-afirma sin dejar de mirarla.

-¿Por qué me miras entonces?

-¿no puedo mirarte?-baja un poco la cabeza avergonzado.

-solo digo que viniendo de ti es raro-informa con una sonrisa burlona.

-solo te miraba jules- ríe, los dos se quedaron en silencio unos segundos. Se admiraban el uno al otro.

-okey.

Sin más ambos se sonrieron.

the last game ✓ Where stories live. Discover now