Capítulo 3

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Nunca había corrido tanto en el auto, gracias a Dios respondió bien el maquinon, ya llegando volví a llamar a Yuzuru y le dije que se fuera a donde estaba un lugar donde se estacionan los taxis, al llegar ahí lo vi parado a una orilla, le toqué la bocina y este me miró pero no me reconoció, bajé el vidrio y le grité - súbete al auto!!! - venían unos sujetos en dirección a él - apúrate! - este se subió al auto y partí de inmediato - mira a esos cinco sujetos - este lo hace - iban a asaltarte, venían hacia ti - lo miré por el rabillo del ojo y noté que tenía una expresión dura - estás bien? - le pregunté pero no respondió - dónde te hospedas? - en el hotel Sheraton - qué!? cómo llegaste hasta acá? - este no dijo nada, le miré por el rabillo del ojo y vi que le temblaba el labio inferior - oye, está bien si estás asustado y quieres llorar - algo dijo en japonés pero no le entendí - soy de los que creen que los hombres si pueden llorar, eso no los hace menos hombre y está bien si lo haces ahora, estabas perdido en un país extraño y en un sector peligroso, de hecho me extraña que no te hayan asaltado - le miré por el rabillo del ojo y comenzó a lagrimear, trató de ocultarlo secándose las lagrimas con sus manos pero al parecer no era suficiente, prendí la luz y apunté a la guantera - ahí hay papel para que te seques las lagrimas - Bushida sacó el papel de la guantera y lo usó para secar sus lagrimas, el teléfono de Bushida comenzó a sonar y este contestó, trató de hablar pero no pudo entonces puso el alta voz - Tanaka - dijo en un susurro - señor Tanaka! - dije en voz alta - señorita Emma? - si, soy yo - gracias al cielo, donde están? el joven Yuzuru está bien? - si, ahora mismo nos dirigimos al hotel, así que no se preocupe - muchas gracias, señorita Emma, de verdad - bueno - nunca he sabido como responder a un agradecimiento, pero le hago empeño - hablamos cuando lleguemos al hotel, adiós señor Tanaka - adiós señorita Emma - Yuzuru colgó y guardó el teléfono - estás un poco mas tranquilo? - le pregunté al muchacho - si, un poco - miré la hora en el tablero y decía que eran las dos de la mañana con trece minutos - ohh, que es tarde, como fue que estuviste tanto tiempo afuera? - lo siento - dijo en inglés - debías estar durmiendo cuando te llamé, perdóname por molestarte - dijo inclinándose hacia mi - no, cinco minutos antes de que me llamaras yo estaba despierta, mi perrita Molly quería ir al baño así que me despertó - aún así, podrías estar durmiendo - no te arrepientas de haberme llamado, y si te hubiera pasado algo? si hubiera demorado un poco más la historia habría sido otra porque esos sujetos te habrían asaltado, te roban tus documentos, tu teléfono y ahí si que habrías estado incomunicado, habrías tenido que buscar algún policía pero ellos no hablan japonés y no sé si sepan algo de inglés, habría sido peor - le miré y le sonreí - así que no te preocupes - volví mi vista al camino - prefiero mil veces que me hayas llamado, además que yo te dije ayer que si necesitabas ayuda podías llamarme - noté que sus manos temblaban, aún estaba asustado - que música te gusta? - me gusta la música clásica - Andrea Bocelli? - si - puse la canción más clásica, vivo per lei y él comenzó a tararear - te la sabes? - si - dijo - entonces cántala - vino la parte de Laura Pausini y comencé a cantar yo, para cuando cantó Andrea Bocelli él cantó con más confianza - has visto la película Kimi no nawa? - ohh... sii!! - dije con emoción - te sabes las canciones soundtrack? - si, ponla - le pasé mi teléfono para que pusiera la música que quisiera, las que conocíamos cantábamos. 

Llegamos al hotel pero el sector de entrada de autos estaba cerrado así que lo llevé a la puerta principal, este se bajó y yo bajé junto a él para acompañarlo a la puerta - a donde vienes? - te acompañaré hasta la puerta del hotel - el muchacho aún estaba algo raro, aún debe estar asustado - muchas gracias por rescatarme - recordé la serie ataque de los titanes entonces hice el saludo que ellos hacen poniendo su mano derecha empuñada en su pecho - este hizo lo mismo sonriendo débilmente entonces me acerqué y lo abracé fuerte - aún estás asustado, no te preocupes, ya estás en un lugar seguro - le dije mientras lo tenía abrazado - ve a descansar, fue un día largo - le dije, me alejé de él - buenas noches - buenas noches - dijo - a las siete como siempre, verdad? - le pregunté - si, a las siete - dijo, le levanté mis pulgares - ve a descansar, te quedan pocas horas para dormir - le dije, entonces llegue a mi auto y antes de subir me despedí de él con la mano, me subí y me fui a la casa, cuando llegué a casa y me acosté a dormir con la Molly.

Mi historia de amorWhere stories live. Discover now