no fui tu salvadora.

2.

'¿Estoy soñando ahora mismo?'

Se tragó la escama de sirena, perdió el conocimiento, luego, cuando abrió los ojos, de repente se encontró en un lugar del pasado.

Ophelia obviamente sabía dónde estaba.

¿Cómo podría olvidar?

Un hombre de cabello negro estaba parado debajo del candelabro, donde brillaba como un cristal, aún más brillante que la luz.

En ese momento, él fue la primera persona que le llamó la atención en medio de esta aburrida y monótona reunión de la alta sociedad. Y no era difícil saber quién era.

"Escuché que el Gran Duque de Ronen odia los banquetes".

"El Emperador solicitó su presencia con seriedad, y corre el rumor de que este gran banquete se lleva a cabo solo para invitarlo".

A cierta distancia, las orejas de Ophelia aguijoneaban la conversación de las damas que se tapaban los labios con sus abanicos.

“¿Debería ir a hablar con él? No tendremos otra oportunidad de volver a encontrarnos con él”.

“Si tu objetivo es convertirte en la Gran Duquesa, entonces olvídalo. Si no eres una Princesa Imperial, entonces no tienes suerte”.

“Bueno, depende de qué princesa. Si se va a casar con una princesa, ¿no debería ser la Segunda Princesa?

Tenían razón.

El Emperador tenía más de uno o dos hijos, pero no eran iguales. Algunos fueron atendidos adecuadamente en la familia imperial, mientras que otros ni siquiera pudieron disfrutar de la misma luz a pesar de que se los consideraba 'estrellas' del Imperio.

En comparación con la Segunda Princesa Imperial, cuya madre era la Emperatriz, había una niña imperial que se consideraba incluso menos que la hija de un aristócrata humilde.

En este caso, fue Ophelia.

"Si ni siquiera tienes un palacio como el de la Primera Princesa, entonces es una historia diferente".

"Escuché que la están echando".

“Yo también lo escuché. Hacia el este. Parece que se va a casar con el marqués."

Se le otorgó el magnífico título de Primera Princesa Imperial simplemente porque nació primero, pero nadie la respetaba porque era una hija ilegítima.

Ophelia Milescet.

A medida que se acercaba a la edad adecuada para el matrimonio, estaba obligada a ser despedida en un matrimonio político, pero nadie estaba dispuesto a acoger a una hija ilegítima.

Le habían dado el nombre de la familia imperial solo porque no tenía adónde ir, y fue nombrada inspectora y se le ordenó viajar por los territorios circundantes.

Si mirabas de cerca a la familia imperial, estaba claro que Ophelia, cuyo valor era solo la mitad de una princesa, fue enviada a los señores feudales que eran un dolor en el cuello del Emperador para que no armaran un escándalo.

Y si es lo suficientemente afortunado, tal vez uno de esos nobles aceptaría a Ophelia como novia.

En pocas palabras, había sido abandonada.

Así que cualquiera podría mencionar fácilmente el nombre de Ophelia y reírse de ella.

Gracias a esto, desde que Ophelia alcanzó la mayoría de edad, no pasaba mucho tiempo en el palacio. No fue hasta ahora que regresó cuando personas extranjeras de importancia llegaron a la capital.