6. Louis

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É

l tenía una sonrisa hipnótica plasmada en su rostro, con hoyuelos y todo. La luz que entraba por la puerta hacía que sus ojos se vieran aún más verdes, por alguna razón, y que sus rizos se vieran más definidos, el sol formando reflejos dorados en su cabello. Esta vez no lo tenía cubierto por ningún sombrero, así que brillaba en todo su esplendor. Sus rizos caían como cascadas sobre su rostro. Era una vista majestuosa.

"Supongo que sí, ¿necesitas que te pellizque?" Dijo riendo. Dios.

Parecía que cada vez que este chico se cruzaba con él, Louis dejaba de funcionar como un ser humano normal. Su cuerpo dejaba de responder y su mente se quedaba en blanco. Todo en lo que podía pensar eran esos ojos verdes, esos rizos, esos labios. Y ni siquiera lo conocía.

Estaba congelado en el lugar, sin poder creer lo que estaba viendo. Louis pestañeó un par de veces para corroborar que su vista no le fallaba. Pensaba que su imaginación le estaba jugando una broma pesada. ¿Acaso no era mucha casualidad?

El chico sostenía con sus manos su vaso, cuidando que no se derramara más té, y las yemas de los dedos de Louis rozaban delicadamente sobre los suyos, enviando pequeñas chispas de electricidad por todo su cuerpo.

"Tú" Soltó como un suspiro, sin poder creerlo completamente aún.

"Sí, yo." Rió "¿Estás bien?" Preguntó preocupado, como su hubiera sido su culpa. Dios, Louis pensaba que iba a colapsar allí mismo.

"Que- Oh, sí, es decir- no te vi cuando salí, lo siento. Juro que no lo hice por venganza." El cuerpo de Louis le devolvió la habilidad de poder esbozar una sonrisa al decir eso. Gracias.

"Hmm, no lo sé. Creo que me daré el beneficio de la duda."

"En serio lo siento, salí apurado y no prestaba atención." Louis quitó la mirada de su rostro y vio su ropa. "Oh, tu camisa se manchó."

No había podido fijarse en lo que llevaba puesto, vestía una camisa estilo hawaiana, con un estampado de flores en colores claros, que ahora tenía una pequeña laguna gracias a Louis, unos jeans negros, y unas botas beige. Tenía un estilo peculiar, pero a Louis le encantaba.

"Oh, no te preocupes, no es una mancha tan grande," Aseguró. "Creo que de todas maneras lo merecía ¿no?"

Su sonrisa se volvió más grande, mostrando sus dientes y hundiendo más el hoyuelo en su mejilla. Louis estaba hipnotizado por su belleza, era como si toda la luz dentro del lugar proviniera de su sonrisa.

"Si soy honesto, sí te veías apurado," rió. "¿Vas a algún lado?"

"Sí, de hecho. Voy a la universidad, tengo un examen importante hoy," Louis miró la hora en su teléfono, faltaban 10 minutos para que empezara su clase. "y salí tarde de casa."

"¿Noche larga?"

"Se podría decir." Louis encogió los hombros. Él sabía lo que sugería el tono que utilizó. Lo que el chico no sabía era que su noche en realidad fue larga porque se la pasó pensando y hablando cursilerías sobre él mientras bebía. Pero Louis jamás se lo diría.

Él se hizo a un lado dejando pasar a Louis.

"Oh, bueno, no voy a demorarte más. Buena suerte en tu examen. Nos vemos, Louis."

"Sí... adiós, nos vemos. Gracias." Dijo con una sonrisa.

El chico sostuvo la puerta abierta para él, y Louis asintió con la cabeza en agradecimiento.

Louis, aun sin salir completamente del trance en el que este chico lo había sumergido, salió apresurado del lugar. Su cuerpo estaba en modo automático, sus piernas funcionaban por pura memoria muscular.

Kiss CamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora