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Cómo odiaba _____ los viernes, eran una tortura.
Muchos podían pensar que eran días geniales porque comenzaba el fin de semana, pero para ella significaba tener que estar con Eren pegado a su lado por dos días enteros.
—Vámonos, linda —Hablo Eren mientras la tomaba de la mano.
—Los vemos luego, chicos. Pasen un buen fin de semana —La chica se despidió de todos con una sonrisa en el rostro para después comenzar a caminar con su novio a la camioneta donde les estaban esperando.
_____ comenzó a morder su labio con nerviosismo mientras se encontraba sentada en el asiento trasero de aquel coche.
Sabía que llegando a su casa se encontraría con sus padres y con el señor Jaeger, el padre de Eren.
Odiaba aquella situación en la que la habían metido sus padres, al principio cuando comenzó a salir con Eren y se los presento a sus padres quiso ignorar la felicidad que ellos pusieron al momento de conocerlo.
Meses después entendió que estaban felices de su relación con él, ya que el padre de Eren y ellos eran socios y que ambos estuvieran juntos les ayudaba demasiado.
Después de meses queriendo terminar con el castaño seguía sin poder hacerlo porque sus padres le habían prohibido que lo hiciera.
Si terminaba con Eren todos los negocios entre sus padres y el Jaeger se irían a la mierda y sin duda solo sería culpa suya.
Aunque ahí se preguntaba, ¿no era más importante que ella estuviera con alguien que de verdad quisiera?
Durante el primer año de noviazgo claro que estaba enamorada de Eren, era el chico perfecto a sus ojos, pero cuando comenzó a ver todos los engaños y la toxicidad que había en su relación dejo de sentir algo por él.
Antes disfrutaba de estar con Eren en sus fines de semana, pero ahora lo detestaba.
Que sus padres impusieran que al convivir tanto con él lo amaría de nuevo le causaba náuseas.
—¡Hola chicos! —Hablo la madre de _____ al ver a la pareja entrar por la puerta, estos le miraron con una sonrisa, aunque uno lo hacía de forma amable y la otra lo hacía con incomodidad.
Pasaron un rato platicando entre sí, llegando el momento que el padre de Eren tuvo que irse del lugar.
—¿Tienen planes para este fin, chicos? —Pregunto con emoción la madre de la chica mientras el padre de esta se había alejado para contestar una llamada.
—No, señora... —El castaño fue interrumpido por su novia, quien hablo rápidamente.
—De hecho, si, ¿pueden venir los chicos a la casa? Queremos estar en el patio mañana —La chica le dedicó la mejor sonrisa que pudo a su madre.
Aquella idea se le acababa de ocurrir, claro que no había pensado en hacer aquello, pero necesitaba no pasar más tiempo a solas con su supuesto novio.
