Capitulo 20

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• Capitulo Veinte •
La Fiesta


LA SUBASTA
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SARA

Matthew me llevaría a una fiesta hoy, estaba emocionada por eso ya que sería nuestra primera fiesta juntos, estaba buscando que me pondría mientras el estaba en llamadas con quien sabe quien, solo sabia que era algo de su trabajo.
Miré varios vestidos que tenía en mi equipaje buscando el indicado. Sentí dos manos bastante frías en mi cintura, se me puso la piel de gallina al sentir su respiración en mi cuello.

—Pequeña—musitó y besó mi cuello.

—D-Dime, papi.

—Espero que escojas un vestido que llegue más abajo de las rodillas, nena, de lo contrario, nos regresaremos a el hotel de inmediato.

—¿Y eso por que?—sonreí al imaginarme su rostro de enojo, se veía tan sexy cuando estaba furioso.

—Bien sabes por que—agarró un mechón de cabello y lo pasó por mi oreja—No me gustaría ver todas esas miradas en ti, serás de las únicas chicas en aquella fiesta.

—¿De las únicas chicas?—confundida, me volteé para mirarlo.

—No tengo tiempo para explicártelo, cariño, me tengo que ir.

—¿Y la fiesta? ¿Que te pondrás? ¿A donde te vas?

—Tengo que ir a...el supermercado—empezó a ponerse nervioso.

—Hace días fuiste—le recordé.

—Tengo que ir de nuevo, en unos minutos llega Jacob, el te llevará a la fiesta y ahí nos veremos.

—P-Pero, a que hora es la fiesta?

—¡6:40!—me gritó antes de irse por la puerta principal.

Jacob era uno de los mejores Managers de Matthew, casi siempre me cuidaba cuando mi daddy se iba así que al menos podía estar con alguien que conociera.

Jacob no tardo en llegar al hotel, me saludó y también me explico varias cosas sobre la fiesta.
Pasando las horas me fui haciendo amiga de el, era buena onda después de todo, ahora me estaba ayudando a elegir mi outfit.

—Me gusta este—dije saliendo del vestidor, modelándole a Jacob el vestido que llevaba puesto.

—Me parece bastante lindo pero...No creo que al señor le guste que lleve un vestido así de corto.

Era cierto, aquel vestido a penas cubría mi trasero, si me agachaba se me veía absolutamente TODO. Pero, me importaba poco.

—Que el "señor" de vaya al carajo—vi como el rostro de Jacob se convirtió de uno tranquilo a uno sorprendido por lo que acababa de decir—Yo me pudo poner lo que yo quiera y el no me dirá que si y que no—dije un tanto enojada.

Luego sonreí y me miré al espejo, me veía hermosa, divina. Eso era lo que me gustaba.

—Este será.

—De acuerdo, supongo que iré comprando una silla de ruedas—me guiñó el ojo y salió de la habitación.

Entendí la referencia, solté una carcajada y solo empecé a guardar todos los vestidos que me había probado anteriormente.

Jacob me llevo a aquella fiesta unas horas después, estaba emocionada por ver la cara de Matthew cuando viera lo que me puse, tenía una grande sonrisa en mi rostro y nunca desapareció hasta que nos empezamos a acercar más y más a donde quedaba esa fiesta y cada ves llegaba más gente, casi todos eran hombres de 25 años para arriba, una que otra chica de 20 pero nadie de mi edad. Mi sonrisa desapareció, eran puros adultos aquí...

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