Capítulo I

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El Reencuentro

A diario vemos cosas con las que en más de una ocasión hemos soñado, el carro del año, el mejor celular, las mejores notas de la clase, el amor. Este último tan difícil de encontrar hoy. Las parejas actuales son como una lata vacía. Los sentimientos verdaderos en este podrido mundo no existen. La riqueza es lo que cuenta y es doloroso ver como eres solo del montón de raritos que por no estar a su altura no son nada. Que por ser puros de alma eres menospreciado.
Todas esas cosas las pienso seguido, aunque no encajo en ningún lado: ni rica ni pura.

Estoy tumbada en mi habitación sobre la cama con la vista fija en el techo y los auriculares puestos. Intento comprender por qué mi vida está rodeada de personas tan detestables.

Mis padres fallecieron en un trágico accidente de auto cuando solo tenía un año, desde entonces vivo con mi abuela materna y único familiar; la señora Katherine. Una adicta a la cocaína que se ha pasado más tiempo en clínicas de rehabilitación que en la calle...

Lo sé, yo tampoco la hubiese dejado a cargo pero en ese tiempo estaba limpia y yo a falta de un hogar.

Vivo presa estando en libertad. Cada día es sumamente aburrido. El bello estado de Portland es el lugar donde menos deseo estar pero siendo menor de edad y estudiante muy poco puedo hacer. Tengo varios intentos de fuga fallidos, y faltándome solo unos meses para cumplir 18 no es una opción, al menos no de momento.

Nunca he sido creyente y con los golpes que me ha dado la vida, la esperanza y la fe no son palabras que estén en mi vocabulario. Al menos era así hasta que ella apareció.

Su familia se mudó al vecindario hace tres años, pero ella llegó hace solo uno. Estaba estudiando en el extranjero por eso no había venido antes, o eso es lo que se comenta de ella; Heather, la hija menor del ex-detective Luke Álvez. La niña más bonita que mis ojos han visto.

¡Y eh visto muchas!

Todas las chicas del pueblo quieren ser sus amigas y es el crush de más de un chico. Pero nadie sabe nada de ella en realidad, le gusta pasar por invisible, a pesar de tener el coeficiente más alto de todo el Estado. Nunca asiste a fiestas y ni siquiera ha tenido novio a sus 17.

Esto lo sé porque la mamá de Rachel, la más cotilla del insti se lleva muy bien con su padre y él se lo ha contado. Y bueno ella no se ha podido quedar con la lengua donde no da el sol.

En fin, ella es lo que considero un reto. Normalmente se me hace fácil ligar, ya sea una chica o chico. Pero es diferente con ella, se siente raro y eso es lo que me gusta.

Operación: Heather... Iniciada..

***

La profesora de Literatura está dando un sermón sobre sabrá Dios qué. Las letras no son lo mío a pesar de que soy la segunda mejor de la clase. De más está preguntar quien es el uno. Y no me molesta, prefiero los números, hasta me permitiría decir que soy muy buena con ellos, he ganado el primer lugar en la feria de matemáticas que hacen cada semestre desde que entré hace dos años.

Nada mal ¡Eh!

Tengo la mirada perdida a través de la ventana captando cada detalle, cada movimiento por más imperceptible que sea. Las hojas cuando caen de los árboles, una que otra abeja que merodea en busca de una flor, los rayos de sol en los que, Rocky el perro del conserje, se queda tirado patas arriba. Se me hace gracioso pensar en cómo se sentirá ser un perro.

¿Ya empezamos con tu déficit de atención?. Céntrate!!

La profesora parece darse cuenta de mi distracción porque se queda callada por un instante, pero no dice nada y continua con la clase.

El Infierno De BellaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum