Capítulo 6

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Jay Graham

Tal como habíamos optado por nuestra tradición, la noche del primer entrenamiento de la temporada salíamos todos los jugadores del primer equipo. Íbamos siempre al mismo sitio, que se había hecho famoso porque frecuentamos ahí. La gente iba ahí con la esperanza de encontrarnos. Lo que seguramente no sabía es que cuando vamos, el local cierra sus puertas para que pudiéramos disfrutar en paz.

El Midnight bar era un local que descubrimos por casualidad hace ya unos cuantos años. Con Oliver acabamos convenciendo a todo el equipo de ir un día ahí y pasarlo bien. El siguiente año, invitamos también al equipo femenino, y hasta el día de hoy, hemos estado viniendo todos los años.

Hoy, no podía ser un año diferente. Era un sitio bastante elegante, pero a su vez bastante informal. Estaba lleno de minijuegos de los cuales poder disfrutar e incluso un karaoke que siempre terminaba siendo lo mejor de la noche —después de unos cuantos chupitos—.

Para esa ocasión me vestí con una camisa negra y unos pantalones negros a juego. Aproximadamente a las nueve de la noche, aparecieron Oliver y Brandon con algo de cena para pasar la noche.

—Traemos un poco de japonés —declaró Brandon. Siempre le había gustado mucho la comida japonesa, el primer día que Oliver y yo llegamos al equipo, lo primero que Brandon hizo fue invitarnos a un restaurante japonés.

—Me sirve —respondí con una sonrisa y me hice a un lado para que pudieran entrar.

Mi casa no era una gran cosa, vivía solo y a pesar de lo que la gente diga de mí, no me gusta tener un gran espacio que no voy a acabar usando. El apartamento era bastante grande, estaba ubicado en el centro de Chicago.

Oliver no se molestó en decir nada y fue directamente a la cocina mientras sacaba del cajón tres platos para poner la comida que habían traído. Casi que se podría decir que mi casa era su casa. Había venido tantas veces que lo conocía todo a la perfección.

Brandon, en cambio, se ocupó de poner un poco de música de ambiente. O al menos lo intento.

—Siri. Pon Back to Black de Amy Winehouse —dijo delante del dispositivo.

—Ahora estás escuchando Back to Black, deluxe edition en Spotify —respondió la máquina reproduciendo el álbum de Amy Winehouse.

—¡No! ¡La canción, no el álbum!

—Reproduciendo «La canción», de J. Balvin y Bad Bunny en Spotify.

—¡¿Qué?! —exclamó desesperado—. ¡¡NO!!

En este punto, Oliver y yo solo podíamos reír a carcajadas.

—¡¿Se puede saber de qué os reís tanto?! ¡Esa máquina no vale para nada!

—Es que no te hace caso —se burló Oliver.

—Déjame a mí —dije yendo hacia dónde estaba el dispositivo de reproducción. Me aclaré la garganta y dije—: Siri. Reproduce Back to Black.

—Reproduciendo «Black to Black», de Amy Winehouse en Spotify.

Me giré para observar a mi amigo, a quién se le borró la sonrisa de la cara en un segundo cuando empezó a sonar la canción por los altavoces.

—Pe... Pero, ¿cómo?

—Es que soy su dueño —bromeé.

Oliver no paraba de reír. Su maldita risa era tan malditamente contagiosa que me puse a reír otra vez al ver la cara fastidiosa de Brandon.

—Vale, vale. Ya podéis parar de reír —dijo él mientras se sentaba en la mesa. Aún parecía fastidiado por la situación, lo que provocó que Oliver aún se pusiera a reír más.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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