Ellos dos era mejores amigos desde que usaban pañales. Los dos junto contra el mundo, y ambos tenían la esperanza de que todo siguiera así. Ellos dos hasta el final de la historia.
Dahee, la hermosa Dahee había crecido. Su madre no se encontraba del todo feliz. Realmente pensó que su hija sería diferente. Cuando era pequeña era tierna y dulce, siempre sonreía. Pero mientras pasaba el tiempo las cosas no siguieron así, Dahee se había vuelto odiosa y completamente superficial.
Su madre lo supo, desde el día en el que se comenzó a juntar con mayores sabía que las cosas no saldrían bien.
— ¡Riki, Dahee el desayuno! —anunció la mujer un sábado en la mañana. Riki bajó casi de inmediato después de haber dicho que ya lo haría. En cambio Dahee se estaba demorando mucho—. ¿Y tú hermana?
Riki levantó los hombros.
—No sé, no ha salido.
La mujer suspiró y la volvió a llamar. No hubo respuesta. Riki rápidamente le escribió un mensaje, tenía una idea de lo que podía estar pasando y no le agradaba.
Dahee
Dahee Por favor contesta Tu mamá está enojada Por lo menos dime que ya vienes No nos asustes ✔️ 10:58 am
— ¿Sigue durmiendo? —la madre preguntó. Riki mordió su labio sin saber que responder. Ni siquiera le llegaban los mensajes a Dahee.
Riki sabía que su madrastra odiaba las mentiras. Lo había aprendido una tarde cuando se quedó con su padre y hablaron sobre cómo todo cambiaría en sus vidas. En un inicio fue difícil acoplarse a una nueva familia, en especial, a una nueva madre. Riki no iba a mentir, a veces extrañaba a su mamá, los cariños y abrazos antes de dormir. No era que la nueva mujer de su padre fuera una villana de Disney, es más, lo trataba como si fuera su hijo, pero no hay nada igual a una madre, no había nada igual a su madre.
—No sé. La puerta de su habitación estaba cerrada —Riki respondió—. Quizás estaba muy cansada...
Dahee Escribiendo...
Mierda No estoy lejos Como a dos cuadras? Cúbreme Di que estaba haciendo tareas hasta tarde Por favor Te lo suplico Haré lo que quieras
Bien ¿Pero solo digo eso? Y si va a tu habitación? Me va a matar
No lo hará, nunca lo hace
Bien
¡Dios te amo! Ya nos vemos!!! 11:04 am
Riki estaba ansioso, incluso más que en los momentos antes de presentar un examen cuando no estudiaba. Así estuvo durante unos buenos 15 minutos, hasta que escuchó una puerta de arriba abrirse y pasos bajando las escaleras.
—Buenos días —la voz de Dahee se resonó por todo el comedor y una sonrisa iluminó la cara de la chica. Riki sintió su alma bajar a su cuerpo de nuevo.
— ¿Dormiste bien? —la mujer preguntó a su hija y está asintió sonriendo—. Menos mal, pensé que el sueño no te iba a dejar dormir.
Eso había sido sarcasmo, y Dahee lo entendió a la perfección. Su madre detestaba que se levantara tarde, incluso en los fines de semana.
—Lo lamentó —Dahee respondió y fijó su mirada en el teléfono. Tenía un mensaje de Jay preguntando si había llegado bien a su casa, rápidamente lo respondió y se dirigió a Instagram, donde había publicaciones de la noche pasada.
Su dedo bajaba mientras metía un poco de huevo a su boca y sus ojos se encontraron con una cuenta en particular.
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Dahee no recordaba mucho sobre la cuenta de Jungwon de Instagram, ella sabía que él no era fan de subir muchas fotos en redes sociales. O por lo menos así había sido cuando ambos tenían 13 años. Sin embargo, su curiosidad no llegó hasta ahí, tenía que entrar a los comentarios de la foto.
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Jungwon tenía más amigos ¿pero una nueva mejor amiga? Dahee sabía que ellos dos se habían separado y crecido para lados diferentes. Sin embargo, algo se sentía raro dentro de ella, algo no cuadraba.
¿Acaso ella lo extrañaba?
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