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𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋

7 meses después...

delfina

— ¡Ay amor! –Grité, queriendo que deje de hacerme cosquillas— ¡Basta, por favor! –Reía a carcajadas e intentaba cambiar de posición pero no podía.

— ¡Te dije que no te comas mis serenitos! –Dijo ella.

— ¡Perdón, Hanna, perdón!–Seguía riendo, si ella seguía así podía llegar a mearme encima.

Paró segundos después— Te perdono nomás porque te quiero mucho.

— Te quiero muchísimo más –Ella se sentó y yo arriba suyo— Tas re linda hoy.

— ¿Te viste vos? Estás que te partís al medio sola –Dejó sus manos en mi cintura, haciendo movimientos circulares.

— Hoy salimos con las pibas.

— Sip, ¿Que te vas a poner?

— Ni idea, ahora voy a ver –Me paré y fuí a la habitación.
Nuestra habitación.
Ella entró y se sentó en la cama, mirándome atentamente.
Me puse un body y una pollera, junto con mis botas negras— ¿Que decís?

— Fua, ¿Ésta en mi wacha? –Estiró sus brazos hacia mí, queriendo que me acerque, y eso hice.
Dejó su cara apoyada en mis pechos— Mis almohadas favoritas.

Reí y me alejé de ella para ir al baño a maquillarme, ella empezó a cambiarse— ¿Ig de los flota-flota?

Ella soltó una carcajada— Que tarada –Pasó al baño, agarró algunas de sus cosas y se fué, pero antes, me dió una nalgada.

— Si seguís así no nos vamos nada –Le dije en joda, ella me miró sonriendo.

Cuando ya estuvimos listas nos sentamos en el sillón a esperar a nuestras amigas.
Al ya ellas estar abajo, cerramos todo y bajamos.
Subimos al auto entre risas— ¡Hola, bebas!

— Hola, bellaaaas –Las saludé con un beso en la mejilla y fuimos rumbo al boliche.
Jazmín era la que iba a conducir a la vuelta, así que mucho no podía tomar.
Igual, no hacía falta tomar tanto para pasarla piola.
Bailamos y tomamos un toque.
Yo le bailaba a mi novia, mientras ella me seguía el juego riendo.

Fuimos las dos a fumar, desde que nos hicimos amigas nunca me dejaba sola y ahora que eramos pareja ambas éramos como uña y mugre.
Ella me hacía sentir cómoda y bien.
Me daba la confianza que ningún hombre me pudo dar.
Me siento tan enamorada de ella.
Siento que ella es la indicada para mí.
El amor de mi vida.

Al estar al aire libre saqué dos puchos, uno para cada una.
Prendí el mío y el de ella, mirándola fijamente, estaba hermosa.
— Te amo –Dije, luego de un silencio, dejándola anonadada.

Luego de un silencio ella volvió a hablar— Yo también te amo, Delfi –Sonreí y me acerqué aún más a ella.
La agarré de la nuca y acerqué nuestras bocas, formando un beso desesperado— Te amo demasiado –Susurró sobre mis labios, agarrándome de mis mejillas ya coloradas y acercándome nuevamente a ella.

Y al final, ella era mi persona indicada.
Ella era para mí.
Y yo era para ella.

FIN.