-Capítulo 6-

68 10 60
                                    

Martes, 3 de noviembre de 2020

━━━━━━━※━━━━━━━

El murmullo cercano a su casa despierta a Mayra. Se asoma por su ventana pero no consigue ver a nadie. El sonido de las voces parece venir de la parte de abajo de su casa, en su puerta, pero no lo sabe con seguridad. Se quita el pijama y se viste con una sudadera corta marrón, una falda de cuadros beis y blancos, unas medias y sus botas negras favoritas. Al acabar se hace un maquillaje natural, hace la cama, sale de la habitación y cierra la puerta tras ella. Baja por las escaleras y al llegar abajo corre a la cocina para hacerse una tostada con mermelada y un café. Se lo bebe rápidamente y, antes de salir por el arco que hace de puerta para salir y entrar a la estancia, se encuentra con su abuela que acaba de llegar de comprar el pan y está desabrochándose el suave abrigo de pelo.

-¡Abuela!

Mayra abraza a Michelle y le planta en beso en la mejilla.

-Querida, está Clara ahí fuera con un grupo de jóvenes.

Michelle parece estar pensando algo, pero no dice nada.

-¿Pasa algo?

Su abuela no se puede aguantar las ganas de preguntar y acaba soltando la duda que tan pensativa la tenía.

-¿Tienes novio? ¿Es alguno de ellos?

-Ja, ja, ja. Abuela, no tienes que preguntarme eso. Si tuviera novio te lo habría dicho. Ya sabes que con la persona que más confianza tengo es contigo.

Michelle acaba de colocar el abrigo en una percha, para después colgarlo en el armario de los abrigos, y también deja sus zapatillas.

-Venga, ¿a qué esperas? Sal con tus amigos.

Al decir esta última palabra una sonrisa traviesa se dibuja en la cara de la sabia señora, que sabe que algo nuevo está pasando por la vida de su querida nieta.

-¡Te quiero!

La joven sale de la casa y, después de cerrar la puerta tras ella, busca con la mirada al escandaloso grupo. Los encuentra sentados en el frío suelo de la calle.

-¡Mayra!

Clara se da cuenta de la presencia de la chica y, al pronunciar su nombre, hace que todas las cabezas de los allí presentes se giren hacia la misma dirección.

-¡Hey, Mayra, ven con nosotros! -Le grita Ian- Te estamos esperando.

La joven se acerca y se coloca al lado de su amiga, la cual ya se había puesto al lado de su querido Álex.

-Me estaban contando que han venido aquí para visitar el pueblo y sus alrededores y que, además, tienen que hacer un trabajo sobre todo lo que van viendo y aprendiendo. -Clara parece entusiasmada por lo que los chicos le estaban contando, lo que hace que Mayra preste atención- Ahora mismo iban a preguntarme algo. Has llegado en el momento idóneo, pero antes de seguir charlando te los voy a presentar.

-Clara, ¿has sido tú la que ha organizado todo esto?

-Tú me diste el número de Álex así que lo aproveché. No querrás pasar unas navidades aburridas, ¿no?

-Espera, ¿cómo? -Ahora es el propio Álex el que se une a la conversación- ¿Cómo conseguiste mi número? Yo no te lo di.

Clara se da cuenta de la breve mirada que Mayra e Ian se han lanzado.

-Ah, ya entiendo.

-Podemos explicarlo...

Ian decide contar cómo pasaron las cosas: Ayer, tras pedir su bebida, esperó a que Mayra se la entregara. Al tener el café entre sus manos notó algo debajo del vaso. Un papel. Lo leyó y entendió al instante lo que la chica de ojos azules quería.

"A una amiga mía le gusta tu amigo, al que ahora mismo voy a atender."

Ian arrancó un trozo de servilleta y con un bolígrafo que por suerte llevaba en el bolsillo escribió el número de su mejor amigo Álex y al pagar su café le entregó el trozo de servilleta con el número a Mayra.

-Y por eso no te enteraste, porque estabas pidiendo tu desayuno.

-¿Y todo esto fue improvisado?

-Exacto.

Los dos se dedican una mirada de orgullo y complicidad.

-La unión que tenéis vosotros dos no es normal...

Clara se acerca al oído de su amiga y le susurra:

-Luego tenemos que hablar. -Y ahora se vuelve a dirigir a todo el grupo- ¿Los conoces a todos?

Clara se remueve inquita sobre sus tobillos por lo que va a pasar y todos los jóvenes se colocan formando un círculo. Empiezan una ronda de preguntas para conocerse mejor entre ellos.

Las dos chicas van planteando diferentes preguntas y los chicos van respondiendo uno a uno. Al acabar se enteran de que el color favorito de Ian es el negro, mientras que el de Álex es el rojo; La comida que más le gusta a Ian es la sopa ya que, según él, la puedes hacer de lo que quieras, y la de Álex es la pasta. Tiene ese amor por la pasta gracias a su familia ya que es italiana; Ian quiere estudiar la carrera de veterinaria y le encanta el rugby. Álex, en cambio, va a estudiar arte dramático y le encanta el baloncesto.

Mayra y Clara cuentan también sus gustos.

La chica de ojos azules cuenta que no tiene color favorito ya que todos los colores le trasmiten algo, lo que podría comer todo el tiempo sin cansarse son los postres, todo tipo de dulces, y lo que más le gusta hacer es leer y escribir. La chica de pelo castaño cuenta que su color favorito es el naranja, su comida preferida es la verdura, da igual cómo, y lo que adora hacer en su tiempo libre es bailar. También dice que quiere estudiar paleontología y, tras decirlo, se escuchan unas risas, pero decide ignorarlo.

Al acabar de poner en común sus gustos les preguntan por el trabajo que tienen que hacer, que es la razón por la que ellos están allí.

-¿De qué es el trabajo?

Álex contesta al instante.

-Tenemos que recorrernos el pueblo, anotar lugares y datos interesantes y después presentarlo en clase cuando volvamos.

-¿Y sabéis por dónde empezar?

-Pues, sinceramente, no.

Un par de chicos se acercan a Álex y le susurran algo al oído. No saben qué es, pero lo que sea que le hayan dicho hace que se levante y empiece a prepararse para irse de allí.

-Lo sentimos mucho, pero tenemos que irnos.

-Vale... ¿Quedamos mañana aquí y os llevamos a un lugar? Es precioso, os va a encantar.

Ian mira a Álex y los dos parecen estar de acuerdo con la idea, pero al compartir las miradas con el resto del grupo se dan cuenta de que algo no va bien. Les da la sensación de que no les caen muy bien. Al final, Álex decide tomar la palabra.

-Vale.

Esta vez es Mayra la que habla.

-Y si queréis podemos contaros cosas sobre el pueblo...

-Está bien.

Y, tras despedirse, el grupo de ingleses se aleja por la calle hasta su alojamiento universitario.

Clara y Mayra se han quedado solas.

-Bueno amor, yo también tengo que irme. Ya sabes, mañana aquí, por la mañana. Se puntual.

-Confía.

Clara se despide de su mejor amiga y Mayra intenta procesar todo lo que le acaba de pasar.

Nuestro Destino ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora