nueve

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No la había visto con la oscuridad de la noche. Dormía pacíficamente apoyada en el lado izquierdo. Muchas preguntas pasaban por mi mente; ¿que hacía allí? ¿la despertaba? ¿por que estaba tan nerviosa? Me sequé el sudor de las manos y me quede ahí de pie mirándola mientras me debatía en qué hacer. ¿Por que mi cama? Al final decidí despertarla pero solo para preguntarle.
-Billie.-Susurré de rodillas encima del colchón al lado suya.-Billie.-Repetí.
-Mjm.
-Em...creo que te has equivocado de cama.-Tal vez iba tan borracha al llegar que no se había dado cuenta...
-No.-No olía a alcohol. Todo era muy raro.
-Y ¿que haces aquí, entonces?-No había abierto los ojos en todo este tiempo. Creo que estaba hablando en sueños.
-Pues... no sé, porque si.-Entonces los abrió pero durante un microsegundo aunque eso me sobró para ponerme aún más nerviosa. Se veía tan adorable ahí tumbada, que me daba pena echarla.-Puedo irme...-Dijo moviéndose pero la agarré del brazo.
-No importa. Puedes quedarte.-Dije soltándole el brazo.-Pero solo hoy.-Me intentaba convencer pero...muy en el fondo sabía que si se quedaba más noches no me importaría. Y eso me daba pánico. Me daba pánico sentir algo por alguien y menos por alguien como Billie. Ella y yo no podíamos gustarnos. Enterré esos sentimientos hondo y me acosté a su lado. Lo más lejos que pude. Pero su calor corporal seguía llegándome. Se me iba a salir el corazón del pecho, joder. Billie se movió en sueños y se acercó, tanto que su aliento me rozaba la oreja. Una sensación nunca sentida se posó en mi bajo vientre e incluso un poco más abajo. No era tonta, aunque mi vida sexual era inexistente, sabía lo que era estar excitada. Y eso me estaba pasando, ¡con Billie! Mi vida había dado un cambio demasiado grande. Hace una semana nos estábamos insultando en el avión y ahora estaba tumbada a su lado excitada. Solo esperaba que no se despertara y me viera respirando como si hubiera corrido una maratón y sudando como un cerdo. Me giré de lado para darle la espalda e intenté respirar hondo pero la sensación no se iba. Solo quería estar a su lado, con ella cerca...Sacudí la cabeza y me levanté bruscamente, yendo a la terraza. Inspiré hondo y luego lo solté. Estuve cinco minutos a la luz de la luna y solo podía pensar en ella y en tomarme un té. Pero el servicio de habitaciones no subiría ahora. Me senté en una silla (no en la que ellas estaban antes) que tenía un respaldo con un cojín. Me tumbé y el viento nocturno me azotó el pelo. Mucho mejor. Miré las estrellas. "Por favor haz que esta sensación se vaya", repetí mentalmente una y otra y otra vez. Aunque la sensación no despareció, se amainó. Pero sabía que al volver a entrar volvería a sentirla. Y dormir en su cama no seria buena idea, sus sábanas olerían a ella y no podría. Al final opté por dormir ahí. A la luz de las estrellas, la luna y los deseos no concedidos.

Algo me estaba tocando el brazo. Pegué un manotazo a lo que fuera y me acomodé. A los pocos segundos volví a sentirlo. Abrí los ojos y vi a Billie. Mierda. Se me había olvidado que había dormido en un balcón. Me enderecé y dije lo primero que se me ocurrió:
-Hacia calor.-Me rasqué los ojos y la intenté mirar pero sol de la mañana me cegó.
-Voy a desayunar.-Y dicho esto se fue sin darme tiempo a responder. Solté el aire que contenía y me giré hacia atrás en la tumbona. Mejor lejos que cerca. Mejor lejos que cerca. Mejor lejos que cerca. No paraba de repetírmelo. Necesitaba una ducha fría. Urgente.

-Cariño.-Dijo mi madre dándome un beso en la frente antes de sentarme con ella en la mesa. También estaban Billie y Maggie.
-Hola.-Las saludé sonriente. Ya me encontraba mucho mejor, hablaría de esto con Billie y volveríamos a ignorarnos. Y para empezar cuanto antes, me levanté de la mesa y fui a por comida. Cogí cruasanes, huevos revueltos, tortitas y todas las cosas más clichés que te podías imaginar. Al volver, ellas estaban hablando animadamente de los planes para estas dos semanas que nos quedaban.
-Podríamos hacer otra andada.-Dijo Maggie con una sonrisa. Yo miré a Billie inmediatamente sin quererlo. Al momento me arrepentí porque ella también me miró.
-Mejor no.-Dije riendo.-Mi tobillo aún no se ha recuperado. Y mis manos tampoco.-Iban mejorando eso sí pero no volvería a una montaña en un buen tiempo.
-Bueno, iremos tú madre y yo. Vosotras podéis ir juntas a algún lado. No habéis hecho ningún plan juntas.-Maggie fingía que todo iba bien entre nosotras y eso a veces podía hacer situaciones incómodas, como esa. Esa vez no mire a Billie. Mejor lejos que cerca.
-¿Que os parece si vamos esta tarde a la catedral de Notre Dame? He oído que está muy bien y hay buenos restaurantes cerca.-Dije cambiando de tema. A las madres se les iluminó la cara.
-¡Si! Que idea tan buena.-Dijo Maggie.-Si cogemos el metro, estaremos allí en cinco minutos.
-Pues genial.-Dijo mi madre. Billie no dijo ninguna palabra. A veces echaba de menos cuando me insultaba. Supongo que para ella tampoco era lo mismo pero no hablaría de estos sentimientos con ella. Al acabar de desayunar, mi madre me dijo que la acompañara a una tienda de ropa que había visto. Yo accedí. Estaba a la vuelta de la esquina y tenia cosas muy bonitas y baratas pero no eran mi estilo.
-¿Que te parece este vestido, Nina?-Dijo saliendo del probador. Era uno negro de lunares holgado, muy veraniego.
-Me encanta.-Sonreí.-Pruébate este otro.-Le pasé uno verde lima con flores azules precioso. Ese era más de mi estilo. Yo también cogí unos cuantos vestidos y me los probé a la vez que mi madre.
-Pareces una bola de discoteca.-Dijo riendo a carcajadas cuando salí del probador. Lo había hecho a propósito, ese vestido era horroroso.
-Mientes, es prefecto para la ocasión.-Fingí que me ofendía.
-Perfecto para que te cuelguen del techo de la discoteca.
-Vale, mamá. Tampoco nos pasemos.-Dije riendo con ella. Al final me decanté por dos vestidos: uno de tirantes azul oscuro con ojos blancos por todo el vestido y otro que era más largo de color amarillo pastel con rayas beige verticales. Mi madre se compró el verde lima que le había dicho y una falda vaquera. Nos enrollamos tanto en los probadores, que tuvimos que irnos a comer a un restaurante que había por ahí. Cuando nos sentamos en la terraza, yo ya sabía que algo se avecinaba por la cara de mi madre.

AAAAA se acercan cosas interesantes...Os gustará jajajaj😼😭

"Te voy a odiar siempre" || Fanfic de Billie EilishWhere stories live. Discover now