Epifanía

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La lluvia caía con fuerza sobre Paris, cubriendo por completo el cuerpo de Ladybug, quien completamente rota, ocultaba su rostro mientras se abrazaba a sus piernas. Se sentía sola, perdida, engañada. La persona más inútil del mundo, ¡qué del mundo!, del universo entero.

Ella había fallado.

Sus pensamientos eran como una bola de lana enredada en su cabeza, generando tal nudo que apenas si podía razonar. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cómo iba a pelear si aquella persona en la que confió pensado que era Adrien, resultó ser su primo y le había robado todos los Miraculous?

Era completamente la persona más irresponsable del mundo, la peor.

La respiración se le acelera, nuevamente, su mente se queda en blanco, la responsabilidad sobre París le genera una presión gigantesca, es como si estuviera en un cuarto cerrado y las paredes se van cerrando en torno a ella más y más amenazándola con aplastarla.

Y escucha esa risa, esa misma risa que hace un tiempo atrás enfrentó por primera vez, pero esta vez, amenaza París teniendo todos los miraculous, tratando de poner en contra a la gente para que los traicione.

Y el caos se hace más grande, más profundo, la envuelve completamente. A ella le han robado los Miraculous, pero en su mente, no le robaron, ella los perdió. Ella, la única culpable, ella la más inservible. Nadie más tiene la culpa de que París ahora éste bajo una amenaza mayor.

¿Qué hacer? Ella ha perdido todo.

O al menos eso es lo que ella cree...

Junto a ella, la figura de su primer compañero de equipo se hace presente, la mirada de él muestra la misma determinación de siempre, pero es la determinación que ella ha perdido y no sabe como hará para ponerse de pie.

Ella está agotada, cansada de pelear y le recuerda a él todo lo que ha hecho en su contra, porque es consciente de todo lo que ha hecho, dicho. Sabe que, si alguien debe odiarla en ese momento, es él. Nadie más que él.

Por creer que ella podía con todo, ahora estaban en esa situación.

¿Quizás debían rendirse? Dar los Miraculous y olvidar que todo esto pasó.

Oculta entre sus piernas y brazos, escucha nuevamente la voz de su compañero, suena segura, y usando ese cariñoso apelativo que le ha puesto, hace ya mucho tiempo, el mismo tiempo que llevaban juntos.

«M'lady»

Ve su mano extendida, y se debate entre tomarla o no, ella recuerda sus palabras anteriores, pero parece que nada de eso le importa a él, en ese momento.

Toma finalmente la mano de la única persona que queda de su lado. La única persona que siempre está ahí para ella, a la única persona que cuando la abraza la hace sentir segura, como si tuviera en sus brazos el pegamento que une sus partes rotas y la vuelven a convertir en ella misma.

Eso siempre ha logrado Chat Noir con ella, unir sus pedazos fragmentados.

Su promesa suena tan seria que cuesta comprender que es el mismo chico que está lleno de risas y chistes tontos. Sabe, en el fondo, que él esta determinado a que ambos sigan juntos.

Él y ella, contra Hawk Moth.

Porque, aunque él tenga todos los miraculous, ellos se tienen a si mismos y cuentan con el apoyo de la gente. Personas que creen en ellos y no necesitan una máscara para apoyarlos.

Ella mira a su compañero una vez más y finalmente, la determinación vuelve a surgir en ella, como si hubiera tenido una epifanía.

Sí, ella había fallado, si, éste era su error.

Y por eso, la única que podía solucionarlo era ella... con su fiel y leal compañero, Chat Noir. 

EpifaniaWhere stories live. Discover now