Fin del matrimonio

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Al día siguiente por la mañana, la primera persona en despertar fue Ivy, la cual se encontraba bastante emocionada por la actividad que iban a realizar ese día. Pero antes de partir al lugar elegido para bucear y después degustar una buena cena, pidió el desayuno al cuarto. Para que ambos tuvieran la suficiente energía y de esa forma pasarla mejor en las actividades. Cuando servicio a la habitación llegó, ella acomodó todo en la mesa cerca de su cama y después se dirigió a la cama en la cual se encontraba Daniel durmiendo tranquilamente, por lo que ella comenzó a despertarlo poco a poco, tratando de despertarlo con cosquillas.

Recibiendo de su parte, varias quejas por no querer despertar todavía, pero la insistencia de Ivy fue tanta que decidió abrir sus ojos, al abrirlos pudo observar a ivy tan cerca suyo que le robo un corto beso en los labios, para después tomarla de sus brazos y acercarla a él, abrazándola por detrás mientras le decía que no la soltaría y que se quedarían en esa posición durante todo el día, pero al escucharla decir que el desayuno estaba listo y que tenían poco tiempo para encontrarse con la gente que los enseñaría a bucear. Cedió ante su petición por lo que la soltó levemente para que ambos se sentaran a desayunar.  

Cuando los dos terminaron de desayunar, se dirigieron al sitio en donde bucearían, serían una experiencia que sin duda no olvidarían, los dos estaban bastante nerviosos pero emocionados por lo que verían. Al terminar de escuchar las indicaciones necesarias y usar el equipo adecuado para la actividad. Los dos junto al equipo certificado, comenzaron a bucear, observando varios tipos de animales acuáticos, maravillados por todo lo que fueron capaces de observar en el trayecto, se miraban mutuamente para poder cuidarse entre ellos y demostrarse que estaban disfrutando de estar juntos y poder tener ese tipo de actividades. Felicitándose internamente por haber participado en ese concurso de baile y haberlo ganado.

Al término del tiempo de buceo, los dos ingresaron al barco en donde se llevaría a cabo su cena. Al llegar los dos se dirigieron a la habitación ubicada en el interior del barco, para asearse un poco antes de que estuviera la cena lista.

A medida que avanzaba la cena, los dos conversaban sobre su sentimiento respecto al buceo, lo que Ivy no dudo en expresar, pues el bucear junto a Daniel sin duda lo hacía más especial

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A medida que avanzaba la cena, los dos conversaban sobre su sentimiento respecto al buceo, lo que Ivy no dudo en expresar, pues el bucear junto a Daniel sin duda lo hacía más especial. No imaginaba haberlo hecho con alguien más que no fuera él, pensamiento que compartía con él ya que desde el comienzo del viaje. Él no parecía recordar lo sucedido con Jenna, aunque en ocasiones tenía momentos en los que se sentía culpable por no haber escuchado a Ivy e ignorar sus pensamientos, sobre que sentía a Jenna de una forma distinta. No hablando del pasar de los años, pues era obvio que el cambio era inevitable, pero al estar con ella, en ocasiones parecía que no la conocía de nada. Lo que no fue el caso con Ivy, pues con ella desde un comienzo y hasta ese momento en la cena, se sentía cómodo y en confianza.  

Daniel - Sé que ya dije esto antes, pero realmente me gusta estar contigo. Dijo al ver a Ivy

Ivy – Igual a mí, me gusta mucho. El estar aquí contigo me hace sentir que es verdad nuestro matrimonio y que podría funcionar. Por muy tonto que parezca.

Daniel – No parece tonto, yo sé que puede funcionar. Eso los dos lo tenemos claro, desde que te vi en Australia hace meses, tuvimos buena conexión.

Ivy – Si, es verdad. Desde ese momento me sorprendió que nos lleváramos tan bien y de una forma rápida. Generalmente me cuesta tener buena relación con gente que casi no conozco. Pero yo sé que a ti no.

Daniel – Cierto, como ya lo habrás notado. No me cuesta hacer amigos. Dijo riendo. - Aunque contigo fue diferente y no es solo por el acuerdo del matrimonio falso. Es algo que no pasa todos los días.

Ivy – Tienes razón, no sucede tampoco con toda la gente que conocemos. Pasa muy pocas veces en la vida.

Daniel – Te volvería a pedir que fueras mi esposa, sin duda alguna. Solo tú puedes serlo, lo que me hace pensar que después de todo, mi abuelo tenía razón.

Ivy - Volvería a aceptar, solo contigo podría hacerlo. Si puedo preguntar, ¿A qué te refieres con lo de tu abuelo?

Daniel – Pues él quería que tuviera un mayor compromiso, en sus últimos años. Me repetía que quería verme feliz con alguien y no por presionarme, pero él pensaba que todos tienen una pareja destinada y que solo es cuestión de no dejar ir oportunidades.

Ivy – Tiene sentido. Mi abuela siempre me ha dicho que cuando sabemos que es la persona que nosotros queremos. Solo sentimos que es así, sin mayor explicación.

Daniel – Los dos tienen razón, desde hace un tiempo me di cuenta que lo que siento por ti. No lo necesito explicar con palabras, porque prefiero hacerlo con actos. Dijo al acercarse a Ivy para comenzar a besarla lentamente. 

Daniel e Ivy continuaron besándose, hasta llegar al cuarto en donde pasarían esa noche, Ivy se acercó a la cama sin sentarse en ella pues Daniel sostenía su cintura con una mano, mientras que con la otra quitaba un tirante de su vestido para dejar su hombro al descubierto y repartir besos en el mismo, seguir con su cuello y terminar en sus labios. Incrementando la velocidad y fuerza del beso, se deshizo del tirante sobrante para dejar a Ivy casi desnuda pues, aunque tenía sus pechos al descubierto, tenía todavía sus pantaletas.

De lo que se encargó Daniel minutos después, ya que se arrodillo ante ella para quitarle lentamente la única prenda que portaba, dejando un par de besos en esa zona para subir de nuevo a los labios de Ivy. Al estar Daniel frente a Ivy, ella se dispuso a deshacerse de su camisa besando sus clavículas al terminar de hacerlo. Subió por su cuello para llegar a sus labios y paralelo a eso, sus manos se dedicaban a desabotonar el botón de su pantalón para quitárselo también. Dejándolo solo con sus boxers puestos, lo que no duró mucho ya que ella también se arrodilló frente a él, para desprenderse de esa prenda y crear un camino de besos en su miembro. Algo que hizo que Daniel se excitará cada vez más, tomándola de sus brazos para levantarla y recostarla en la cama.

Al tenerla completamente desnuda con una notable excitación frente a él, no dudo más y abrió sus piernas para colocarse entre ellas. Haciendo que su pene rozará con su vagina. Haciéndola gemir mientras pronunciaba su nombre y le pedía que no parara, lo que él seguiría minuciosamente. Minutos después de estar en esa posición y de repetidos pedidos de Ivy para que él entrará en ella, hizo caso a los mismos no sin antes colocarse un condón. Daniel tomó su miembro con una mano para colocarlo e introducirlo levemente, mientras besaba los pechos, cuello y labios de Ivy. El tiempo pasaba y con el, la velocidad de cada entrada, dejando a ambos cada vez más deseosos por seguir, Daniel entraba con mayor fuerza, llegando cada vez más al punto ideal, creando que Ivy lo sujetará fuertemente con sus piernas. 

Para después elegir cambiar de posición en donde ella se colocaría en cuatro puntos sobre la cama, para que Daniel se colocara sobre ella, sin salir en ningún momento de ella. Tomándola de su cintura para tener un mejor agarre y entrar de forma más profunda, mientras besaba su espalda y cuello. Ambos siguieron en esa posición, hasta llegar los dos a su punto de completa satisfacción, terminando exhaustos hasta quedarse dormidos. Los días siguientes a esa noche, pasaron de la misma forma pues ninguno necesitó hablar sobre el tema o si los términos de la relación cambiarían, ya que querían disfrutar para después preocuparse por el resto. Estuvieron en la playa, night clubs y en su habitación de hotel incontables horas, disfrutando de estar juntos.

Sin importarles nada más que ellos, algo que contrario a lo que imaginaban, no dudaría mucho. Y eso debido a que, un par de meses después de regresar a casa, en los cuales solo estaban ellos dos juntos, viviendo como si fueran una pareja real y creyendo que lo eran, terminarían al ver un mensaje de parte del abogado de Daniel, abogado que lo ayudaba con el papeleo de la casa de su abuelo y lo ayudaría en su divorcio con Ivy. En ese mensaje le avisaba a Daniel que el año de su matrimonio falso, estaba a una semana de concluirse y que pasado ese tiempo sería el dueño absoluto de la casa de su abuelo, dejándolos completamente atónitos. Pues sabían que si el año de matrimonio concluía, comenzaría el proceso de divorcio.



      

Only Memories -Daniel Ricciardo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora