Capítulo 1

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Amanecía un día importante para mí. Uno de los más importantes, podría decir, ya que mi tercer libro estaba a punto de salir. La emoción era la misma que con mis dos primeros libros, pero quizá un poco más, ya que la esperanza de que esta vez lograra el codiciado bestseller era intensa. Había llegado mi momento. Lo sentía en cada célula de mi cuerpo. También me debía a mí misma ser feliz por fin, ya que mis dos intentos anteriores habían fracasado. Tuve la suerte de que mi editorial no me echara a pesar de que no conseguía las ansiadas ventas, pero, por otro lado, puede que la culpa fuera un poco de ellos ya que estaban poniendo toda la atención en su estrella...

Manuel Aldana. Mi némesis, aunque él mismo no lo supiera. Lo odiaba tanto. Desde el momento en que firmé mi primer contrato, él estaba allí, cortándome el paso. Cómo lo hacía el destino y cada libro mío salía al mismo tiempo que el suyo, nunca lo entendí. El caso es que todo el mundo hablaba de él, sus libros desaparecían de las estanterías y los míos se quedaban acumulando polvo. Pero esta vez no. La editorial me había prometido que su libro saldría a la venta mucho más tarde y que harían todo lo posible por promocionar el mío como se merecía. Por eso me desperté de nuevo después de mucho tiempo, con una sonrisa en la cara. ¡Era la primera vez que iba a ganar a Manuel Aldana!

Las oficinas de la editorial que me recibían estaban en el centro de Madrid, en un barrio no tan acogedor, pero céntrico. La cita con mi editor era a las once de la mañana, así que empecé una hora antes para no llegar tarde. El sol brillaba y el ambiente olía a verano y a optimismo. Entré en el edificio cantando suavemente, con el café en la mano, cuando lo vi venir hacia mí. Me quedé helada porque eran pocas las veces que lo había visto en persona, pero cada vez sentía lo mismo. Tragué saliva y mi cerebro dejó de funcionar por el asco. Como siempre, estaba guapísimo, hermoso como un modelo. Era alto, con el pelo corto y rubio oscuro y grandes ojos azul grisáceo. Cualquiera que lo viera no habría adivinado que era español, ya que tenía el aire de ser una estrella de Hollywood... y efectivamente, era un ángel que había caído a la tierra... tan guapo. A pesar de que me disgustaba con todo mi corazón.

Se detuvo frente a mí con su habitual expresión inexpresiva y me miró atentamente de pies a cabeza como si estuviera pasando por un casting. No estaba segura de sí me conocía o si simplemente había llamado su atención porque estaba en su camino, pero me sentí como una exhibición bajo su mirada escrutadora. Tenía muchas ganas de presentarme y decirle lo mucho que había estropeado mi vida, pero me callé, sobre todo porque tenía miedo de soltar gritos inarticulados en lugar de palabras. Él, sonrió con cierta ironía y pasó por delante de mí como si no me hubiera visto nunca.

― Grosero ―, hablé después de asegurarme de que no me oía. No iba a dejar que nada me arruinara el día, especialmente él, ya que se me avecinaban cosas bonitas. Con este buen humor y pensamiento positivo me dirigí a la puerta de la editorial, pero cuando llegué, la alegría se esfumó de golpe. Un enorme cartel cubría la puerta de cristal. En ella había una foto de un libro que se publicaba ese día y que no era el mío. No... era el nuevo libro de Manuel Aldana que, una vez más, salía a la venta el mismo día que el mío.

Todo se volvió negro a mi alrededor. Nunca he sido una persona histérica, pero ahí estaba, en ese momento, la histeria se apoderó de mí y de mí salió una persona que nunca había visto. Solté un grito y levanté las manos sobre el póster del que tiré con fuerza, arrancándolo de un extremo a otro. Lo tiré al suelo y luego, lo pisoteé con furia, ignorando las miradas de sorpresa de la gente que estaba dentro de la editorial en ese momento. Una vez que sentí que había sacado toda mi rabia, arreglé la ropa y el pelo y entré como si nada hubiera pasado.

― Buenos días ―, dije con total seriedad a la recepcionista. ― ¿Dónde está el señor Miguel?

― En su despacho, esperándote ―, respondió ella, atemorizada.

El juego del amor (#PGP2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora