Capítulo 1.

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Baekhyun solía decir que le recordaba a una margarita añorando otro poco de sol y nunca se me ocurrió preguntar por qué, pero él parecía tener muchas suposiciones para el futuro. Al final del día solo me quedaba apoyarme sobre su hombro para buscar la forma de lidiar con el peso de mi existencia. El abandono se volvió un miedo latente de repente y se acostumbró a gobernar mis pensamientos incluso cuando Baekhyun me miraba. Siempre deseé que el tiempo se detuviera para obligarme a ser sincero y borrar su recuerdo, porque no quería que él se quedara en el olvido conmigo, no cuando siempre ha podido huir a cualquier lugar. Nunca dije sobre el tipo de pensamientos que tenía respecto a nosotros, especialmente porque la mayoría de ellos no eran verdaderos, se trataba de la depresión volviéndome un hombre con sentido de insignificancia, y de esa misma forma comenzó a sentirse el resto del mundo. Baekhyun no tenía culpa de nada, él solo intentaba cuidar de mí y no dejaba de amarme, pero las inseguridades consumen la esperanza reduciéndose a un escape sereno de vez en cuando, algo a lo que se recurre cuando todavía tienes anhelo por seguir amando y ser amado. Era innegable que le debía mucho pero, incluso cuando él ya había perdido tanto al haberme elegido, soportaba vivir conmigo en la escasez y cada mañana volvía a sonreír sin importarle nada.

—Te amo, Chanyeol —murmuraba él con sigilo, para que solo yo pudiera escucharlo.

Porque Baekhyun era así, siempre haciendo de las pequeñas cosas algo muy significativo.

—Yo también —me atreví a decir con un sentimiento robándome el aire del pecho—. También te amo, Baekhyun.

Siempre hubo en mí una necesidad persistente por protegerlo, pero resultó ser él quien terminó protegiéndome, aunque a veces quise sentirlo de la misma forma en que él solía sentirme. Anhelaba amarlo como él me había amado, porque solo él amaba tanto como para quedarse, sin embargo, luego de un tiempo Baekhyun comenzó a verse diferente. No como si no fuese él, sino una versión de él más apagada y me dolía ver que se estaba rindiendo poco a poco. Antes de todo, la sonrisa de Baekhyun solía brillar. Siempre fue tímido y reservado, pero mirarlo era sentir confort sin saber que lo necesitaba. Él sentía la vida de otra forma, la palpaba distinto y la encontraba en pequeñeces. Pero el tiempo que llevábamos viviendo entre sueños rotos, desesperanza y miseria se había llevado parte de eso. Él no era diferente, solo estaba perdiendo el sentido de las cosas, y cuando lo noté me sentí preocupado porque no quería que fuésemos dos personas sin más propósito que sobrevivir a la escases.

Recuerdo muy bien esa tarde porque fue el comienzo de una nueva vida. Su madre dijo que vendría a visitarnos y yo me encontraba hecho un guiñapo, pero a Baekhyun parecía no importarle nada de eso mientras estuviéramos cómodos y tibios. Encontraba satisfactorio el hecho de que Baekhyun siempre intentara mantenernos así, como si el tiempo no fuera tiempo y el silencio no fuera una pena. Probablemente se sentía cansado, la noche anterior había estado hasta pasada la medianoche tocando y cantando en el Maiden. Su madre llegó a las prisas porque solo venía de paso, como la mayoría de las veces. Dejó unas cuantas medicinas que Baekhyun le había pedido y se sentó a mi lado con plena confianza, ella era así todo el tiempo.

—¿Cómo has estado, Chanyeol? Baekhyun me ha dicho que últimamente estás comiendo muy poco, ¿te sientes bien? —me preguntó con el cariño que siempre poseía, incluso posó su mano sobre la mía demostrando cuán preocupada estaba.

—He estado bien. Creo que solo me he desanimado un poco, pero recuperaré el espíritu que me hace falta —respondí conteniendo un suspiro—. ¿Cómo se encuentra el Sr. Byun?

Ella agachó la mirada como si estuviera rendida, comprendí lo que significaba, pero aun así quería escucharlo todo de su parte.

—Creo que extraña mucho a Baekhyun, pero el rechazo no ha sido superado y me preocupa que ninguno haya tenido la iniciativa para acercarse —me confesó con la voz cargada de pesar por su familia.

I'll be your houseWhere stories live. Discover now