PARTE 2

2 0 0
                                    


Observo con atención mi habitación; forrada en fotografías de todas: chicas, medianas y grandes, en cada uno de esos lugares he estado, de pronto el reloj de la pared me mira como fijando sus manecillas en mi dolor, es como si me marcara el paso, diciéndome: apresúrate a vivir el tiempo se te termina.

¿Qué es el tiempo?  ¿En realidad eso es el tiempo? esas fotografías en mi habitación, esos lugares ya vistos y pisados por mi mismo, esos momentos que he vivido estando en todas esas partes  tomando fotografías, yo aquí ahora postrado en mi habitación, sintiendo un poco de desesperación, siendo que el tiempo es un juego de enajenación mental, en el que el juguete soy yo...me siento frustrado al recordar que no puede permitirme sentir emociones de alegría o disgusto, es dañino para mi salud. 

Recordando que ayer fue un día agitado y difícil, recuerdo haber pasado mucho tiempo casi una tarde, tomando fotografías de ese lugar...fuimos unos compañeros y yo a tomar esas fotografías, como una forma de entretenimiento en la cual podríamos mis amigos y yo hacer algo divertido...yo como de costumbre llevando mi cámara de fotografía.

Primeramente decidimos entrar a una casona vieja de nuestro vecindario, yo por delante mirando a todos un tanto espantados, creí que sería buena idea, llevar mi cámara fotográfica y tomar algunas fotografías que me recordarían estas fechas en las que yo estoy todavía joven y mi tiempo es solo mío.

Entramos a la casona vieja, solamente transcurrido un instante mis amigos hablaban en voces vagas apenas alcanzaba a distinguir su conversación, solo me parecía extraño que yo pasara primero que ellos, diciéndoles a mis amigos, que no tendríamos mucho tiempo ahí, por lo tanto deberían apuntar para sacarle a ese lugar el mayor provecho y observar toda clase de detalles en la construcción de la casona o en los muebles que le pertenecían. 

Mi mayor intención, era la de tomar algunas fotografías del recuerdo aquel, sin embargo, no me fue del todo fácil, ya que mis amigos tenían mucha prisa, no permitiéndome detenerme en esos lugares por mucho tiempo, solo pude tomar unas cuatro o cinco fotografías de las habitaciones sin tomar mucho detalle de lo que se encontraba en ellas.

Mis amigos se apresuraron a pasar por esa casa llevándonos solo media hora, me hubiera gustado permanecer en ella más tiempo, sin embargo, ellos decidieron dar un vistazo al cementerio del vecindario. Dejamos de lado la curiosidad de aquella casa, y siendo apenas las 7 de la tarde, decidimos arribar en el cementerio, dadas las circunstancias yo deseaba tomar muchas fotografías de aquel lugar.

Cubierto de curiosidad, esas fotografías que tomaría mostrarían un buen trabajo en aquella aventura al contraste de los misterioso y prohibido. Me pareció buena idea ir hasta aquel cementerio, por consiguiente, caminamos una hora hasta llegar al sitio, yo emocionado saqué mi cámara fotográfica y tomé algunas fotografías al portón de entrada de aquel cementerio.

Nos dispusimos a entrar,  con el corazón latiendo a todo lo que da, aprovechando cada momento para tomar fotografías y así hacerle saber a mis compañeros que yo plasmaría aquel recuerdo para siempre. Mis amigos caminaban unos metros detrás mío, sin embargo yo no escuchaba su voz, se oían muy lejanos ya que hablaban en voz baja, no alcancé a distinguir de que se trataban sus pláticas.




Caminando soloWhere stories live. Discover now