Capitulo 23

364 27 2
                                    

El grupo de leones habían pasado ya el desierto y se encontraban ya en algún valle o pradera bastante pequeño, en el cual apenas había un árbol medio seco.

-Cuanto falta?-  pregunto Malkia

-No lo se con certeza- respondió Mufasa

-Ya estoy cansado- replicó Simba -Papa, estás seguro de que es la dirección correcta?-

-Si hijo, lo estoy- respondió su padre bastante confiado

-En las estrellas?- pregunto Ni -no se puede confiar totalmente en esas cosas, por lo menos yo no-

-Tal vez tú no pero yo sí, tengo en fe en que este es el camino correcto- respondió Malkia -si Mufasa lo dice yo lo creo-

-Esta bien, perdón, solo digo que debemos asegurarnos de que realmente vamos en la dirección correcta- dijo Ni

-Como haríamos eso?- pregunto Simba

-Podríamos encontrar una señal o un indisio de que estamos cerca del reino- dijo Malkia

-Estoy de acuerdo- respondió Mufasa -hay que tener los ojos bien abiertos para poner identificar algo que nos podría ayudar, tal vez si doy una vuelta pueda encontrar algo, ahora vuelvo, esperen aqui -

Durante un buen rato los tres jóvenes leones estuvieron sentados sobre el pasto, esperaban a que el calor del mediodía bajara para que ellos pudieran continuar el viaje.

-Dime Simba- dijo Malkia -que más cosas estuviste haciendo durante tu estancia en aquel lugar-

-Pues ahora que lo pienso hice muchas tonterías-

-Tonterias!- dijo Ni -pues que eran esas tonterías-

-La verdad prefiero no contar nada de eso, eran cosas muy infantiles- hizo una pausa -creo que por eso Timón quedó como está ahora-

Ni no pudo evitar una risita, mientras Malkia prefiero guardar silencio.

-Ni- dijo Simba dirigiéndose al león adolescente -y tu no hacías tonterías?-

-Yo?- contesto con aire de superioridad -yo siempre fui bastante tranquilo y educado durante toda mi corta vida-

-Entonces que rayos hacías cuando me contaste el otro día que tú...

-Ahham- interrumpió Ni -mejor retiro mis palabras-

-Ja lo sabia- grito Simba

En eso Malkia recordó que Ni le había contado a Mufasa sobre su estadía en Pridelands, pero no a Simba, al cachorro seguro le gustaría saber que había ocurrido en su tierra natal después de su partida.

-Oye Ni- dijo Malkia -porque no mejor le cuentas a Simba sobre tu visita a su reino de el?-

-Que como, cuál visita?-

-Estuve en tu reino Simba, poco tiempo después de que te fuiste-

-Enserio?- dijo mientras se paraba -vamos cuéntame-

-Veras- empezó a relatar Ni -después de que me separé de mi manada estuve vagabundeando por diferentes tierras, hasta que llegue a un reino  muy bonito, pero en decadencia, los animales del lugar se veían tristes y había hyenas por todos lados, creo que esa era la razón por la que varias manadas se iban del reino. Pero eso no me impidió quedarme hay un tiempo, hice algunos amigos en aquel lugar, algunas leonas y uno que otros cachorros, entre ellos una cachorita llamada Nala, repito que esa si era una...

-Nala?- repitió Simba - dijiste Nala?-

-Si, por-

-Simba!, Malkia!- se oyó la voz de Mufasa desde lejos -rapido vengan-

Y una vez más el relato de Ni se interrumpió en el mismo punto una vez más.

Mufasa se había apartado un poco para tratar de buscar algún indicio de que estaban cerca de Pridelands, al igual quería despejar sus ideas un poco.

-Hay ojalá estemos cerca, este viaje a sido difícil, pero estoy seguro de que valdrá la pena una vez que terminemos y alcazemos el objetivo final-

Mientras paseaba decidió escalar un montón de rocas gigantes que estaban cerca, desde arriba podría tener una mejor visión de aquella zona. Con algo trabajo logro subir hasta la cima, primero volteo hacia sus espaldas y alcanzo a ver la pradera en la que se encontraban sus compañeros de viaje, de hecho podría verlos desde allí, parecían estar conversando, entonces decidió voltear hacia el otro lado, entonces se congelo y en ese momento una nueva esperanza apareció.

-Simba!, Malkia!, Rápido, vengan!-

Los tres leones llegaron corriendo hasta la base de aquel montón de piedras, como pudieron lograron subir, ya que no eran tan hábiles como Mufasa, con todos sus años de experiencia, pero finalmente lo lograron y ellos también se impresionaron al ver lo que vieron.

-Papa- dijo Simba asombrado -ese no es el?-

-Si hijo, lo es, es el Kilimanjaro-

-El que?- pregunto Malkia atónita.

-El Kilimanjaro- le respondió Mufasa -es...

-Es una especie de monte sagrado- le interrumpió Simba

-Monte sagrado?- pregunto Malkia

-Si- respondió Mufasa una vez más -veras según se cuenta, fue en este monte donde fueron creadas todas las especies animales de la tierra, para luego ser dispersadas por todo el mundo, fue aquí donde se establecieron las leyes y normas que nos rigen-

-Vaya- respondió sorprendida

-Yo vine una vez con mi padre- empezó a contar Mufasa -fue una larga travesía de tres días desde Pridelands hasta aquí, fue un gran... Esperen, tres días?-

-Papa, me equivoco o este es el monte que se ve dese casa?-

-No Simba no te equivocas, es la señal que buscábamos, Pridelands está muy cerca del Kilimanjaro, ahora solo debemos saber hacia donde debemos dirigirnos, el viaje está por terminar- 

El Regreso Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora