CAPITULO 2. Mesa para tres

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(suena el teléfono) —Papá si, ya estoy en el aeropuerto, comí y estoy por subir cuando llegue, te llamo, adiós, Te amo

Cuando por fin salgo del aeropuerto, busco un taxi y al subir comienza a llover, veo las gotas caer por la ventana y recargo mi cabeza en ella... pienso en todo lo que viví hace algunos años y me abrumo de esos pensamientos del pasado

Mis padres siguen en Estados Unidos. Mi padre, hora retirado, es profesor de medicina en la universidad de San Francisco, California, mi madre, siendo aún dentista con su local a unas cuadras de casa, recién contrato a una asistente, así que por el momento tiene que estar con ella todo el tiempo para enseñarla a trabajar

Logre convencerlos de dejarme venir sola, pues aún a mis 32 creen que soy una niña, le Dije que estaría con Natt. Confían en ella más que en mí, es como una hermana mayor para mí y una hija para ellos, todo el tiempo estaba en mi casa y parecía vivir ahí, sus padres todo el tiempo discutían y su refugio era mi casa, parecía que tenía realmente una hermana

(Mensaje de texto) —Ann, ya vamos para el bar, espero que puedas llegar para celebrar que regresaste, si no lo haces, te mataré, te amo

Natalia sigue siendo la misma, alegre y carismática, no la veo desde hace tres años, cuando fue a visitarme hasta San Francisco, me sentía muy contenta, nos pusimos al tanto de nuestras vidas. Sus padres se habían separado ya hace un tiempo y su hermano se había casado, me alegraba que a través de los años se había hecho a la idea de que sus padres se habían separado y logro enfrentarlo como toda una adulta. Su hermano mayor era lo único que ella tenía para soportar todo lo que vivía en su casa, y con el paso del tiempo los dos se acostumbraron a esa idea.

Y yo... bueno, vine a San Francisco con la idea de estudiar medicina, con los años gane experiencia y gracias a mis esfuerzos logre convertirme en cirujana, siendo una de las pocas mujeres que lo pueden conseguir

Mi padre mostró dones desde muy joven para las cirugías y desde que estaba en el hospital como enfermero, recibía a todos los pacientes en su turno, y daba lo mejor de si mimo, cuando menos se lo esperaba ya era médico cirujano, fue mi ejemplo a seguir

Desde pequeña decidí que sería como él, aunque ya estando en la universidad me parecía imposible, todos creían que yo tendría los mismos dones que él, pues estudio ahí cuando era joven, todos se enteraron de que era su hija, así que tenían esperanzas en mi

A pesar de eso, di lo mejor de mí, logre convertirme en una de las pocas mujeres cirujanas del país, aunque estoy orgullosa de ese logro, aunque mi vida personal es muy distinta a la profesional...

Al llegar por fin al bar, Natt me recibió con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla

—Dame tus maletas, las guardaré en el auto—corrió a un lado mío para tomarme del brazo—entra él ya está ahí. Ann, tienes que contármelo todo

Al entrar al bar veo una mesa reservada para tres, Natalia y alguien a quien apenas logro ver, al verlo sentado ahí, me vienen recuerdos a la mente. Cuanto más me acerco, más puede ver su rostro que se cubre con la luz deslumbrante del bar, y cuando logro verlo, en un segundo vuelvo a la preparatoria. Cruzamos las miradas y nos respondimos con una sonrisa, él solo se alejó y Natalia me regresa de sorpresa porque el profesor está a punto de entrar

—Oye Anna, ¿te puedo decir Ann?, es que creo que te queda bien y es lindo—Claro—me gusto él lo sencillo y lindo que sonaba—Llámame Natt—sonreía «qué linda sonrisa»

Al comenzar la clase, pongo toda mi concentración en ella, tanto que dos horas se fueron volando, justo antes de terminar la clase, alguien mira por la ventana.

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