SACRIFICE | CHARLIE SWAN

━ ✦00. force

LA JOVEN DE PIEL MORENA BALANCEO LA BEBIDA COLOR AZULADA DENTRO DE SU VASO antes de esbozar una mueca que podría pasar desapercibida por cualquiera que no le prestara más de dos segundos de atención. Evaluó fervientemente que era lo que se estaba metiendo en el organismo, puesto a que, tal color en un liquido estaba lejos de la normalidad. Sonrió y termino por sacudir los hombros hacia arriba antes de terminarlo de un sorbo. Nunca antes se había intrigado en la procedencia de lo que ingería, y no iba a comenzar de un día para el otro. Acomodo un mechón de su cabello detrás de su oreja mientras achicaba levemente sus ojos para apreciar mejor la televisión colgaba en una de las esquinas del lugar, justo donde terminaba la barra en la que estaba apoyada. Termino por despegar su atención del partido de futbol segundos después al no encontrarlo en absoluto interesante para volverse hacia la libreta y pasar el lápiz de mina por sobre el papel previamente garabateado. 

Pese a que siempre buscaba paz, esta antes mencionada parecía odiarle. 

Su cuerpo se zarandeo cuando otro cuerpo impacto en su costado, y movió ligeramente su cabeza para ver a la mujer de ojos llorosos lanzándole una disculpa ahogada. El tipo que la acompañaba -y que la había empujado brusco- lanzo las llaves sobre la madera de la barra y apoyo ambos brazos sobre ella. ──Voy a tomar mi maldito trago mientras te quedas callada. 

Fedra escaneo con la mirada a la mujer a su lado notando como sus manos temblaban ligeramente aun cuando estaban reposadas sobre su regazo y apretó sus dientes entre si pero no dijo nada. Solo se quedo callada y quieta en su lugar con el lápiz entre los dedos. ──¿Nada más? ──pregunto el bar-man al notar que solo el hombre ingería una cerveza acompañada de unas papas mientras la mujer a su lado se mantenía cabizbaja. 

──No.── respondió. Fedra fue consciente de la mueca que aquel hombre le lanzo a su pareja. ──Esta a dieta. 

La joven no parecía estar a dieta, y no era por como se veía si no por como miraba cada cosa que pasaba frente a sus ojos cuando el no le prestaba atención. 

Cuando la atención de él volvió a la televisión, Fedra extendió su mano hacia el hombre detrás de la barra. ──¿Puede ser otro más de estos...—elevo su vaso ──un sándwich clásico y un refresco? 

Esbozo una pequeña sonrisa cuando intercambio una mirada con la joven a su lado durante unos segundos. ──¿Mal clima, no? —pese a que aquella parecía ser una pregunta sencilla, ella había estado en el lugar de esa joven antes. El tono entre ellas podia diferenciar lo que querían decir de lo que decían. Aquel hombre no les presto atención, cualquier conversación tan banal como esa no parecía ser mucho más importante que el partido. 

──S-si, como siempre. — eso pasaba todos los días. Aquello fue lo que la mujer comprendió, y también que su acompañante estaba demasiado aterrada para moverse de alli. Una mirada de lado le puso nerviosa y aclaro la garganta enseguida ──Digo, es Forks. Siempre esta así. 

Unos minutos después, la comida estaba frente a ella. 

Fingió escanearla y disgustarse. ──No es el sabor de sándwich que pedí. ──tendió el plato y el vaso hacia la mujer a su lado. ──¿Gustas? 

Esta asintió y agradeció en voz baja. Habían pasado apenas unos minutos desde que la mujer había comenzado a comer cuando su pareja lo noto. Dejo la cerveza de un golpe en la mesa y le arrebato la comida de la mano para lanzarla de nuevo sobre el plato. ──¿De donde mierda sacaste eso? ──se quejo. ──Estás muy mal como para seguir comiendo, ¿no? ──la mirada que el le lanzo a su cuerpo le hizo sentir iracunda. 

¿Quién se creía que era? 

──Disculpa...── no dudo en interceder al notar el temblor de la joven, que la miro con más miedo. Estaba intentando ser amable para calmar todo eso, pero sabia que no iba a funcionar. Ellos no se calmaban ni cambiaban. Nunca.  ──Se equivocaron con mi pedido, ella tuvo la amabilidad de aceptarlo. No me gusta desperdiciar comida. 

El hombre elevo las cejas. ──Ella no puede.  

Fedra copio su gesto ──Tú estas comiendo papas, ¿por qué ella no puede comer un simple sándwich? 

──¡Porque te digo que no!── exclamo. ──Metete en tus asuntos, carajo. 

──No se preocupe, no tenia mucha hambre... de verdad. ── la mujer estiro el plato hacia delante de ella nuevamente. 

Fedra dejo de jugar con su lengua dentro de su boca y se levanto de su lugar, acercándose por detrás del hombre, el cual, se giro con una sonrisa de burla. ──¿Y ahora que mierda quieres? 

──Creo que necesitas disculparte...

──No voy a disculparme. ¿Por qué te entrome...

──No conmigo. ── le interrumpió, eso pareció cabrearle. Su mano se aferro a la manopla de metal dentro de su bolsillo. ──con ella. ──señalo con la cabeza. ──¿Te crees muy hombre? 

Él se levanto de su asiento inmediatamente luego de aquello. ──¿Quieres ver cuanto hombre soy? 

──Lo siento, no debe preocuparse, señora.──  La joven se incorporo temblando e intento poner sus manos en el pecho de él, y cuando le empujo hacia atrás, Fedra golpeo su rostro. 

No paso mucho para que el bar se volviera un caos de gritos y el dolor le atravesara la nariz con fuerza, además de la sangre borboteando de ella, pero demás personas intercedieron y ambos involucrados terminaron en diferentes lugares del establecimiento. Fedra maldijo cuando un camarero le deposito un trapo con hielos en el puente de la nariz mientras aferraba su mano libre al cuero del asiento de aquella parte del bar. No le gustaba para nada resolver los conflictos por la fuerza pero ese cabrón se lo merecía. Y saber que la sangre en su mano no le pertenecía le hizo sentir de alguna pequeña forma, victoriosa. Aunque pensándolo en frio, sabia que la había cagado y feo. No para ella, si no para la joven que parecía hasta muy asustada de abandonar a ese tipo. 

Las luces de los patrulleros le encandilaron y los policías ingresaron al lugar. Uno de ellos se movió hacia su lugar para tomar su declaración. Lo mismo hicieron el tipo. ──Bueno, vamos... 

Fedra elevo las cejas ──¿A donde? 

──A la comisaria. 

La mujer se quejo. ──¿Por que a mi? 

──No te preocupes, el comisario Swan los espera a los dos. 

Fedra rodo los ojos. Al carajo el comisario Swan si no hacia algo para con ese tipo.