Capítulo Único

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El resplandeciente sol va cayendo poco a poco conforme pasan los minutos y los segundos, con sus rayos colándose entre las ramas y hojas de los árboles del bosque frondoso. Lo único que es capaz de escucharse además de los sonidos naturales del lugar, tales como el agua del río corriendo, el viento meciendo las hojas de los árboles o los pajaritos cantando, es la risa de los dos jóvenes que juegan como niños por el pequeño campo abierto, persiguiéndose mientras se sonríen mutuamente.

Eran ajenos a todo lo que sucedía fuera de aquel bosque, ensimismados en la burbuja que han creado únicamente para disfrutar pasar el rato con el otro antes de que todo deba estallar y sean traídos de regreso a la realidad.

Un chico rubio de ojos verdes como la esmeraldas metió sus pies al agua fría del río, riendo mientras se quejaba de lo helada que se sentía el agua, aprovechando su ventaja para tomar distancia de su acompañante, quien parece está jugando a las atrapadas con él. El castaño de ojos azules hace un pequeño puchero sin querer meter sus pies al agua, pero detestaba perder mucho más de lo que detestaba el agua fría, así que sin tener otra opción más, se adentró al río; no era en absoluto profundo, llegaba más abajo de sus rodillas, y la corriente no era demasiada fuerte como para que pudiera derribarlos.

¡No vas a escapar, Dream! — la mirada azul del castaño brilla con diversión mientras musita aquellas palabras frotando sus manos; una parte de sí está gritando por el agua del río, tan fría, que quiere retractarse de sus acciones, pero en cuánto escucha al rubio dar un pequeño grito mezclado con una risa contagiosa, buscando escapar, se olvida por completo de que intentan correr en un río.

¡Déjame tranquilo, George! — y a pesar de las súplicas de Dream en busca de un poco de piedad, su carcajada no hace más que alentar al castaño en acelerar el paso.

Por cada paso que dan, el agua salpica más sus ropajes algo sueltos. Dream quiere aprovecharse de su gran altura para tomar ventaja y escapar, pero su cabello rubio atado en un moño adornado y sujetado por flores cae por la persecución, cegándole repentinamente ante lo largo que era y por tanto, obligándolo a bajar la guardia.

Es sólo cuestión de tiempo para que George llegara hasta él, atrapándolo y cayendo juntos al agua, acabando en un silencio que fue roto por las risas de ambos. Sus ropajes ahora completamente empapados, el cabello castaño del menor en altura pegándose en su frente mientras el largo del rubio flotaba en el agua junto a las flores blancas que anteriormente lo sujetaban.

El azul y el verde de sus miradas se conectaron mientras poco a poco cesaban sus risas, manteniendo aquellas sonrisas brillantes conforme se pierden en la mirada ajena. Ambos juntan sus frentes por unos segundos, importándoles poco si al final terminaban por enfermarse debido a sus ropajes húmedos y el agua helada del río, y sin dudarlo demasiado, juntan sus labios en un dulce beso que aunque no sea el primero que han dado, continua siendo tan especial para ellos.

El amor de ambos no era bien visto para nadie en el pueblo, no por el hecho de que pertenecen a pueblos vecinos que son separados únicamente por el bosque, sino por ambos ser chicos, y para colmo, de diferentes clases.

George no era nada más que un simple campesino sin una madre ni un padre en quienes poder apoyarse, trabajando día y noche para ganar dinero suficiente para sobrevivir, recibiendo el desprecio de todos aquellos que se encuentran en puestos muchos más altos que él. Por otro lado, Dream era cercano a la familia real, trabajando para ella confeccionando los diferentes atuendos reales que necesitaran para cada ocasión especial, con una madre y un padre realmente sobre protectores que jamás le permitían salir sin ser acompañado por alguien de confianza.

No fue hasta una noche en que el rubio escapó de casa y corrió al bosque que pudieron encontrarse, estando el castaño en ese momento recogiendo un poco de leña para mantenerse en calor en su pequeña casa, la cual no quedaba nada lejos. Se encontraron de frente y se miraron en silencio por unos segundos, con el más alto respirando agitado y con lágrimas cayendo de sus ojos sin control alguno.

El Enamorado y La Muerte | DreamnotfoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora