8 horas

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KIRISHIMA EIJIROU

Eijiurou era una persona alegre y con confianza. Generalmente le gustaba ver la parte positiva de todo.

Una gran parte de su personalidad estaba inspirada en Crimson Riot, un personaje antiguo, un superhéroe varonil que siempre daba lo mejor de sí para salvar a las personas. Este personaje le enseñó el sendero de la vida que quería seguir.

Ser masculino, ser amable, ayudar a todos y sonreír ante las adversidades.

Por eso, la primera vez que escuchó sobre la purga, estaba horrorizado. Solo de pensar que semejante cosa existiera en otro país y que las personas realmente participaran parecía sacado de una película.

Y entonces fue traído a su país.

El primer año, el 22 de marzo al asistir a la escuela, descubrió que un maestro había sido apuñalado por su esposa. Bakugou le contó que su mamá detuvo a un idiota que también había intentado aprovecharse de la purga. Mina le enseñó en las noticias que hubieron varios robos por todo el país.

Lo dejó congelado al momento.

Descubrir la capacidad humana de dañar lo aterró tanto que el miedo no lo dejó.

Al año siguiente estaba tan preocupado que no durmió. Y cuando, al terminar las doce horas, de entre todos sus amigos el único que no contestó su llamada fue Bakugou, no dudó un segundo en salir corriendo a su casa.

A pesar de todo lo que ha visto en los siguientes años, esa sigue siendo una de las escenas más perturbadoras que ha tenido que presenciar. Los cuerpos de los padres de su amigo sacados en bolsas, sangre en toda la sala, Bakugou de pie en medio de todo tan pálido y aterrado que parecía que se rompería en cualquier momento.

Y Kirishima no había sabido actuar.

Él era su mejor amigo y no sabía cómo hablarle, cómo animarlo, cómo comportarse a su alrededor. Fue Mina quien lo estuvo obligando a comer, a dormir, a asistir a la escuela, a seguir con su vida.

La siguiente purga, Kirishima fue a su casa con la intención de acompañarlo para que no estuviera solo y no lo encontró. Había estado seguro de que lo perdería para siempre. La frustración fue tan intensa que comenzó a hacer un desastre en la casa ajena. Enojado consigo mismo por no haber hecho nada, por no haber sido capaz de salvar a una persona tan importante para él.

Entonces Bakugou regresó con vida. Extrañamente relajado comparado a todo el año anterior, evidentemente golpeado, con algo de sangre en su ropa. Y Kirishima sintió una desesperación diferente. Estaba seguro de que su amigo había purgado. Sintió que le había fallado de la peor manera.

Durante mucho tiempo se sintió frustrado consigo mismo.

Pero una vez más, fue Mina quien lo salvó. Sin saber qué exactamente había sucedido entre ellos, porque no les contó sus sospechas, ella intentó actuar como mediadora. Estuvo tratando de darle ánimos, muchas noches lo envolvió en una manta y lo acompañó viendo viejas películas de Crimson Riot como si se tratara de un niño pequeño.

Culpaba a la purga de todo lo que estaba sintiendo. Todas esas emociones solo se acumulaban como una gigante bola de nieve que cada vez se hace más grande y cae con más velocidad. Quería que se detuviera, pero no eran más que deseos vacíos porque a fin de cuentas no hacía nada aparte de quejarse.

Y eso fue así hasta que descubrió que Bakugou no había salido a purgar, sino a detener.

Había salido a hacer algo.

Noche de PurgaWhere stories live. Discover now