COSAS QUE JAMÁS SE VERÁN EN MIS OTROS LIBROS

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Fue algo complicado escribir ésto, pero sí se pudo!!!

Ya saben, no hay advertencia porque es bastante obvio de qué va éste capítulo.

Solo un pequeño aviso de que tal vez ésto quede un poco (MUY) mal hecho al ser mi primera vez escribiendo éste tipo de cosas.

(Ignoreneltítulomásomenosoriginalperofueloprimeroquesemeocurrió).
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Una tarde de verano, dos superhéroes volvían a casa de la Elemental del fuego luego de un día paseando y visitando varios lugares de la ciudad.

Ya casi era de noche, algunas estrellas estaban apareciendo en el cielo, sin embargo la pareja decide pasar un rato más juntos, por lo que optaron poe encargar una pizza y pasar un rato más juntos.

- Recuerdo ese drama que se ocasionó solo porque pedí una pizza -contaba Hidden mientras caminaba hacia un estante.

- Al parecer a la gente y a los aliens les gusta causar problemas por la pizza -rió Wizard recordando el tema con C-Lurio.

- Bueno, obviamente C-Lurio no iba a dejar que atacaran a su planeta así nada más -comentó ella sacando un par de platos.

- Y tampoco el caballero se iba a dejar que gastaran su dinero mientras no estaba -dijo el guerrero sosteniendo un par de vasos.

- Pero las dos cosas fueron sin querer queriendo, además, yo le pagué la pizza después, y C-Lurio regresó el ataque -aclaró la de negro- Así que todo terminó bien y todos quedamos a mano.

La conversación fue interrumpida por el sonido de la puerta, el repartidor había llegado.

Luego de repartir la pizza y la gaseosa la pareja disfrutó de la presencia del otro, el tiempo no se sentía cuando ellos estaban juntos, vieron algunos episodios de su programa cómico favorito y cuando acordaron la eran las once de la noche.

- No me di cuenta de la hora -comentó el guerrero mirando el reloj de la pared.

- Parece que el tiempo no existe cuando estamos juntos -dijo Hidden abrazándolo.

- Es tarde, y el camino de regreso a casa es largo -comentó Wizard con tristeza.

Hidden se quedó callada un momento hasta que la bombilla en su cabeza se encendió.

- ¿Y qué tal si no tuvieramos qué separarnos hoy? -propuso sorprendiendo al guerrero.

- Eso... sabes que me encantaría -le dijo- Pero no se si os moleste, no quisiera que sentáis que invado tu espacio personal.

- Claro que no me invades -respondió ella- Aparte ya te haz quedado aquí antes.

Cierto, no era la primera vez que pasaran la noche en su casa, y si bien ahora no se trataba de cuidarse el uno al otro, no veían inconveniente que Wizard durmiera bajo su techo esa vez.

- ¿De verdad que no tenéis inconveniente? -preguntó el guerrero sonriendo mirándola a los ojos.

- Claro que no, hasta sería un honor tenerte aquí -respondió ella sonriendo también.

- Pues esos ojos lindos me convencieron, pasaré aquí la noche -finalizó Wizard abrazando a su novia.

Hidden rió felizmente y se adelantó a preparar algunas cosas para que estuviera cómodo en la habitación al lado de la suya, respetando la privacidad uno del otro.