Compasión o respeto

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Nunca pensó que le causaría tanto alivio ver regresar a Ron Weasley sano y salvo, mucho menos que esa alegría momentánea le llenara la boca de un sabor amargo tan rápidamente como había experimentado buenos sentimientos por ese hombre que tanto detestaba y que seguía inspirando resentimiento.

Culpaba a Granger de convertir su vida en ese caos de emociones y sentimientos contradictorios que no sabia como manejar. Después de ver la manera en la que se abrazaban esos tres como si la vida se les fuera en ello, entre lagrimas y risas, guardo su varita y regreso sobre sus pasos, sabiendo que no había peligro, no tenia que mas hacer ahí.

Ver la absoluta felicidad en los ojos color miel de la mujer que amaba, era suficiente para darle un remanso de satisfacción y paz, pero también para sacudir en su pecho los malditos celos que llevaban tiempo carcomiéndole.

Ha madurado lo suficiente para que el odio infantil que sentía por ellos mientras crecía se disolviera, no así el resentimiento que amenaza cada día con convertirse de nuevo en ese maldito sentimiento insano está a punto hacerle perder el control.

Frustrado, pasa su mano por los cabellos rubios, mucho mas largos de lo que los ha tenido en mucho tiempo. Sigue caminando, intentando perderse para no pensar de mas en la manera en la que se abraza el trio de oro.

Fue conocimiento de todo el mundo mágico que Granger y Weasley fueron novios por largo tiempo, que incluso se comprometieron. Ese compromiso duro algunos meses antes de que se anunciara la cancelación del compromiso sin ninguna razón de peso aparente. Pero a pesar de saber que la maldita historia de amor que tuvieron ya es agua pasada el demonio de los celos no se aparta haciendo que se le revuelva la tripa y los deseos de estrangular al pelirrojo se incrementen cada vez que los ve juntos.

Sabe que no tiene derecho de sentirse de esa manera, que ni siquiera han sido cercanos para llegar a esos extremos y con todo, no puede evitar sentirse posesivo cuando se trata de ella.

Cuando llega a la casa, se detiene un momento en la cocina para tomar dos manzanas para tener algo en el estomago a pesar de que no tiene apetito, necesita esta bien para lo que les espera. No se las come de inmediato prefiere subir a las habitaciones antes que los demás regresen. Todavía no sabe cómo enfrentara a Granger.

Bufa frustrada cuanto recuerda también que Potter, Lewis y Pansy escucharon la confesión. Frotándose el rostro para intentar aplacar el rubor en sus mejillas por la vergüenza, decide que es mejor no quedarse en las habitaciones donde tarde o temprano tendría que ver a cualquiera de ellos. Prefirió subir al ático para estar un momento a solas, necesitaba tiempo para aclarar su mente y aplacar la tormenta de sentimientos que lo están atormentando en ese momento.

El ático sigue vacío, no a sido utilizado debido a que no son muchas personas en la casa como para habilitar esa sección de la casa. Agradece que sea de esa manera al menos tendrá una noche de paz antes de enfrentarse a los demás.

Dirige sus pasos a la ventana que esta a un extremo, le lleva dos intentos poder abrirla para dejar que el aire fresco entre y se lleve el aroma enrarecido del ático.

Mueve con destreza la varita para dejar limpio el lugar, acercando un sillón largo abandonado en un extremo cubierto con una sábana. Cuando a quedado lo suficientemente limpio se deja caer con cansancio. Recostándose se permite cerrar un momento los ojos. Quisiera drenar de alguna manera todo lo que siente para aplacar la revolución de su cabeza, pero no puede.

Suspira con frustración, acomodándose mejor. Cubre sus ojos firmemente cerrados con su brazo izquierdo, cubriendo la poca claridad que queda del día.

Comió sin ganas una de las manzanas el sabor dulce no pudo llevarse del todo la amargura de su boca, la segunda descansa sobre su estoma.

No se arrepiente de confesar sus sentimientos, sin importar que no esperaba una respuesta al hacerlo, de alguna manera el peso que a llevado sobre sus hombros y corazón de alguna manera menguo, liberándolo un poco de la terrible carga del pasado.

La Ultima ProfecíaWhere stories live. Discover now