II

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Alaska era una chica extraña a la vista de los demás, pero cuando entras en su vida entiendes porque es así.

Aska no dejaba a nadie entrar en su vida, la última vez que lo hizo intentó suicidarse. Desde ese día algo dentro de ella cambió, no fue amable con nadie más que con su familia.

Chica sin piedad, ataques de ira, pero con una depresión gigantesca.

Ella aparentaba ser una chica ruda, que nadie se podía meter en su camino y si lo hacian lo pagarían.

Pero ella no es así.

-¿Como te fue hoy en la escuela?- Hope la miró esperando una respuesta.

-Bien.- respondió.

-¿Hiciste amigos?

-Una amiga, se llama Rue.- su padre la miró algo sorprendido, hace mucho no hacia amigos despues del incidente.

-Genial hija, dile que venga a almorzar algún dia.- dijo Hope con felicidad y temor, ella temía que volvieran a hacerle daño, no quería perder a otro hijo.

Después de cenar todos fueron a sus cuartos, Aska no podía dormir, no dejaba de pensar si era buena idea de que Rue entrara a su vida. Para despejarse salió a caminar.

Caminó y caminó por un par de horas, se memorizó el camino para no perderse, cuando estuvo dispuesta a volver se topó con un chico un poco menor que ella.

-¿Quien eres?- Preguntó la morocha al chico que yacía ahí mirandola con seriedad.

Mientras tenían una pelea de miradas Aska estaba sacando su arma de fuego, se sentía amenazada pero atraída.

-No es necesario el arma- soltó el chico con una voz ronca, mirando la mano de la morocha.

Ella lo miró confundida e impresionada, talvez solo era muy obvia.

-¿Quien eres?- volvió a preguntar la morocha mirando al chico.

-Eso te lo debería preguntar a tí- su voz era algo que a Aska le gustó desde el primer momento.

-Soy nueva, hace poco llegué al pueblo- El morocho se quedó mirandola por mucho tiempo, él quedó fascinado con ella, sintió que algo le dijo que él era de ella y ella de él.

-Soy Ashtray- la morocha miró a al chico cuál ya tenía nombre, nombre extraño pero ella ya habia visto/escuchado de todo, ya nada le sorprende.

-Bueno, un gusto Ash. Me encantaría saber mas de ti pero... en otra ocasión- la morocha se fue corriendo mientras le daba la espalda a aquel chico.

-¡OYE!-Gritó el chico mientras la veía de espaldas- ¡NO ME HAS DICHO TU NOMBRE!

-¡ALASKA!- Gritó la morocha caminando de espaldas.

Ashtray quedó fascinado con la morocha, en ese momento supo que ella tenía que ser de él cueste lo que cueste.

Drugs Dealer ||Ashtray||Where stories live. Discover now