Parte única

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Mis lágrimas empezaron a desbordarse en cuanto vi las noticias, no podía creer lo que estaba leyendo en ese momento me desplome, mi cuerpo empezó a arder en un fuerte ardor, grite con todas mis fuerzas en mi pecho comencé a sentir un dolor totalmente indescriptible, nunca me imaginé que llegaría el día en que te irías de mi lado, pequeños flashbacks comenzaron a inundar mi mente, varios de esos momentos únicos e inolvidables a tu lado y ese momento tan amargo.

Recordé el día que me salvaste de mi soledad con esa sonrisa tan característica de ti, recuerdo que apenas estabas apenas emprendiendo tu viaje como pirata, en búsqueda de nuevas aventuras y a mi parecer serías uno de los mejores piratas de tu generación, aún no se unía el resto de tus nakamas, aun así, nunca olvidaré todo lo que hiciste por mi cuando te conocí y siempre te estaré eternamente agradecida por ello.

Como olvidar cuando me pediste que me uniera a tu tripulación, a pesar de que yo no sabía defenderme correctamente, aun así, tu insististe, me lograste convencer ya que fijiste que me ayudarías a entrenar mas, y al final yo acepte el viajar contigo porque después de salvarme me sentía segura contigo, sentía que mis problemas se reducían y eran cada vez menores.
Ambos emprendimos ese viaje por el extenso mar, cada nuevo dia en tu tripulación era una nueva aventura, cada una tan única y fantástica.

Cuando empezaste a reclutar a cada uno de tu preciados nakamas, cada vez me sentía yo más fuera de lugar, pues no estaba acostumbrada a estar con tanta gente y mucho menos con tantos chicos, llegue a pensar incluso en irme de tu tripulación, pero tú me hiciste darme cuenta de lo valiosa que era, que estar con tantos chicos no era tan malo y fue cuando me hiciste recordar porque me uni a ti y que yo debia de estar ahí contigo.

Cuando llegamos al país de Wano, en ese momento que nos capturaron y nos quitaron la comida sabía que no te ibas a enojar, pues las condiciones en que se encontraba la gente no eran realmente buenas y en vez de enojarte les disté más comida y yo la verdad estaba feliz y orgullosa de tu decisión; cuando estabas junto a Tama vi que realmente eras un buen hermano y que serias un gran padre en un futuro.

Además como olvidar los celos que sentí con Yamato, pues le brindabas unas sonrisas tan hermosas y fue a la que le confiaste el sueño de tu querido hermano, en ese momento de verdad senti que te gustaba y que tu corazón ya pertenecía a alguien.

El día que decidiste enfrentar a uno de los cuatro emperadores del mar, sabía que eras alguien realmente estúpido, pero aun así siempre estaría para ti, serías mi estúpido porque te convertiste en mi mejor amigo, también en mi confidente, y aun cuando perdiste esa batalla seguí a tu lado en el Moby Dick, esa nave tan grande que pertenecía a los piratas de Barbablanca. Y por más que querían alejarme de ti no lo permití, logre convencerlos de quedarme ahi, les di los suficientes motivos, ademas tuvieron miedo cuando me vieron realmente enojada, la verdad es que yo quería estar cerca de ti, después de todo no quería que pensarás que te abandone y te deje solo por no poder derrotar a Barbablanca quien es nombrado como el hombre más poderoso de los cuatro mares en este nuevo mundo, además solo podías estar conmigo en esa nave, porque te sentías más cómodo, solo hablabas conmigo y comías solo si yo me encontraba presente.

Con el paso del tiempo me di cuenta que me había enamorado de ti, pero sabía que no era correspondida después de todo siempre escuchaba como hablabas de esa chica que te había robado el corazón, cada que te escuchaba hablar de ella notaba que estabas perdidamente enamorado de esa chica aunque nunca me habías querido mencionar el nombre de esa chica que ahora era la dueña de tu corazón, ésa chica era afortunada, alguna vez  llegue a pensar que hablabas de Yamato y no quería pensar que ese corazón que era tan inocente, puro, amable y encantador, era de alguien mas, ese corazón que por más que suene egoísta me gustaría ser dueña de él, así como tú ya eras dueño del mío.

A Tu LadoWhere stories live. Discover now