One Shot: Perdón

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Ubicado al final del primer libro

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Christian POV

La incomodidad no me dejaba en paz, me sentía inquieto estando con Ana en la misma cama.

Ella dormía profundamente, se veía muy relajada y de cierto modo feliz en cambio yo me sentía miserable por tenerla aquí. Salí de la habitación para andar por la casa y así poder despejar la mente, la sala estaba iluminada de forma tenue por las luces de los edificios adyacentes.

Me acerque al piano, coloque mis dedos sobre las teclas y empecé a tocar la primera melodía que se me vino a la mente. Fue ahí en donde me desconecté por un rato de mi lamentable realidad hasta que sentí que alguien me estaba observando.

Era Ana.

—¿Qué haces despierta? —mi tono fue hostil

Ella señalo el piano.

—Ve a la cama—le ordene.

Ana se quedó callada, parecía querer llorar.

—¿Puedo ayudarte? —susurró.

—Tú...tú no puedes, nadie puede—eso ultimo lo dije más en forma de resignación.

—Quiero ayudarte...

—¡Pero yo no quiero que me ayudes! —exploté—Vete a dormir.

Su semblante se volvió las triste y me patee internamente por ser así con ella, lamentablemente no era algo que podía controlar.

Ana parecía no haberme escuchado, se acercó y puso sus pequeñas manos sobre mis hombros, de inmediato me aleje de ella por instinto.

—No me toques.

—Habla conmigo Christian...quiero ayudarte—Ana intento razonar conmigo.

—Regresa al cuarto—volví a ordenarle.

Ella seguía inmóvil pero mi paciencia se estaba agotando, la tome del brazo y la aleje de mí.

—No tengo corazón Ana, no esperes nada mas de mí—dije con cólera.

—Si lo tienes—estaba decidida a darme la contra.

—No, lo sabes mejor que nadie, sabes de lo que soy capaz.

—Muéstrame entonces—dijo muy decidida.

En ese instante mi mente se volvió a nublar, la lleve del brazo hasta el cuarto rojo. Una vez adentro la arrime en el sillón de cuero y tome una de las correas de cuero.

—Veras de lo que soy capaz—gruñí detrás de ella—Contaras hasta seis.

—Si...señor—contesto de forma temerosa. Cerro los ojos con fuerza.

Enrolle la correa de cuero en mi mano y cuando estaba a punto de darle el primer azote Ana abrió sus ojos...estaba horrorizada.

Me vi en sus ojos...¿Qué clase de ser humano soy? Sentí asco de mí mismo, el desprecio se instaló en mi pecho, de inmediato solté la correa y entre en un estado de desesperación.

¿Le había hecho daño? ¿Me odiara ahora?

Miles de preguntas corrían por mi mente que hacían que me sintiera aún más miserable

Tome a Ana por la cintura ayudándola a incorporarse. Cuando vi sus ojos, caí de rodillas.

—Lo siento mucho, lo siento...—mi voz estaba entrecortada por el llanto repentino—Perdóname por favor—mis lágrimas iban incrementando.

Ella hizo algo que me tomo por sorpresa, me dio un abrazo, el primero que recibía luego de casi 23 años.

En lugar se sentirme aterrado y asustado, sentí el calor de otro ser humano, la compasión y un sentimiento más que aún no lograba descifrar.

—Christian—tomo mi cara con sus manos y me obligo a verla—Te quiero—en sus ojos no había rastro de mentira, ella decía la verdad. En verdad tenia sentimientos hacia mí.

Su pequeña mano bajo hasta mi corazón, esta vez no rechace su toque.

—Acabas de poner mi mundo de cabeza Ana—dije con total sinceridad, aún tenía la cabeza revuelta por todo lo que acaba de pasar.

—Lo sé—susurro.

—No me dejes...—deje la frase en el aire.

—Nunca.

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Tenia este escrito guardado hace muchos años, recién tuve la oportunidad de editarlo y subirlo.
Estaba pensando en subir oneshot's o cosas que se me ocurran aca, si les agrada la idea háganmelo saber pls.
Eso es todo
Espero que les guste. 
Bais
<3


Helpless when she smilesWhere stories live. Discover now