Cielo Nocturno.

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Nuevamente me encontraba caminando en la noche, recién salía del trabajo y ya se podían ver los puestos y los locales con su ambientación nocturna.

Las discos abundan en esta parte de la ciudad, en cada esquina debe existir al menos una en esta ciudad, diversos locales de comida, oficinas donde aún se pueden ver la luces encendidas, varios bares y uno que otro cabaret y el lugar del karaoke en frente del parque que a decir verdad es un lugar muy pequeño para ser un parque.

Y aquí estoy yo, un viernes por la noche, sin dinero pues apenas me alcanza para pagar el alquiler, tomando una cerveza en las bancas del parque mientras veo pasar todo tipo de gente.

-¡Qué buena cerveza! Me lo merecía después de un arduo día de trabajo- Con cada sorbo que daba, me sentía más animado y más ligero -Pero quizás debería irme a casa antes de emborracharme y no poder caminar- Sin embargo, ya no podía levantarme y al intentarlo, terminé acostado en la banca -Mierda- Exclamé con un ligero dolor -Esta vez si me pasé- Así que no tuve  más opción que quedarme ahí hasta estar un poco mejor.

-Vaya que soy patético- Mientras observaba el cielo Nocturno -Y que lo digas Rush- Esa voz me parecía familiar pero ¿Quién podría ser a esta hora? -¿Quién está allí?- pregunté sin voltear -Si que estás ebrio, soy Shiro, trabajamos juntos- Aquella voz de tono angelical me contestó -Oh- respondí mientras cerraba los ojos para recordar cómo se veía el día de hoy - Eres la del cabello largo y bonito- dije mientras volvía a observar el cielo -¿Es así como me recuerdas?- Dijo algo molesta -Sí, lo siento- Aunque en verdad es muy linda, quizás a ella no le gusta mucho -No importa Rush, ¿ya te puedes levantar?- llevaba ha un rato ahí acostado pero estaba tan cómodo que no se me ocurrió levantarme -Sí- Mientras me levantaba y la veía -Realmente eres muy bonita- pensé pero después escuché una respuesta -¿Qué? ¿Por qué dices eso tan de repente? Yo... Gracias por el cumplido- Intenté asimilar la situación pero no estaba en mis cabales -A todo esto ¿Cómo fue que me encontraste? Pregunté curioso -Si no pensarás solo en el trabajo y vieras a los demás te habrías dado cuenta de que vivo cerca y que estoy de camino a casa. ¿Recuerdas que me quedé más tiempo para terminar mi trabajo?- Me tape un poco la cara intentando ocultar mi vergüenza por ser tan aferrado al trabajo -Claro que lo recuerdo. Entonces vivimos cerca Shiro... Nunca lo había visto, perdón por ser tan descuidado- Dije mientras la veía a los ojos. -No te preocupes, ahora que lo sabes quizás podamos hacer otras cosas juntos- Para después darme una tierna sonrisa. -¿Te gustaría caminar un rato y ver qué hacemos?- Pregunté mientras me levantaba -Claro- Respondió dulcemente.

La noche en esta ciudad es increíble, la luces de neón le dan un bonito toque al lugar, todos los locales bien cuidados son un extra que lo hace ver muy increíble.

Cerca de la entrada de la ciudad es donde más habían carros, en especial taxis pues al ser un lugar muy pequeño, no hay tanto espacio para automóviles por no decir que son muy caros para mantener.

La salida con Shiro ha ido muy bien, primero fuimos por algo para cenar en esta fría noche, cenamos ramen y seguimos caminando, hablando sobre cómo vivimos cada uno, nuestros pasatiempos y nuestras metas a futuro.

Esta chica es increíble ¿Por qué nunca le había hablado? Quizás mis demás compañeros también sean buenas personas y por estos años yo he estado manteniendo una relación de trabajo pero ella tenía algo diferente ¿Qué la hace tan especial?

Mientras caminábamos pasamos por el puente, puente el cual está hecho para que varios transeúntes pasen pero de igual forma puedan ver el río que pasa por debajo, río en el cual la luna se refleja y es una de las mejores vistas del lugar, en los costados del puente hay unas escaleras para poder pasar a otros locales o a los departamentos por lo que era común ver gente a esa hora.

Hubo una vista que llamó demasiado mi atención, pues estábamos ¿Jugando? O algo parecido pues nos encontrábamos felices por la salida.

-Mira Rush el río si que es bonito- Dijo para quedarse viéndolo por unos segundos -¿Sabes? Siempre quise ser bailarina pero nunca tuve la oportunidad, mis padres me obligaron a dejar las clases de danza y me hicieron elegir un trabajo seguro y bien pagado- Su expresión cambio a una más seria -Ahora solo bailo de vez en cuando pero es para mí y cuando voy a la disco con mis amigas-  nuevamente recupero  su sonrisa traviesa -observa esto- Entonces comenzó a bailar, lo hacía muy bien y se veía muy elegante mientras lo hacía, sus pasos eran precisos, ella parecía muy felíz y eso me alegraba de cierta forma -¡Eres increíble- Exclamé para darle unos aplausos -No esperaba eso de ti Shiro- Ella se detuvo en la posición correcta en el momento adecuado y su silueta y la luz de la luna la hacian ver hermosa.

Después de eso seguimos con lo nuestro un rato más pues ya ambos nos encontrábamos cansados.

Mientras estábamos recargados en la barda del puente, hablábamos sobre nuestra cita que habíamos tenido y como a ambos nos faltaba una salida de este tipo.

-Me la he pasado genial el día de hoy Rush, no pensé que nos fuéramos a llevar tan bien- Dijo para después darme una sonrisa -Yo igual lo he pasado genial, está noche fue increíble, ví de todo y logré conocerte un poco más-

En algún momento mientras hablábamos, nuestras manos se tocaron en la barda -Lo siento- Dijimos al mismo tiempo -Parece que tienes frío, toma mi chamarra- Y procedí a ponérsela y sentí como el corazón me latía más fuerte -Eres muy amable aunque no lo aparentas ¿Por qué eres tan cerrado? Pudimos conocernos mucho antes- sentí otra vez el dolor en mi corazón -Creo que así soy yo pero de no ser así, esto del día de hoy no habría sucedido- respondí nerviosamente -Tienes razón- Entonces nuestras miradas se cruzaron -Siempre he pensado que eres muy linda pero no tenía el valor de decírtelo pero dado lo sucedido hoy, creo que es buen momento de decirlo- Le sonreí tímidamente - ¿Sabes Rush? Siempre he creído que eres lindo pero te veías tan aterrador que decidía no acercarme, al menos hasta hoy- Mi corazón cada vez latía más lento y más fuerte -Shiro, me gustas- dije y me voltee rápidamente pero sentí que me detenían -¿Shiro?- Dije para después ser interrumpido por un corto pero dulce beso -Eso es lo que yo opino, nos vemos el lunes en el trabajo Rush- y salió corriendo aquella chica.

Nuevamente caminaba solo por las calles de esta ciudad, llegué a mi casa y dormí parecía que había vivido una película de esas que salen en el mes de los enamorados.

Llego el día lunes y nos volvimos a ver, Shiro se veía diferente, me latía el corazón de solo verla -Alli estás, aquí tienes tu chamarra limpia- dijo alegremente -Gracias Shiro- le sonreí y me contestó - Ten un bonito día, a la hora del almuerzo ven conmigo, estemos juntos otro rato- Sentí como mi cara se sonrojaba así que solo asentí.

Tiempo después comencé a salir con Shiro quien a día de hoy 2016, es mi esposa.

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