Capítulo 39

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Mamá llega con los señores Ferrer; los padres de James. Les explico todo lo que sucedió, y por fin, media hora después tenemos el primer informe médico; mi padre y uno de sus colegas, son los que nos dan la información.

—¿Cómo están los chicos? —pregunta mamá, abrazandose a la madre de Mateo y James.

—James está fuera de peligro, aparentemente sólo tiene algunos golpes y quedó inconsciente por ello, ya le están practicando los exámenes necesarios, en un rato lo traen a piso y podrán verlo —explica papá, tranquilamente—. Mateo venía con una herida de arma blanca, perdió mucha sangre, debido a que se produjo una hemorragia, y tuvimos que interferir de inmediato, esta estable... Pero entró en coma...

«¡Oh, por Dios!».

Dejo de escuchar la explicación de mi padre, alejándome de todos.

«Mi Mateo, mi mejor amigo y alma gemela, no puede ser, él no...».

No lo pienso dos veces, doy la vuelta y salgo a prisa del hospital.

—¡Scarlett! ¡Scarlett!

Alan me llama, pero no puedo detenerme, tengo que encontrar a Luis, él es el responsable de lo que está sucediendo.

Detengo un taxi en la orilla de la calle.

—¡Scarlett! —Alan me toma del brazo, antes de subir—. ¿A dónde vas?

—A buscar a los culpables, tienen que pagar —subo al taxi, con su mano sosteniendo mi brazo.

—Voy contigo.

Sube y en camino llamo a Carola, quien me contesta al primer tono.

—¿Scarlett? ¿Estás bien? —Es lo primero que dice, en cuanto toma llamada—. Vimos la noticia...

—Si, estoy bien —interrumpo nerviosa—. Disculpa la hora, pero es urgente localizar a Scott.

—No te preocupes, ¿para qué quieres a Scott?

—Solo quiero saber dónde vive o dónde lo puedo encontrar, por favor, es urgente.

Scott siempre está acompañado de Luis y David, y otros chicos más, seguro que Luis está con él.

—Bueno... —La escucho moviéndose en su cama—. Apenas son las doce, seguro que sigue de fiesta en el cantar, el Bart, solo que el lugar está aquí, en la Zona Norte.

—Esta bien, gracias.

Cuelgo y le indico al conductor, que nos lleve a dicho bar.

En solo quince minutos llegamos, bajo a prisa, dejando a Alan atrás, pagando al chófer. En la entrada del Bart, me encuentro con un hombre que parece de seguridad.

—¿A dónde va, señorita? —Me detiene cuando quiero entrar.

—Estoy buceando a Scott Collins, es urgente.

—Necesita una identificación y haber reservado...

—Soy Scarlett McCarthy —Le entrego un par de billetes y se hace a un lado, volteo a ver a Alan y le hago señas para que corra—. Gracias.

Entramos apresurados; se trata de un bar al aire libre, solo cuatro paredes lo respaldan, dos largas barras de bebidas se encuentran a los lados, sobre nosotros se encuentran varias luces en color azul y violeta, que ilumina el lugar. Al fondo se puede ver un gran escenario, donde hay un chico rapeando algo sobre ser un borrachín con dilemas y qué se yo. Busco entre las pocas personas a Scott o Luis, pero no veo a ninguno de los dos.

Carpe Diem: Este Es Mi Momento [2do Libro] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora