XV «Consejo de amor»

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CONSEJO DE AMOR | ONE SHOT XI

N/A; "Miedo" es una escena extraída de una de mis novelas en borradores, si encuentran un nombre raro finjan que no está :) 
Y si, no es binuel, pero los que me conocen, ya saben, me conocen :)))

Beatriz mira desde la puerta por minutos tan largos que logra que él sienta su mirada en su nuca, y cuándo voltea, es ella quien se espanta, no él.

—¿Qué haces allí?
—Nada.

Todo es tan incómodo como pensó que sería, aunque él no sabe nada, pero ella siente una incomodidad suficiente grande que podría compartirla entre los dos.

—Vale.

Vuelve su vista a los platos y sigue fregando las manchas de comida con las uñas.
No se ve bien, se ve un poco gris, eso la pone triste a ella también.

Se acerca con lentitud y se sienta donde siempre, como si todo fuese igual, pero por supuesto que no lo es.
Quisiera poder ser sincera, de verdad, pero su sinceridad no es lo que necesita permitirse ahora, porque le teme.

—¿Qué sucede? —hacer esa pregunta la hace sentir mala, hipócrita, y una persona que no lo merece como amigo. Le duele.
—¿Qué?
—¿Qué pasó? En la cita, digo.
—No deberíamos hablar de eso.
—¿Por qué?
—No apareció.

Habla con la mirada clavada en el agua que sigue fluyendo.
No ha sido algo así no más, y ella quería que lo fuera, que el dijese que no importaba que esa chica lo hubiese dejado plantado en la primera cita, porque no la conocía, pero no. Le ha dolido.

—¿Estás bien?
—Si.
—No es verdad.
—Bueno, aunque no tuviese tantas expectativas esperaba que al menos ella apareciera, pero no ha sido así, y eso es un tanto...decepcionante.

Elige la palabra de entre un grupo selecto, para sonar menos dolido de lo que se ha sentido.
Esperaba con ansias ver a esa chica con la que había conectado de manera especial sin verla a los ojos, porque al menos eso, le hacia tener un poco de fe en que quizá no estaba sintiendo eso por Beatriz, y que no estaba destinando su linda amistad a una incomoda charla que lo llevase a una zona de "amigo que está enamorado de mi, no correspondido, del que me tengo que alejar" porque eso dolería, y entonces su misteriosa chica de línea le había dado fe de que podía olvidarse de ella, y volver a verla como una amiga, guapa, con la que podía contar siempre, como amiga.
Y que no la perdería.

Pero esa chica no apareció.

—Lo siento.
—Vale.
—Manuel...
—Dime —la mira a los ojos ahora, no sabe porque, pero eso le roba el valor que había reunido para contarle que era la misteriosa chica.

No puede decírselo.
Si lo hace tendría que admitirse a si misma que esa conexión que sintió con él a través de solo palabras la asustó, la asustó casi tanto como le asusta lo que siente cuándo se le acerca, o cuándo caminan juntos a casa, o cuándo el se marcha y ella se queda esperando a que se vuelvan a ver al día siguiente.
La asusta tener que admitirse que está enamorada del chico que le gusta a una de sus mejores amigas.

Y que es la primera vez que está enamorada de esa manera.

—¿Por qué estás decepcionado?
—Creo que, en parte, me decepciona que ella esté decepcionada de mi.
—¿Cómo?
—Ya sabes, dijo que yo le caía bien y que tenía ganas de conocerme, pero, me la imagino llegando al sitio de encuentro y que al verme a lo lejos pensó que yo, tal vez, no era lo que ella había imaginado de mi. Sé que es ridículo, yo a veces no creo mucho en lo que la apariencia puede influir en los sentimientos, pero, no es bonito saber que no cumples las expectativas de alguien que probablemente, si habría cumplido las tuyas.
—Tú no eres feo.
—Gracias —sonríe— pero de verdad, no es para tanto.
—Es por tu mamá.

No adivina, lo lee en sus ojos, como pudo leerlo aquella vez que hablaron sobre como le dolía que su madre solo lo quisiera para usarlo de reemplazo para Alex. 
A ella le hiere ser ahora la causante de ese sentimiento.

—Ya debería superarlo, lo sé.
—No deberías nada.
—Quisiera, de verdad, anhelo constantemente poder dejar de sentirme de está manera sobre ella y no puedo. Le pongo cosas encima a la idea constantemente pero no desaparece, siempre es mucho más fuerte, como el frijol debajo de todos los colchones en ese cuento de niños.
—Lo siento.

Se siente fatal, y quiere huir, y llorar en casa.
Y contarle a alguien que está enamorada de un chico que acaba de lastimar, pero que lo hizo para no lastimar a su amiga, pero no puede.

—No tienes que sentirlo porque no es culpa tuya.
—Pero tú eres suficiente, esa chica es una tonta por haberse ido y no haberte dicho nada.
—Quizá no pudo ir y yo estoy sacando demasiadas conclusiones basadas en mi historia personal, debería relajarme ¿No crees?
—Claro que lo creo, pero sé que no puedes.
—¿Y tú?
—¿Qué?
—Siempre me escuchas hablar de mis mommy issues pero nunca me hablas de algo serio de ti.
—No hay tanto, creo que lo más traumático que me paso fue intentar bailar ballet en un lugar donde solo los guapos podían destacar.
—Ey.
—Que se lo han perdido ellos.
—Así es ¿Pero qué tal eso?
—Nunca me enamoré de nadie que no me quisiera, pero, creo que me enamoré de alguien que me quiere y no debería, ni yo quererle a él ni él quererme a mi, y me da miedo.
—El amor no da miedo.
—Este amor si que me da miedo. Mucho miedo.

Extracto de: DAYOMD.

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