¿u...un... bebé? (m-preg) ShinobuxMiyagi

capitulo 6

Narra Shinobu

Cuando salí del baño con agua esparcida por mi cuerpo y con los ojos un poco rojos por cierto, me di cuenta que no estaba Miyagi, así que decidí ignorar el motivo del porque no se encontraba allí, me recosté en la cama, estaba boca arriba pero tenía mucho calor, odio las sabanas calientes, pero bueno ahí estaba yo muriendo de calor, con sueño y sin poder dormir rodando *literalmente* por toda la cama.

—Deja de hacer eso, destiendes toda la cama— Escuche la voz de Miyagi en la entrada de la habitación.

—Es que no me puedo dormir, además tengo mucho calor—Respondí bufando y levante mi cara para ver a Miyagi, aunque yo todavía estaba triste sabía que él no tenía la culpa, así que no me importaba, bueno la situación aquí es que cuando vi a Miyagi tenía una expresión confusa en el rostro, es como si estuviera triste pero a la vez contento era raro. Él se me quedo viendo, me daban ganas de abrazarlo, pero en el tiempo que estuve en el baño me había propuesto algo, que si Miyagi no era quien se acercara a mí, yo tampoco me acercaría a él.

—¿Qué tienes Shinobu?- —Preguntó mientras se paseaba por la habitación —Milagro que no me vienes a abrazar, eh

—Desde hoy he decidido algo, yo no te rogare, así que si quieres algo tienes que ser tú quien lo haga. Por lo tanto ¡VEN A MI! —Grite lo último con gran énfasis mientras extendía mis brazos hacia Miyagi, su expresión cambio no supe descifrarla, con la palma de su mano se golpeó la frente y agachaba la cabeza.

—Mierda Shinobu, tu eres buenisimo, pero para arruinar los mejores momento—Respondió y yo voltee indignado hacia otro lado.

—Te estoy hablando ens... —No termine gracias a que los labios de Miyagi me interrumpieron, hicieron un sonido seco al chocar con los míos, la boca del amor de mi vida se movía suavemente, por instinto coloqué mis manos en su pecho, parece que a él no le gusto, puesto que las tomo delicadamente, hasta ese entonces me di cuenta de que sus manos estaban frías, demasiado para mi gusto, sin embargo eso no me importo cuando el hizo que mis manos se desplazaran hacia su cabello, sentí como él bajaba sus manos a mi cintura, de una manera tan erótica que me erizaba los vellos de todo mí cuerpo. Quería más, mucho más pero no sabía hasta donde esta Miyagi dispuesto a llegar en ese momento, el causante de que mis emociones salieran disparadas seguía besándome con tanto amor y devoción. Sus movimientos cambiaron, pasaron de ser suaves y sutiles a movimientos más descontrolados y salvajes. Yo no podía seguirlo, estaba paralizado, Miyagi nunca me había besado de esta manera, se separó un poco, un hilito de saliva era lo que nos unía además de nuestros cuerpos... Miyagi lucía confundido, sus ojos mostraban diferentes emociones y no sabía que pensar al respecto.

—Dime, ¿No te gusta cómo te estoy besando en este momento? —Preguntó un poco preocupado. Fui incapaz de responderle, por lo tanto lo único que pude hacer fue mover la cabeza en modo de afirmación, se acercó poco a poco a mí, tardo un par de segundos en llegar a mis labios, esos segundos para mi fueron eternos, ya quería que su boca se uniera con la mía, que siguiera tocándome como lo había echo hacia algunos minutos, esos besos que al principio no tenían alguna intención sexual, que de hecho de ellos se desprendía amor, mucho amor, nunca pensé que Miyagi me llegará a besar de esta forma, para después pasar a besos más apasionados, quería que Miyagi me besara siempre así, no, yo no lo quería.... Yo lo necesitaba.

—Mmmaagh— Gemí involuntariamente, me dio un poco de pena y no sé porque —Ahh —Gemí más fuerte, al sentir un pequeño dolor en mi labio inferior, mierda Miyagi me había mordido, pero creo que soy un poco masoquista ya que eso me gustó mucho más de lo que me gustaría admitir, sus manos continuaban acariciando mi cintura, la única excepción era que estaba vez se empezaban a adentrar en mi playera de pijama, sus frías manos hicieron que gimiera, sin poder evitarlo, no recuerdo haber sentido esto la última vez que tuvimos relaciones sexuales, esta sensación era nueva, estaba cargada de muchos sentimientos, no estaba seguro si eran por parte de los dos, pero yo estaba dando todo de mí para complacerlo, Miyagi beso mi barbilla y mordió mi cuello levemente y otro gemido salió de mi boca, siguió mordiendo la una de las partes más sensibles de mi cuerpo, algunas veces lo hizo un poco más fuerte, claro no tanto porque solo dejaba una marca roja, mi cuello era demasiado sensible para mi gusto, Miyagi me acarició los pezones debajo de la playera y esta vez sus manos estaban calientes, al parecer fui capaz de calentarlas y dejar atrás el frío, la sensación de sus manos en mi piel era increíble, con movimientos sutiles me quitó la playera poco a poco y bajo sus besos por todo mi torso, lo imité quitándole la camisa y pasando mis manos por su espalda, de vez en cuando lo arañaba gracias a los besos que dejaba y que provocaban gran placer en mi cuerpo, quito mi pans de pijama y fue hasta ese momento en el que me di cuenta que Miyagi ya no traía el suyo, estaba tan centrado en los choques de placer que mí amante me provocaba que no noté cuando se lo quito, ahora ambos estábamos en boxers, me acorde de algo que quería hacer desde hace mucho tiempo.

—Mmm Miyagi—Hable entre gemidos.

—Dime Shinobu —Respondió sin dejar de besarme.

—Quiero intentar algo — En esta ocasión mi voz fue más entendible, sin embargo mi respiración entre cortada hacía que mi labor de hablar fuera aún más complicado, Miyagi me miraba con una mueca en la cara de completa curiosidad.

—Mmmju

—Miyagi, quiero ser yo el que, ya sabes—Respondí nervioso.

— ¿Qué quieres que? dilo bien, por favor.

—Yo quiero ser el que te dé a ti—Respondí con las mejillas rojas y la mirada en otro lado.

—Pero Shinobu... —Dijo Miyagi, pero no lo deje terminar.

—No, además si tú me das a mí, podría hacerle daño al bebé —Dije solo para chantajearlo y que me dejara estar arriba por una vez en mi vida, es que realmente yo quería sentir que era darle a Miyagi, el parecía dudoso, así que puse mi mejor carita tierna que tenía.

—Shinobu yo...

Continuará...