CAPITULO 9

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Tres chicos van saliendo de su clase de historia para dirigirse a su siguiente clase, donde compartían la misma materia con la chica rubia y el chico pelinegro.

La chica asiática salía del aula con la mis a sonrisa con la que entro.

Mientras sus dos acompañantes (su novio y el chico rubio) salían con una cara de adormilados.

-no sé cómo se nos ocurrió tomar historia a primera hora. - dijo Arnold con voz desganada

Gerald solo señalo a su novia, en señal que fue gracias Phoebe que él entro a clases de historia. Arnold solo farfullo en respuesta.

La próxima clase seria matemáticas. y Arnold estaba impaciente por llegar al salón, pues por fin podría hablar y aclarar las cosas con Helga.

Mientras en otra aula, salía la rubia muy enojada y maldiciendo a todo lo que se interpusiera en su camino. Mientras el pelinegro solo sonreía atrás de ella. Pues le causaba mucha gracia las reacciones de Helga desde la mañana, además de que estaba muy feliz porque por fin iba pasar tiempo con Helga después de clases. Y estaba esperando restregárselo en la cara al "cabeza de balón".

y sin darse cuenta, todos se encontraron en la entrada del aula de la siguiente clase. Todos se miraron entre sí.

Helga con mirada muy enojada y murmurando maldiciones, Arnold con la mirada fría y enojada, David con la mirada de superioridad y sonriendo, Gerald simplemente tenía cara de fastidios y Phoebe...Phoebe solamente sonreía.

-entramos!?- le dijo Phoebe a su amiga. Helga solo resoplo y seguía murmurando groserías, pero siguió a la asiática al salón, seguidas por Gerald.

El problema se formo cuando los dos últimos chicos quisieron entrar. Pues ninguno de los dos cedía el paso al otro.

-disculpa, pero me estorbas. - dijo David ya un poco enojado al ver que no podía pasar gracias a que Arnold se atravesaba para entrar, cuando él "quería entrar primero", lo que causaba que chocaran hombro con hombro.

Arnold en verdad no estaba de humor. Y el que David quisiera entrar antes que él, era algo que lo ponían en verdad muy de malas.

Ambos seguían en una guerra de no ceder el paso. Pero fueron interrumpidos por su maestro de matemáticas que hizo un sonido de tos, para que los chicos notaran su presencia y lo dejaran pasar.

-disculpen jóvenes, pero estorban el paso al salón. - dijo el maestro con tono serio. El maestro se veía de unos 50 años o más, además que era una persona muy flaca y baja de estatura. Comparado con David y Arnold.

Lo chicos se hicieron aun lado para que pasara el maestro.

-si no entran a mi clase en los próximos segundos, les pondré falta- les comento mientras pasaba entre los chicos con dirección a su escritorio.

Los chicos esta vez se metieron como supositorios al salón, aunque chocaron entre ellos. Cada uno se dirigió a su lugar. Unos detrás de Helga (David) y el otro enfrente de ella (Arnold).

La clase empezó sin problema, hasta que Arnold volteaba por momento a ver a Helga. Esta se dio cuenta y le hizo señal con los ojos y las manos de "¿qué quería?". Arnold le murmuro que tenían que hablar.

-por ahora, no! – Helga le susurro. Pero no es que ella no quisiera hablar con él, aunque siguiera enojada por lo del fin de semana. Simplemente no quería que le llamaran la atención como en la anterior clase y volviera a caer en desgracia. Pero esto último no lo sabía Arnold, simplemente pensaba que Helga estaba enojada con él y no le quería dirigir la palabra.

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