•Capitulo 3

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—Me alegra mucho que te haya gustado mi presentación, significa mucho viniendo de tí.

Frank iba pasando por la puerta de Michael y frenó al escucharlo hablar por teléfono.

—¡gssshhh! —ahogó un grito de rabia.

—Me encantaría verte...no sé, ¿tal vez esta noche?....claro, ya estoy contando los minutos —Sonrió Michael. —Está bien, no vemos...

—Michael... —Entró Frank. —Con quién hablabas?

—Con Maikeru, de verdad, ella esa una mujer encantadora, ella y yo tenemos mucho en común —Sonrió.

—Mike, apenas la conoces. —Dijo Frank con seriedad.

—Lo sé, pero quiero conocerla, aunque...ya siento una extraña conexión con ella.

—Qué conexión ni que nada. Eso solo es una ilusión de amorío que desaparecerá luego.

—Ay, Frank, déjame ser, no seas un aguafiestas, ya verás que ella-

—No Mike, ella nada. Es una desconocida...¿Qué tal si ella es una casafortunas? ¿Y si....es una asesina? Nunca se sabe

Michael rió por el comportamiento paranoico de Frank.

—De ser así, la dejaría de inmediato.

—Y si....¿No es humana?

—Frank ¿A qué quieres llegar con eso? —Preguntó Michael alzando una ceja.

—No, a nada, solo decía...

...

—No, Janet, te estoy diciendo que ese maldito demonio volvió al acecho, pero ahora volvió siendo una mujer ¡¿Cómo lo hace?!....si, ya le dije que no saliera con ella pero ahora se está preparando para salir con ella está noche y no puedo hacer nada...—Vió a Michael salir de su cuarto ya vestido.–...te llamo luego. —colgó la llamada.

—¿Con quién hablabas, Frank? —Preguntó Michael acomodándose su sombrero.

—Estaba hablando con Janet, dice que te manda saludos.

—Que linda es campanita, cuando la llames otra vez, le mandas un abrazo de mi parte. —Michael sonrió. —Bueno, ya me voy...deseame suerte.

—¿Estás seguro de que vas a salir con esa mujer? —Preguntó Frank por milésima vez.

—Ya basta con esa pregunta, Frank. Claro que saldré con ella...no me esperes.

—Bueno, entonces...cuídate, Mike. —Dijo Frank con desgano.

...

—Finalmente llegaste... —Dijo la mujer sonriendo.

—Maikeru... —Dijo Michael suavemente. —¡Que agradable volver a verte!

— El sentimiento es mutuo —Agarró suavemente su brazo. —¿que tal si me cuentas sobre tí? Así nos vamos conociendo más.

—Claro, bueno...creo que ya sabes quien soy no? Pero si quieres conocerme más a fondo pues, soy una persona que le gusta lo elemental, espero que eso no te vaya a espantar como a las otras chicas... —Comentó apenado.

—No te preocupes por eso, al contrario, me causa ternura... (Eso lo comprobé cuando por tu culpa me rompí la nariz idiotamente) —Pensó.

Michael rió con ternura y abrió la puerta de la limo.

—¿Por qué mejor no vamos a un lugar especial? Qué te parece...¿un restaurante de 5 estrellas?

—Que mujer tan estúpida de pidió ir a un restaurante así de caro? —Preguntó la mujer con celos notables.

Michael permaneció en silencio mirándola con media sonrisa.

—Mejor vamos al parque que siempre visi- al parque que hay a 5 minutos de aquí. —Contestó Maikeru.

—Como ordene, madame —Michael sonrió y le ordenó al chófer que fuera en dirección al parque.

En el camino, Michael no le dejaba de lanzar miradas a Maikeru, era obvio que ella se diera cuenta, pues Mixhael no era muy disimulado que digamos.

—¿Qué tanto miras, Jackson? —Preguntó con picardía.

—Ah. Yo... nada...

La mujer rió entre dientes y se acercó peligrosamente a su rostro, lo cual hizo sonrojar a Michael.

—A mí no me engañas, Rizos... —Dijo acariciando su cabello. —No tienes que ponerte nervioso...

—Él no, pero yo sí —Se escuchó la voz del chófer y la risa del guarda espaldas mientras cerraban la ventana que colinda con la parte trasera de la limo.

Maikeru miró cómo cerraban la ventana con una expresión fría, luego cambió a una sonrisa pícara mientras miraba los labios de Michael y luego sus ojos.

—¿Rizos? —Preguntó Michael confundido.

—¿Hay algo malo con ese apodo?

—No...solo me recordó a alguien que...solía llamarme así.

Hubo un silencio incómodo por parte de Maikeru, la cual sólo se acomodó en su lugar con una sonrisa maliciosa.

—No quería incomodarte con ese comentario...Lo siento. —Michael se disculpó al ver la reacción de Maikeru.

—No hay ningún problema con eso.

—Llegamos. —Avisó el chófer abriendo la ventanilla.

—Gracias —Michael bajó de la limo y tomó la mano de la mujer para ayudarle a salir, ella aceptó su mano gustosa y bajó para que luego ambos caminaran cómodamente por las aceras del pacífico parque.

—hmm...—murmuró Michael.

—¿Pasa algo Michael?

—Por alguna razón este parque se me hace muy conocido... —Dijo mirando cada rincón del parque.

—Jackson. —llamó un vendedor de dulces. —Es un gusto volver a verlo por aquí.

—¿Disculpa? —Preguntó Michael confundido. —Usted dijo... "volver a verme"?

—Si, hace como 2 años desde que lo confundieron con-

—¿Cuanto cuesta el dango? —Interrumpió Maikeru.

— 100¥, señorita.

—Deme dos. —Ordenó con frialdad.

El vendedor le entregó dos dangos y luego de pagar, Maikeru y Michael fueron a sentarse en una de las bancas. Para ser más específicos, la misma banca en la que Muzan y Michael solían sentarse.

—Oye, Maikeru... ¿Desde cuando vives en Tokio?

—Desde siempre ¿Por qué?

—¿Tienes algún hermano o familiar que viva aquí?

—No, solo yo....Mi familia se mudó a Europa  cuando yo me convertí en oiran.

Michael se mantuvo en silencio.

Pareciera que ese hombre nunca existió.

Es muy extraño.

—Michael.

—¿Si? —Preguntó Michael.

—Perdóname...

Recuerda Aquel Tiempo [Michael Jackson × Muzan Kibutsuji]Kde žijí příběhy. Začni objevovat